Seguro que en alguna ocasión has oído hablar de la matronatación, pero no tienes del todo claro en qué consiste. O sí, pero no te has animado aún a probarlo. Hoy te contamos qué es…
Este post se publicó originalmente el 01/08/2021 y ha sido actualizado en fecha 12/11/2024
La hidroterapia para bebés o los baby spa han proliferado en los últimos años en España. La hidroterapia, en general, se usa como tratamiento para enfermedades y lesiones y en el caso de los niños se suele recurrir a ella para tratar cuestiones neurológicas, motoras y respiratorias.
Tiene beneficios físicos y emocionales. Y, además, los peques se pueden divertir muchísimo. No obstante, hay que matizar el concepto de hidroterapia porque cuando un bebé o un peque va a este tipo de espacios sin necesitarlo, solo como una forma de estimulación, no es hidroterapia. Jéssica Romero, terapeuta ocupacional pediátrica del equipo de Criar Con Sentido Común, lo aclara:
«La hidroterapia se usa para niños y personas que necesitan determinada estimulación motora, muscular, etc. Por ejemplo, niños con parálisis cerebral; pero también niños que tienen un tono muscular bajo, como peques con Síndrome de Down, o al revés, los que tienen un tono muy alto y necesitan relajarse. Pero lo otro no es una terapia. Se le puede llamar estimulación acuática o algo similar; y, como la matronatación, tiene beneficios para el bebé y sus padres. Pero no es hidroterapia».
Aclarado este punto, vamos a ver en qué consiste este tipo de estimulación acuática y qué beneficios tiene para los peques.
¿Qué es la hidroterapia para bebés?
Para Jéssica Romero el concepto «baby spa» es más correcto cuando se trata de utilizar este tipo de estimulación acuática sin que nuestro bebé lo necesite realmente. De hecho, aclara nuestra terapeuta ocupacional pediátrica, es una actividad positiva «igual que puede serlo cualquier otra actividad para la estimulación temprana de los bebés».
Y ¿en qué consiste la hidroterapia para bebés? Básicamente es el uso del agua como agente terapéutico. Se utilizan las consecuencias de sus principios físicos en el cuerpo. Es decir, se aprovecha el principio de flotación, la presión hidrostática y el principio de Arquímedes. Se utiliza para casos, como ya apuntaba Jéssica Romero, de patologías como parálisis cerebral pero también espina bífida, hidrocefalia, Síndrome de Rett, dispraxia, problemas respiratorios y retrasos en el desarrollo psicomotor.
Los beneficios de la hidroterapia para bebés son principalmente físicos. Los niños con parálisis, por ejemplo, pueden ejecutar ciertos movimientos sin las limitaciones del medio terrestre. También se relaciona con recuperaciones más rápidas (para ciertas lesiones), disminución del dolor y molestias, pero además con un ambiente que tranquiliza y calma a los bebés. Se suele usar como complemento a las terapias convencionales. Las sesiones suelen durar entre 45 y 6o minutos.
Hay estudios que incluso apuntan que la hidroterapia en las primeras horas tras el nacimiento puede ser eficaz a la hora de reducir la ictericia neonatal. También hay investigaciones que consideran que mejora en la calidad del sueño y detectan un aumento de las hormonas relacionadas con la regulación de la ingesta, como la gastrina. Y, por último, se la considera un terapia alternativa que podría ayudar a los bebés prematuros en sus primeros días.
Los baby spa y sus actividades
Si nuestro bebé no necesita hidroterapia pero aún así queremos realizar actividades de estimulación con él, podemos acudir a los llamados baby spa. Son centros, muchos de ellos dedicados a la rehabilitación, en los que se ofrecen distintas actividades para los niños pequeños. No enseñan a nadar porque hasta cierta edad (cuatro o cinco años) los niños en general no están preparados para ello.
En algunos centros, además de bañeras individuales, hay piscinas esterilizadas en las que pueden bañarse varios bebés. Las sesiones están supervisadas y guiadas por un monitor o monitora y en ellas participan los progenitores. En el caso de las bañeras individuales, las sesiones suelen ir seguidas de un masaje infantil. Estas bañeras están homologadas y no suelen llevar cloro. Hay algunas que se desinfectan por ozono. Además, un termorregulador mantiene la temperatura constante e idónea para el peque.
En el caso de las actividades de estimulación en la que participan los padres, estos pueden ayudar al bebé a flotar, desplazarse o a alcanzar objetos, pero también se suelen utilizar materiales de juego y flotación que se pueden hundir y flotan como como tablas, juguetes para el agua, churros…
En algunas de estas bañeras individuales se usa una especie de flotador en el cuello. Jéssica Romero, nuestra terapeuta ocasional, no es partidaria de este tipo de elementos que, según su experiencia, «no sirven para nada» en el proceso del desarrollo del bebé.
De hecho, los expertos en salud infantil desaconsejan el uso particular de estos elementos de flotación por considerarlos peligrosos, como es el caso del CEO de Criar con Sentido Común, Armando Bastida:
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¿Cuándo podemos llevarlos a hidroterapia para bebés o un baby spa?
Hasta el año aproximadamente los bebés disfrutan mucho con el agua. Aún no han surgido en ellos el sentimiento de miedo al agua que puede aparecer a medida que crecen. Así que la estimulación acuática puede ser muy divertida.
Además, los recién nacidos están familiarizados con este medio porque durante nueves meses han estado sumergidos en el líquido amniótico. Aproximadamente hasta los seis meses los bebés tienen el reflejo de buceo que les permite sumergirse en el agua sin riesgo de que traguen agua.
Por otra parte, los recién nacidos se pueden bañar en el mar y la piscina pero ese baño no debería ser de más de 10 o 15 minutos. Es algo que deberíamos tener en cuenta y por eso es necesario el asesoramiento profesional. En la Tribu de CSC puedes consultar a nuestras profesionales.
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También debemos comprobar que el centro cumple con requisitos de seguridad y hay un profesional que controla y supervisa todas las actividades, incluso aquellas en las que participan los padres. Todo ha de desarrollarse en un ambiente de tranquilidad y lúdico.
Beneficios de la estimulación acuática
Durante los primeros meses de vida la motricidad de los bebés pasan de los movimientos reflejos a los voluntarios. Los primeros no desaparecen de forma espontánea sino que se van inhibiendo durante la maduración y se van transformando. El desarrollo de las habilidades motrices se ve favorecido por el ejercicio físico y el medio acuático ofrece muchas posibilidades para esa estimulación temprana.
La hidroterapia para bebés mejora la coordinación psicomotriz de esos y les ayuda a ejercitar casi la totalidad del cuerpo. El agua cálida reduce el tono muscular y permite que los movimientos sean más eficientes. También se trabaja el equilibrio a través de la flotación.
Por otro lado, la resistencia acuática permite que los bebés fortalezcan su capacidad respiratoria y les ayudan en el conocimiento del entorno, lo que les ayuda a desarrollar y mejorar sus capacidades cognitivas. El agua, por otro lado, tiene repercusiones positivas en el sueño y en el apetito. Algunos estudios incluso afirman que la natación favorece el desarrollo neurológico y la adquisición del lenguaje.
Las actividades acuáticas, por último, también tienen un efecto positivo con respecto a los padres. Se refuerza el vínculo afectivo y el apego. Y se establecen relaciones positivas a través del juego y la comunicación. Se refuerza, además, la confianza del bebé hacia sus progenitores. Y ayuda a socializar a los bebés al tratarse de una actividad en la que generalmente se comparte espacio con otras familias.
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