¿Cada vez que vas al parque hay conflictos entre peques? Te damos algunos consejos para proteger a los niños en el parque cuando otros padres no ponen límites a sus hijos. ¿Cómo prevenir accidentes en…

Es habitual que los más peques reten constantemente a sus progenitores. No es más que una forma de explorar hasta dónde pueden llegar. Analizamos los motivos y qué hacer cuando tu hijo desafía constantemente los límites.
¿Por qué los niños desafían?
A medida que los peques van creciendo, empiezan a desafiarnos. Aunque parece que nos están poniendo a prueba constantemente, lo cierto es que forma parte de su desarrollo, una forma de explorar o expresar emociones que aún no saben gestionar y, por tanto, un comportamiento normal de su edad.
Simplemente tratan de descubrir hasta dónde pueden llegar y cuáles son nuestras reacciones. Algo que, en realidad, puede llegar a ser agotador para los adultos y llevarnos a perder el control.
Es probable que escuches frases como «Yo hago lo que quiero» o «No me quiero lavar los dientes». Y aunque es habitual que el «no» constante termine por llevarnos a la amenaza, lo cierto es que no es lo ideal. Así conseguimos que hagan lo que queremos en el momento, es útil de forma inmediata, pero no los estamos enseñando por qué deben respetar los límites que ponemos.
Los desafíos en los niños: de las rabietas de los 2 años a la adolescencia
En realidad, poner límites a los niños les da seguridad y les ayuda a sentirse protegidos. Por ello, durante los primeros años son fundamentales. De hecho, es habitual que los peques empiecen a desafiar a sus progenitores en torno a los 2 años, cuando atraviesa la «fase de negación» y aparecen las temidas rabietas. Suele alargarse hasta los 6 años y volver a aparecer en la adolescencia, cuando reafirman el yo, la independencia y la individualidad con discusiones, insultos y amenazas.
A los 2 años aún no tienen aún la madurez suficiente para controlar su conducta ni para entender qué son las reglas o las normas. Así, lo ideal a esta edad es ayudarlos y guiarlos para que sean capaces de comprender lo que les explicamos.
El desafío no siempre es una acto de rebeldía y, de hecho, las rabietas pueden tener diferentes significados. Mientras que para unos pueden ser señal de autonomía, para otros no es más que una forma de llamar la atención. Y aunque son habituales en todos los peques, no hay que restarles importancia ya que pueden convertirse en difíciles de controlar.

En la adolescencia, puede que la conducta desafiante pasa a ser permanente y/o agresiva, y tenga un impacto en la vida familiar y escolar o afectan al día a día de nuestro hijo. En estos casos, es importante analizar qué está ocurriendo y pedir ayuda profesional en caso de que ser necesario. En la Tribu CSC con la psicóloga infantil y logopeda Elena Mesonero.
¿Qué hacer cuando tu hijo te desafía?
Los desafíos forman parte de la exploración de los límites, ya se trate de niños pequeños o adolescentes y, por tanto, tienen una función. Pero esto no significa que no podamos hacer nada para evitar que la situación se descontrole.
- Actúa con determinación y calma. Es fundamental ser firme y evitar desesperarte ya que tu hijo lo percibirá.
- Trata de averiguar el motivo que le ha llevado a desafiar los límites en vez de centrarte en el hecho en sí. Fomenta las preguntas de curiosidad para tratar de entender lo ocurrido y, sobre todo, que no vuelva a suceder.
- Establece límites claros y lógicos y asegúrate de que los ha entendido. No se trata de ser muy duros ni muy permisivos. Solo así podrás mantenerlos en cualquier circunstancia sin que aparezca la culpa. Eso sí, los límites no tienen por qué ser fijos e inamovibles. Si ves que no funcionan, puedes analizar el motivo, revisarlos y, si es necesario, ajustarlos.
- Fija consecuencias. Si tu hijo o hija te desafía constantemente y traspasa los límites, debes explicarle que eso tendrá siempre una consecuencia, un hecho en el que hay que ser muy constante. No se trata de poner castigos (que no sirven para educar a largo plazo), sino de aclarar que todas nuestras acciones tienen una consecuencia.
- Refuerza los logros y sus acciones positivas, evitando los premios o las recompensas. Mejor que centrarse en lo que hace mal, destaca lo que hace bien.
- Evita las etiquetas y los juicios hacia el peque.
- No lo retes y evita las luchas de poder. Aunque en ocasiones lsa situación nos puede llevar a establecer la misma actitud desafiante, es importante no caer en esta dinámica.
- Escúchalo y valida sus emociones. La comunicación es siempre fundamental: anímalo a que te explique cómo se siente y qué pasa para actuar así. Es importante que se sienta escuchado y comprendido.
- Da ejemplo. Los niños y niñas siempre tienden a imitar el comportamiento de sus progenitores. Por tanto, es fundamental que cuidemos el lenguaje y tratemos de no desafiar cuando hablamos con otras personas.
¿Qué hacer cuando tu hijo te desafía? ¿Por qué mi hijo me reta continuamente? ¿Por qué los niños desafían? Si tienes más dudas sobre salud materno-infantil o crianza respetuosa, en la Tribu CSC cuentas con un equipo de expertos/as que pueden ayudarte y a los que puedes consultar todas tus dudas. Entre ellos, se encuentra la psicóloga infantil y logopeda Elena Mesonero.
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