El sonambulismo en los niños es uno de los trastornos del sueño más frecuentes en la infancia, pero también más llamativo. Seguro que más de una lectora o lector se ha llevado un buen susto…
Hay niños que sudan más que otros, igual que hay adultos a los que les pasa lo mismo. Suele ocurrir por la noche pero, excepto en algunos casos, no suele afectar a su sueño. Eso sí, el sudor acaba empapándole la cabeza, el cuerpo y las sábanas. Si tu hijo suda mucho es posible que te preguntes por qué.
En principio, sudar más de la cuenta en determinadas ocasiones no implica ningún problema de salud. Solo tendríamos que adoptar algunas soluciones fáciles como ventilar mejor la habitación. Sin embargo, sí existen casos en los que ese sudor excesivo es síntoma de un trastorno llamado hiperhidrosis infantil.
Motivos que provocan sudor en los niños
El sudor no es más que nuestro sistema para regular la temperatura del cuerpo. Nuestro aire acondicionado, por decirlo de alguna forma. Aparece como proceso fisiológico en el que intervienen tres tipos de glándulas sudoríparas: las ecrinas, las apocrinas y las apoecrinas.
Están repartidas por distintos puntos de nuestro cuerpo. ¿Y qué lo desencadena? Pues un cambio en la temperatura del cuerpo, que se termorregula gracias al sudor. Existe otro tipo de sudoración; la que provocan las emociones (nervios, ansiedad, vergüenza). Y todo lo controla (¡¿cómo no?!) el cerebro.
El sudor excesivo en niños puede estar motivado por distintas razones. Al margen de practicar ejercicio y tener mucha actividad; cuando suda por la noche puede ser por distintas razones:
- Exceso de ropa en verano o invierno. Si usamos sábanas, mantas, etc. y en la habitación no hace frío, es muy probable que sude. Un colchón con tejido acrílico o algo de plástico puede provocar exceso de sudor.
- Biología de cada niño. Hay peques que sudan más que otros.
- Parasomnias como pesadillas o terrores nocturnos. En este caso, el sudor tiene un componente emocional. Lo provoca el miedo y la ansiedad de un mal sueño.
- La fiebre y patologías como apnea del sueño, reflujo gastroesofágico, rinitis, dermatitis atópica, etc.
- Cenas copiosas. Si tu hijo se acuesta pronto después de cenar, es posible que sude porque el cuerpo aumenta la temperatura para hacer la digestión.
Las soluciones para estos casos pasan por aligerar la ropa de cama y usar prendas de algodón, ventilar la habitación, que el peque se hidrate adecuadamente, promover cenas ligeras y asegurarnos de mantener un estado de tranquilidad para evitar que se sientan ansiosos.
Al igual que en el caso del mal olor, también hay algunos productos o medicamentos para tratar el exceso de sudoración, pero estos han de usarse siempre bajo supervisión de un profesional sanitario.
La hiperhidrosis en niños: Cuando tu hijo suda mucho sin motivo aparente
Si tu hijo suda mucho o excesivamente, puede tratarse de hiperhidrosis infantil. Es un trastorno que provoca hiperactividad de las glándulas sudoríparas. Es decir, que los niños (o cualquier persona) sudan más de lo normal. A veces ese sudor se localiza solo en algunos puntos, como las axilas o los pies; y otros casos es más generalizado. Afecta por igual a niños, adolescentes y adultos.
Según datos de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), la edad media de aparición de la hiperhidrosis se da entre los 14 y los 25 años, y entre el 25 y el 50% de los pacientes tienen antecedentes familiares.
Existen dos grandes tipos de hiperhidrosis:
- La primaria que suele estar localizada en las axilas, las palmas de las manos, planta, cara y otras áreas corporales y tiene un origen idiopático (causa desconocida).
- La secundaria. Que puede ser focal o generalizada y que aparece por una causa subyacente, como una enfermedad infecciosa, endocrina o metabólica. Enfermedades como el hipertiroidismo o la diabetes mellitus.
En el caso de la hiperhidrosis primaria suele aparecer en la edad infantil, empeora en la pubertad y luego disminuye en edades avanzadas. Tal y como recoge la Academia de Española de Dermatología y Venereología:
«Su fisiopatología sigue siendo en gran medida desconocida, pero podría estar relacionada con la respuesta a una sobreestimulación de las glándulas ecrinas a través de un recorrido neurológico anormal, en respuesta a diversos estímulos desproporcionados que elevan el nivel basal de la secreción de sudor».
Cuando sudar mucho pasar factura socialmente
Según la Academia de Dermatología, la hiperhidrosis está inducida con mucha frecuencia por estrés emocional. Es decir, por situaciones en las que el niño o adolescente siente timidez, vergüenza o ansiedad. La aparición del sudor suele ser repentino e imprevisible, lo que provoca que a muchas personas les avergüencen determinadas situaciones sociales, se sientan paralizados o incluso lleguen a desarrollar fobias sociales.
Y es que este trastorno afecta a nivel social, psicológico y físico. Tanto es así que puede provocar un impacto muy negativo en la persona que lo sufre. En algunos casos puede desarrollar síntomas depresivos y aislarse socialmente. Es más, al igual que el mal olor corporal, puede provocar que se conviertan en víctimas de mofa o llegar a sufrir bullying.
En este caso, como padres, debemos mostrar apoyo y compresión si nuestro hijo suda mucho para ayudarles a superar esos momentos (al margen de buscar soluciones). Explicar este trastorno a las personas adultas de su entorno, como familia, profesores o monitores, puede servir para evitar situaciones incómodas.
¿Qué hacer si un niño suda mucho?
Si el sudor es puntual y tiene una causa fácil de reconocer (mucha ropa, calor en la habitación, cenas copiosas, pesadillas…), las soluciones son fáciles de llevar a cabo. ¿Pero qué ocurre cuando tu hijo suda mucho sin un motivo aparente? En ese caso, deberías acudir al pediatra para que evalúe si ese sudor se puede deber a una hiperhidrosis. En formáis parte de la Tribu CSC, podéis buscar asesoramiento de nuestras expertas.
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Una vez que el pediatra (o el especialista, si es necesario) diagnostique la hiperhidrosis, decidirá el tratamiento. Lo cierto es que, tal y como reconoce la AEPap, existen pocos estudios sobre tratamientos de este trastorno que incluyan a niños y adolescentes. Por eso es necesario estudiar cada caso, ya que algunas opciones tienen limitaciones y posibles efectos secundarios.
Los tratamientos existentes son tópicos (aerosoles antitranspirantes específicos para hiperhidrosis), fármacos (como medicamentos orales que reducen la sudoración pero que tienen efectos secundarios), inyecciones de bótox (toxina botulínica) si el trastorno es muy severo, etc. En los casos más extremos, se puede llegar a recurrir a la cirugía. Pero también se puede recurrir a medidas higiénicas básicas como uso de ropa de algodón, zapatos de piel y evitar materiales de caucho o sintéticos.
la Hiperidrosis en mi practica publica y privada ,no es frecuente, pero en los pocos casos que he visto y disgnosticado el paciente infante y adolescente son muy anciosos, tanto ellos como sus padres o acompanantes,muy preocupados y han visitado varios medicos ,sin resultados favorable, la terapia topica con cloruro de aluminio funciona bien pero demora de 4 a 5 dias para hacer efecto, ademas es necesario acompanar el tratamiento con apoyo psicologico, debido a la mayor cantidad de casos se acompana con ansiedad, depresion leve y maltrato infantil