Niños y alergias: ¿Cuáles son las alergias de invierno?

Este post se publicó originalmente el 24/11/2021 y ha sido actualizado en fecha 26/11/2024

El invierno es una época en la que solemos preocuparnos por la salud. Resfriados, bronquiolitis, bronquitis, neumonías… Y pensando en afecciones respiratorias puede que a algunos de vosotros también os preocupen las alergias que puedan sobrevenir en invierno. Es por esta razón por la que hoy os traemos este post sobre alergias de invierno en los niños.

¿Qué alergias dan en invierno?

Si buscamos en Google qué es una alergia, la primera definición que aparece es la de MedlinePlus (sitio web de la National Library of Medicine (Biblioteca Nacional de Medicina), que tiene información de confianza para el consumidor sobre temas relacionados con la salud) Y dice así:

“Una alergia es una reacción de su sistema inmunitario hacia algo que no molesta a la mayoría de las demás personas. Quienes tienen alergias suelen ser sensibles a más de una cosa. Las sustancias que suelen causar reacciones son: Polen.”

Y quizá os preguntaréis…. ¿en invierno hay polen? Si estuviera escribiendo un mensaje de WhatsApp, aquí pondría unos cuantos grillos. Pero tampoco muchos… porque, si bien es cierto que cuando yo me imagino polen, lo hago pensando en florecitas, abejitas y rayos de sol de primavera, en invierno también hay plantas que polinizan.

Causas de las alergias de invierno en los niños

Las especies cupresáceas más frecuentes por aquí suelen ser el ciprés (que poliniza en marzo y abril, ya más para primavera), la arizónica (que florece de noviembre a marzo) y el enebro (que poliniza en febrero o en abril o mayo según si está en las montañas o en todo tipo de terreno).

Otro tipo de planta que podría dar alergias invernales (aunque no se ha estudiado mucho aún) son las palmeras, polinizando de mediados de febrero hasta finales de mayo. Sobre todo, notan sus efectos las personas que viven en zonas con muchas palmeras.

También podemos encontrar personas que entre enero y marzo presenten alergia por el polen de salicáceas, como podrían ser los álamos.

Síntomas de las alergias de invierno en los niños

Si vosotros o vuestros peques sois alérgicos a la familia de las cupresáceas, puede ser que tengáis síntomas de alergia, como rinitis,conjuntivitis o asma, fuera de la época primaveral. A menudo estas alergias se pueden confundir con síntomas catarrales por la época de aparición de los síntomas.

¿Cómo combatir las alergias de invierno?

Las recomendaciones en caso de padecer alguna alergia invernal de las anteriormente citadas vienen a ser las mismas que se dan cada primavera para el resto de alergias producidas por polen:

1. Evitaremos hacer ejercicio al aire libre durante la época de polinización si hace viento, sobre todo en zonas próximas donde crezcan las plantas que producen vuestra criptonita.
2. Usaremos mascarilla con filtro para polen (poco práctico para niños y niñas, la verdad)
3. Usar mapas del polen disponibles en diferentes sitios web. Seguramente, podréis encontrar alguno de vuestra zona en la página web de vuestra Comunidad Autónoma. Pero si no lo conseguís, podéis poner “niveles de alergia hoy” en el navegador y daréis con alguno que os sirva.
4. Limpiarnos la cara y el cabello y cambiarnos de ropa al volver a casa puede ser también de gran ayuda para limitar el contacto con el alérgeno en cuestión.
5. Sobre todo, no tendáis la ropa al exterior en días de fuerte viento, especialmente si estáis cerca de alguna zona con presencia de plantas que puedan provocaros reacciones alérgicas.
6. Podemos hacer lavados nasales después de estar en el exterior en zonas donde creemos que hayamos podido respirar el polen maldito. Las duchas nasales suelen venir muy bien en estos casos. No dejaremos de ser alérgicos, pero, si limitamos el tiempo de exposición de la mucosa nasal al alérgeno, quizá nuestra respuesta sea menos intensa.

¿Cómo saber si un niño tiene alergias de invierno?

Otras dos recomendaciones que os pueden venir bien si alguien de casa es o creéis que es alérgico:

• Visitar a un alergólogo (si vais por la seguridad social, vuestro médico debería poder derivaros). Pero pensad que aunque por síntomas creáis que vuestro peque es alérgico/a a algo, cuando son muy jóvenes, las pruebas de alergia pueden dar fácilmente falsos negativos. Es por esta razón por la que seguramente veréis que vuestro pediatra o incluso el alergólogo se lo toma con calma a la hora de hacer pruebas de alergia. Cuando son muy pequeñitos, suele ser de mucha más ayuda la observación de cuándo y dónde aparecen síntomas que no la prueba en sí. En cualquier caso, quizá un alergólogo pueda dar con una medicación eficaz si las medidas de prevención no son suficientes para limitar los síntomas alérgicos.
• Visitar a un experto en fisioterapia respiratoria quizá también os pueda venir bien. Para tratar los síntomas de asma y para mejorar las técnicas de higiene nasal. Además, algunos también trabajamos la mejora o el cambio de manera de respirar. No sé si habéis oído hablar de las técnicas de hipoventilación (entre ellos los ejercicios de Buteyko). Parten de la base de que si ventilamos demasiado, nuestro sistema acaba filtrando mucho más polen que si ventilamos pequeño y suave. Y también suelen recalcar mucho la importancia de la respiración nasal. ¡Si respiras por la boca y eres alérgica a algo, mucho más alérgeno entrará en tu sistema respiratorio que si respiras por la nariz!

Para terminar, no querría irme sin dedicar unas líneas a otras alergias que pueden estar presentes ahora y en cualquier época del año en el interior de los hogares: ácaros, hongos, a ciertos animales… Lo ácaros se mantienen a raya limpiando, evitando cortinas, moquetas y peluches, cambiando a menudo las sábanas… Si hay alergia a los hongos y se tienen humedades en casa, habrá que intentar encontrar una solución al origen del problema: ¿uso de humidificador a tutiplén? ¿Goteras? ¿Humedades en suelo y paredes?…

Y si es alergia a ciertos animales, habrá que ver cómo limitar el contacto… A veces la familia opta por intentar vacunas o asumir cierto grado de molestia si los síntomas no son descontrolados (en caso que querer muchísimo al animal en cuestión…)

Llegados a este punto del final de la publicación, diré lo que me gusta decir en muchos de mis momentos laborales: Ojalá no os sea nada útil toda esta información. Señal de que no la vais a necesitar. ¡Salud!

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