La fiebre en los niños trae de cabeza a muchos padres y madres durante los primeros años de vida. Pero su manejo es más fácil de lo que parece. Descubre todo lo que necesitas saber…
El estrés en los niños y niñas puede aparecer ante cualquier cambio. En muchas ocasiones, las madres y padres no somos conscientes de hasta qué punto podemos estresar a nuestros hijos con actividades que creemos cotidianas, pero para ellos están llenas de estímulos. Hoy hablamos con nuestra psicóloga Mamen Bueno sobre los hijos estresados.Mamen Bueno es una de las profesionales de Criar con Sentido Común. A través de la Tribu CSC asesora y acompaña a muchas familias en el camino de la crianza respetuosa. En esta ocasión aborda el estrés infantil, una situación que afecta a un 8% de los niños y niñas españoles y a un 20% de adolescentes.
P: ¿Qué es el estrés y por qué puede afectar a un niño?
R: Podemos definir el estrés como la respuesta del organismo ante situaciones que exceden los recursos de los que dispone una persona. Es algo subjetivo, es la persona la que hace esa valoración, y no siempre se hace de manera consciente. Los niños y niñas también se ven envueltos en situaciones que superan sus recursos disponibles.
Hace falta salir de la visión adultocentrista, y mirarles más
Y para entender esto, hace falta salir de la visión adultocentrista, y mirarles más. Para un menor puede ser muy estresante tener un hermano, iniciar la escuela infantil, los demás niños en el parque… Aparecen muchos miedos e inseguridades que no sabe cómo manejar.
P: ¿Qué factores inciden directamente en el estrés en los niños/as?
R: Lo que hay que tener muy claro, y no me canso de repetir, es que el estrés infantil (y el adulto) puede surgir ante cualquier situación que suponga un cambio y la valoración que hace el niño o niña de la situación. Y, por lo tanto, ver si puede afrontarla y enfrentarla depende de múltiples variables, de las relaciones familiares, si son fuente de satisfacción y apoyo o no; del propio temperamento del menor; de la falta de tiempo libre, de la “agenda” familiar…
El estrés infantil puede surgir ante cualquier situación que suponga un cambio y enfrentarla depende de múltiples variables
P: ¿Hasta qué punto los padres podemos ser responsables de ese estrés?
R: Los padres, a veces, con el deseo de darle lo mejor a nuestros hijos, les cargamos con un montón de actividades, aunque sean positivas, que les cuesta procesar, asimilar, o que simplemente no les apetecen. A veces también, por quedar bien, les ponemos en situaciones que no quieren o no se ven capaces. Otras, nos ven discutir, u ocurren cosas que no terminan de entender y nadie les explica, como la enfermedad de un familiar, la muerte de la mascota…
No nos damos cuenta de que ellos están descubriendo el mundo y damos por sentadas demasiadas cosas
Y, las más de las veces, no nos damos cuenta de que ellos están descubriendo el mundo y damos por sentadas demasiadas cosas. Por ejemplo, para nosotros ir a comer a un restaurante es un experiencia agradable, no cocinamos, nos ofrecen platos deliciosos… para ellos, todo son estímulos que les abruman, comen a otro ritmo, no siguen las conversaciones… Nos puede la visión adultocentrista. Nos cuesta ponernos en su lugar.
Nos puede la visión adultocentrista. Nos cuesta ponernos en su lugar
P: La pandemia ha golpeado duramente la salud mental de pequeños y mayores: ¿Crees que ha incidido en el estrés infantil? ¿Cómo?
R: Claro que ha incidido en el estrés de los niños y niñas. Y diría que de una manera similar a las personas adultas. Ha habido personas a las que les ha venido bien para bajar el ritmo, pero a otras les ha llevado a límites agotadores. Y también hay que tener en cuenta que ha habido niños y niñas que han nacido en pandemia, con interacciones muy limitadas, mascarillas… y ahora ven el mundo diferente, con más interacciones, sin mascarillas… Debe ser muy difícil de procesar esos cambios.
Ha habido niños y niñas que han nacido en pandemia, con interacciones muy limitadas, mascarillas…
P: ¿Existe alguna estadística del estrés en los menores? Para hacernos una idea de la dimensión del problema.
R: Según la Sociedad Española de Estudios de la Ansiedad y Estrés, casi el 8% de la población infantil y el 20% de los adolescentes sufren estrés. No son cifras nada desdeñables. Según un estudio de la Universidad de Girona, el 39% de los niños entre los 10 y 12 manifiestan sentirse “considerablemente estresados”. Hay una horquilla de datos bastante amplia, no obstante, parece que hay más estrés en los niños del deseable. Por el contrario, un informe de la Facultad de Psicología de la Complutense revela que el estrés se redujo durante el confinamiento en niños y niñas de 8 a 10 años. Todo esto debería hacernos reflexionar.
Casi el 8% de la población infantil y el 20% de los adolescentes sufren estrés. El 39% de los niños entre 10 y 12 años manifiestan sentirse “considerablemente estresados”
P: ¿Qué deberíamos hacer como adultos ante el estrés de los niños/as?
R: Hacer un pequeño análisis de todo lo que hemos hablado más arriba, situaciones, actividades, clima familiar… y ver qué se puede cambiar. También anticiparnos a situaciones que les puedan resultar estresantes e intentar minimizar esos estresores.
Debemos anticiparnos a situaciones que les puedan resultar estresantes e intentar minimizar esos estresores
P: ¿Un niño/a puede comprender que está estresado?
R: No siempre saben cómo se sienten. ¿Cuántas veces les vemos rotos de sueño sin querer acostarse? ¿O excitados sin poder parar o relajarse? ¿Cómo van a comprender que lo que ocurre a su alrededor les supera si ni siquiera saben que si meten los dedos en el enchufe se dan un calambrazo de cuidado?
Los niños no siempre saben cómo se sienten. ¿Cuántas veces les vemos rotos de sueño sin querer acostarse? ¿O excitados sin poder parar o relajarse?
P: ¿Qué puede reducir el nivel de estrés en los niños y niñas?
R: No ponerles en situaciones para las que no están preparados sería lo ideal. Y servir de ejemplo.
Debemos servir de ejemplo
P: ¿Cómo debemos actuar entonces frente a los hijos estresados?
R: Nos corresponde hacer una suerte de “yo auxiliar” hasta que incorporan esas pautas de autocuidado. Igual que les insistimos para que se laven los dientes hasta que de más mayores incorporan ese hábito por sí mismos. Con la manera de manejar las situaciones estresantes pasa igual. Tenemos que hacer de ese yo auxiliar que le va guiando y enseñando cómo responder a los retos y cambios.
Hay que intentar no poner a los niños en situaciones para las que no están madurativamente preparados
Y, sobre todo, intentar no ponerles en situaciones para las que no están madurativamente preparados. Por ejemplo, a nosotros puede que nos guste ir a comer a un restaurante, pero ellos no están preparados para manejar todos los estímulos o los códigos de conducta que allí se manejan. Llevarles antes de que estén preparados es probable que acabe mal.
P: ¿En qué momento sería necesario acudir a la ayuda profesional?
R: Si hacemos un análisis, hacemos cambios, y el malestar perdura. Puede que necesitemos una visión externa para ver que no estamos sabiendo ver o cambiar.
0 responses on "Mamen Bueno, psicóloga de CSC: "Casi el 8% de la población infantil y el 20% de los adolescentes sufren estrés. Hace falta salir de la visión adultocentrista y mirar más a los niños""