7 Ideas “mágicas” para que los peques adoren las verduras

Es habitual escuchar que a muchos peques no les gustan las verduras. Y podemos conseguir con algunas ideas que a los niños le gusten las verduras y, además, ¡disfruten de ellas!

Es cierto que su sabor fuerte e incluso amargo puede provocar rechazo entre los niños y niñas, pero también entre los adultos. Incluso hay peques que las comen muy bien desde el inicio de la alimentación complementaria, pero sobre los 2 años, empiezan a rechazarlas, justo cuando comienzan a desarrollar su personalidad, gustos y preferencias. ¿Podemos hacer algo para que a los peques le gusten las verduras? ¿Cómo hacer que a mi hijo le gustan las verduras?

7 ideas para que a los niños y niñas le gusten verduras

La realidad es que no hay soluciones mágicas para conseguir que un niño o una niña coma verduras de forma habitual en su alimentación diaria. Como casi todo, se puede conseguir con mucha paciencia y perseverancia. Y para ello, es clave ser su ejemplo. Si tú no comes verdura, tu peque no comerá verduras.

Los peques tienden a imitar a sus progenitores en todo. Y la realidad es que los peques también tienen que aprender a comer. Por ello, es importante que toda la familia se siente a la mesa, tal y como asegura  la dietista-nutricionista de la Tribu CSC, Rebeca Pastor.

De hecho, según explica, “generar un ambiente agradable en la mesa es mucho más importante que las verduras/alimentos que se pongan”. Además, hay algunas ideas que pueden ayudar a que a los niños y niñas les gusten las verduras, las coman con más facilidad y, además, disfruten.

1. Involucra a los peques en la cocina. No hay nada mejor que involucrar a los peques en el proceso para que acaben comiendo todo tipo de alimentos, entre ellos ¡las verduras! Así, si los animas a ayudarte a hacer el menú semanal, la lista de la compra, te acompañan al supermercado y, por último, cocinan contigo, sentirán el plato como algo propio que, probablemente, deseen comer.
2. Adapta recetas clásicas: Pizzas con base de berenjena o coliflor, crepes de espinacas… Puedes cambiar ingredientes de las recetas más clásicas que suelen gustar a niños y niñas y sustituirlas por verduras.
3. Platos divertidos. Puedes crear caras o paisajes, corazones o estrellas en el plato para que a los peques les resulte más divertido. Porque con la comida SÍ se juega. También puedes elegir platos con fondos ilustrados con sus personajes favoritos, así puede que quieran acabar todas las verduras del plato para descubrir qué hay al fondo.
4. Juega con los colores. Hay verduras que tienen colores muy llamativos. ¿Por qué no usarlos para crear un plato lleno de color? Al fin y al cabo, la comida muchas veces entra por los ojos, así que nada mejor que aprovechar sus colores vistosos para alegrar el plato de los peques.
5. Prueba con diferentes texturas y opciones. Puede que a tu peque no le gusten los purés de verduras o, sencillamente, esté aburrido de comerlas siempre igual. Prueba diferentes texturas de alimentos y a hacer diferentes presentaciones hasta dar con una que le encante a tu peque. También hay que aceptar sus gustos. Normalmente, para que acepten un alimento nuevo hay que ofrecerlo unas 10 veces. Pero si insistes y no hay forma con uno en concreto, hay que probar otras opciones y dejarlo para más adelante. Al fin y al cabo ¡hay mucha variedad de verduras y hortalizas para llevar a la mesa!
6. Cultivad vuestro propio huerto. Si tienes sitio en casa, puedes optar por sembrar y cuidar vuestras propias verduras. Si las cuida, las riega y ve cómo crecen para acabar recolectándolas, es probable que sienta más curiosidad por comerlas.
7. Haz con ellos recetas de verduras para niños fáciles. Hay multitud de recetas de verduras fáciles y rápidas. Puedes probar a hacer smoothies de verduras o tempura de verduras. A los peques les encanta empanar alimentos, así que podemos optar por pasar la verdura por harina especial de tempura y luego introducirla en el horno. Otro clásico que nunca falla son las brochetas de verduras, ya sean frías, con tomates, pepino y zanahoria; o calientes con calabacín, berenjena y pimiento.

Y, por supuesto, no tardes. Lo ideal es introducir las verduras desde el inicio de la alimentación complementaria en torno a los 6 meses de vida. Así los peques lo considerarán un alimento más en su dieta y tenderán a aceptarlo como cualquier otro. Eso sí, hay que evitar las verduras de hoja verde, que no se deben ofrecer hasta el año para evitar el Síndrome del bebé azul.

Las verduras, imprescindibles en una dieta equilibrada

Las verduras y hortalizas son fuente de vitaminas, sales minerales como el potasio, calcio, hierro, magnesio, socio y zinc; fibra (fundamental para evitar el estreñimiento), antioxidantes y agua (clave para mantenernos hidratados). Por ello, su presencia en la alimentación diaria es imprescindible. Especialmente en el caso de los más peques. ¿El motivo? Los hábitos que inculquemos a nuestros hijos e hijas en su primera infancia, determinará las costumbres en su vida adulta.

Pero además, les ayudará a mantener fuertes sus defensas de cara a futuras infecciones. Y al ser bajas en calorías y libres de grasas vacía, son clave en una dieta equilibrada para evitar la obesidad y el sobrepeso infantil.

¿Buscas recetas de verduras para gente que no le gustan? ¿Tu peque rechaza constantemente las verduras y ya no sabes qué hacer para que las acepte? En la Tribu CSC cuentas con un equipo de expertos/as que pueden ayudarte y a los que puedes consultar todas tus dudas. Entre ellos, se encuentra la dietista-nutricionista Rebeca Pastor o la pediatra Gloria Colli.

Además, podéis descargar gratis la app de Criar con Sentido Común tanto para plataformas Apple como para plataformas Android, y tenéis una semana gratis para probar todas las ventajas de la membresía a la Tribu, realizar todos los cursos online disponibles y consultar a nuestros/as especialistas.