Las inyecciones para diabéticos también ayudan a adolescentes obesos

Un estudio ha demostrado que los adolescentes obesos también pueden ser tratados con semaglutida, una hormona que se usa para tratar la diabetes y que se ha demostrado eficaz a la hora de combatir la obesidad en adultos.

Según el estudio presentado en el congreso Obesity week 2022 y publicado en The New England Journal of Medicine, las inyecciones de semaglutida consiguen regular las áreas del cerebro encargadas del apetito y la ingesta de alimentos. Su efecto ya se había demostrado en personas adultas, pero ahora se extiende también a los adolescentes. Y todo con gran efectividad y sin efectos secundarios.

Así, según los investigadores, el tratamiento con inyecciones de semaglutida ayudan a los adolescentes a perder peso, pero además permiten mejorar su salud al evitar otras enfermedades que suelen estar asociadas a la obesidad. Entre ellas, se encuentran la diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas, apnea del sueño, ciertos tipos de cáncer o la enfermedad del hígado graso no alcohólico. A ello se suma que la obesidad (especialmente en adolescentes) conlleva un mayor riesgo de sufrir problemas psicológicos como depresión, ansiedad o baja autoestima.

¿Qué es la semaglutida y cómo ayuda a los adolescentes obesos?

La semaglutida es un medicamento que se utiliza para el tratamiento de la diabetes, pero su uso se ha extendido para tratar la obesidad después de que diferentes estudios demostraran que el uso de la molécula semaglutida ayudaba a los obesos a perder peso. En el año 2021 fue aprobado su uso para el control crónico del peso en adultos con obesidad o sobrepeso.

En concreto, la semaglutida imita a la hormona péptido-1 similar al glucagón, que logra engañar a las áreas del cerebro encargadas de disminuir el apetito y mejorar el control de la alimentación.

Los resultados del uso de semaglutida para tratar a los adolescentes obesos

Según el estudio, los adolescentes que recibieron una inyección de semaglutida una vez a la semana consiguieron reducir un 16,1% el índice de masa corporal (IMC), frente a los que recibieron una inyección de placebo, en cuyo caso el IMC aumentó un 0,6%.

Para realizar el estudio, los investigadores contaron con 201 adolescentes de entre 12 y 19 años con obesidad o sobrepeso. Estos se dividieron en dos grupos y cada uno de ellos recibió inyecciones de 2,4 mg de semaglutida o placebo, además de información sobre nutrición saludable y actividad física.

Después de aplicar el tratamiento durante 68 semanas, el 72,5% de los jóvenes a los que se inoculó semaglutida consiguieron perder al menos un 5% de peso, mientras que de los que recibieron placebo, solo un 17% logró bajar algo de peso (sin especificar cuánto).

La obesidad, un problema de salud pública

La obesidad infantil es uno de los principales problemas de salud pública en todo el mundo, aumentando de forma considerable en Europa en los últimos años. No en vano, más de un 30% de niños de entre 4 y 12 años tienen sobrepeso u obesidad infantil, según Save The Children que revela además que España es, después de Chipre, el país europeo con la tasa de obesidad más alta hasta antes de la pandemia del Covid-19.

Aunque se estaba detectando un descenso paulatino hasta el año 2017, lo cierto es que la pandemia no ayudó a seguir mejorando las estadísticas. El confinamiento conllevó semanas de sedentarismo, uso de las pantallas y desajustes en el sueño infantil, además de hábitos alimenticios poco saludables para niños y adultos.

Por su parte, el estudio Physical Activity, Sedentarism and Obesity in Spanish Youth sitúa el exceso de peso en España durante la adolescencia en el 32,5%, considerándose una epidemia entre los adolescentes. Eso sí, según el estudio, las cifras permiten ser algo optimistas: la obesidad en nuestro país se ha reducido del 17,3% al 9,7% y el sobrepeso desciende ligeramente al 22,8.

Ante estos datos preocupantes, el Gobierno presentó el pasado mes de julio el Plan estratégico nacional para la reducción de la obesidad infantil (2022-2030) en el que pone a los niños, niñas y adolescentes obesos en el foco de la estrategia, creando ecosistemas que fomenten estilos de vida saludables, reforzando los servicios públicos, protegiendo su salud y provocando un cambio cultural en la sociedad.

Entre las líneas de actuación que propone el plan, se encuentra favorecer la actividad física y el deporte; promover la alimentación saludable, el descanso adecuado y los estilos de vida saludables; y garantizar la protección de la salud de la infancia, entre otros.

Si tienes alguna duda sobre salud o nutrición infantil, en la Tribu CSC cuentas con un equipo de expertos que pueden ayudarte. Entre ellos, se encuentran la pediatra Gloria Colli y la dietista-nutricionista, Rebeca Pastor.