La historia del orgulloso papá que «amamantó» a su niña en ausencia de mamá

Hace unos días un hombre, papá reciente, publicó en su página de Facebook un estado con tres fotos con su bebé en brazos. Nada raro hasta aquí, si no fuera porque en las tres fotos estaba «amamantando» a la niña, y entrecomillo la palabra porque todo era, como dice el padre, un poco fake. Vamos, que le ofreció su pezón como fake nipple (falso pezón), en una secuencia de imágenes que ya lleva más de 6 mil comentarios y que ha sido compartida casi en 30 mil ocasiones.

Nació mediante cesárea de urgencia

La historia comienza aquí, con un parto que se complicó y que acabó en cesárea de urgencia. Esto no explica las fotos, claro, porque es muy habitual que después de una cesárea, aun de urgencia, el bebé haga la primera toma con su madre, April Neubauer. En algunos casos incluso el bebé puede quedarse con ella, vigilados y controlados por la pareja y, en caso de complicación, por el personal sanitario.

Pero no fue así en este caso, y el bebé tuvo que quedarse con el padre mientras la madre se recuperaba. Su nombre es Maximillian Kendall, y no tuvo reparos en prestar su pezón y sus brazos a su niña cuando una enfermera le sugirió que fuera él quien le ofreciera el pecho a su bebé.

Al parecer, el momento de volver a juntarse la bebé y la mamá se atrasó porque hubo complicaciones (como consecuencia de una preeclampsia quedó inconsciente durante el parto, llegando incluso a convulsionar), y ante la necesidad de empezar a ofrecer algo de alimento a la pequeña, la «enfermera súper radical» (así habla el papá de ella), le ofreció la posibilidad de hacerlo a él, pues era seguramente el modo más natural de hacerlo.

«Muero de amor»

Esto es lo que dijo la amiga que me compartió la historia, que le parecía un gesto precioso, muy tierno, y totalmente adorable. Las imágenes de un papá que, con una pezonera, una sonda y una jeringa con un poco de fórmula para bebés se ofreció, según dijo, «en honor a todas las madres», a hacer algo que jamás habría imaginado hacer: amamantar a su niña para que pudiera comer en brazos de papá, con el calorcito de su piel, a la espera de que por fin llegara mamá.

A la hora de valorar el gesto, pensando en la bebé, parece buena idea que pueda mamar de lo más parecido a un pezón mientras no tenga el de su madre; pensando en la madre, sabemos que agradeció que su niña pudiera estar lo mejor cuidada y querida posible, y pensando en el padre… ¿qué pensáis? Un impulso impresionante al vínculo de amor y responsabilidad desde el minuto cero: alucinó y se enamoró aún más de su niña, seguro.

En la revista People, de hecho, lo expresó de este modo:

Al ver que no era un experto amamantando, al principio fue un poco incómodo. Estoy muy feliz de tener un par de enfermeras que sabían lo que estaban haciendo. Nunca pensé en un millón de años que llegaría a amamantar a un bebé. En el momento en que la sacaron, fue difícil contener las lágrimas. Fue amor instantáneo, es mi bebé. Estaba realmente feliz de poder estar allí para ella. Fue torpemente mágico.

Horas más tarde, cuando April recuperó la conciencia, se alegró al descubrir que Maxamillian se había hecho cargo de la situación de esa manera:

Al final hicimos lo que queríamos hacer. Hicimos piel con piel y amamantamos como lo habíamos planeado, simplemente no estaba conmigo.

Ahora la pareja ya está en casa con su niña, así que solo nos queda desearles que vaya todo muy bien, y agradecerles el que hayan compartido su historia. Al parecer, eran muchos los padres a los que las enfermeras les habían ofrecido hacerlo, en ausencia de las madres, y Maximillian fue el primero en decir que sí, que por su hija, lo que fuera.