Nada más nacer, aún unidos por el cordón umbilical, pondrán al recién nacido en contacto piel con piel con su mamá. De esta manera el bebé se adaptará mejor al nuevo medio que se acaba…
Las sesiones fotográficas de recién nacidos en estudios profesionales se ha convertido en todo un reclamo. Esta nueva moda está impulsada, sobre todo, por la necesidad de compartir la mejor imagen posible de nuestro retoño en las redes sociales.
Sin embargo, ¿sabemos lo peligroso que es forzar la postura de un bebé recién nacido? ¿Dejamos a nuestros hijos en manos de profesionales expertos, no solo en fotografía, sino en manipulación de bebés? ¿Conocen ellos la importancia de manipular con cuidado al recién nacido y saben cómo hacerlo?
Un fotógrafo especializado
La mayoría de las familias solemos escoger un estudio fotográfico por la cercanía a nuestro hogar, la recomendación de algún amigo o el reclamo publicitario; pero ¿preguntamos algo más que el precio a la hora de elegir fotógrafo? ¿Sabemos cómo llevan a cabo la sesión? ¿Todos los estudios especializados en sesiones de fotos a bebés tienen el seguro apropiado? ¿El bienestar del bebé está siempre asegurado?
Debemos tener en cuenta que este tipo de sesiones se realizan cuando el bebé es menor de 30 días, ya que así su cuerpecito es más maleable, pero también mucho más delicado. Por este motivo, es importante elegir un experto especializado en fotografía de bebés y recién nacidos, ya que será el responsable último de la seguridad y el bienestar del bebé.
En este tipo de sesiones los fotógrafos expertos se toman su tiempo, respetando las necesidades del recién nacido de descanso, de alimentación y de higiene. Saben que, durante la sesión, lo más importante es el bienestar, la seguridad del bebé y que nunca se debe forzar su postura natural. Después, en la posterior edición de las imágenes, se pueden añadir efectos de postproducción sin poner en riesgo la salud del pequeño.
Tranquilidad y pocos estímulos
Durante sus primeros días de vida el bebé se enfrenta al mundo extrauterino, un entorno totalmente desconocido y estresante para él. Acaba de llegar a un lugar nuevo donde todo es extraño, colorido y ruidoso. Necesita mucha tranquilidad y contacto físico para ganar seguridad y confianza hasta que se adapte al medio.
Por eso, lo ideal es que el profesional se desplace a casa y no al revés. Siempre es mejor no sacar al pequeño de su hábitat. De hecho, cada vez son más los profesionales que ofrecen este tipo de servicio. Al fin y al cabo, a los bebés no se les puede pedir que posen. Sus gestos y muecas naturales son las que se aprovechan para inmortalizar sus primeros días de vida. Y para ello, cuanto más relajado y confortable esté el pequeño, mejor.
Cómo elegir fotógrafo y cómo ha de desarrollarse la sesión
Resulta inquietante el aumento de estudios fotográficos que hoy en día ofrecen sesiones de fotos para recién nacidos. Además, sus tarifas cada vez son más competitivas y, en muchas ocasiones, realmente tentadoras. Sobre todo teniendo en cuenta la cantidad de requisitos que exige trabajar con bebés…
Para estar seguros de que no se pone en riesgo a nuestro bebé, es conveniente seguir una serie de recomendaciones a la hora de elegir fotógrafo:
- Que tenga seguro de responsabilidad civil (importante en este tipo de sesiones).
- Valorar también en la experiencia y trayectoria del fotógrafo, su portafolio con otros trabajos.
- Realizar una sesión de recién nacido lifestyle. Es decir: el fotógrafo no hace posar al bebé, sino que aprovecha sus posturas naturales.
- Que tenga siempre un ayudante o a la madre o al padre al lado del bebé, para poder asistirle de inmediato si así lo necesita el pequeño.
- Si la sesión es en estudio, es importante que esté bien climatizado y en condiciones óptimas de higiene.
Y, por supuesto, debemos priorizar el bienestar y la seguridad de nuestro bebé en todo momento y no obsesionarnos con determinadas fotografías o posturas que hayamos visto en Internet, porque hay más edición de la que creemos.
En Internet no todo es real
Muchas de esas preciosas fotografías de bebés que encontramos por las redes sociales son composiones de dos o más imágenes. A menudo, los fotógrafos infantiles hacen que los papás sujeten a los pequeños para simular un efecto determinado. Después, con un programa de edición, hacen desaparecer las manos del ayudante o los papis.
Por eso, es frecuente que los especialistas pidan la colaboración de los padres. No debe tomarse esto como un signo de poca profesionalidad, sino todo lo contrario. Los recién nacidos necesitan sostén porque sus cuerpecitos no tienen la fuerza necesaria para sujetar su propio peso, ni hay que arriesgarse a que se caiga de la superficie donde se le está fotografiando.
Y, sobre todo, no debemos insistir en una postura determinada que haga estar al bebé incómodo. Si al manipularle protesta, llora, se irrita, se pone nervioso, se queja o no deja de moverse lo mejor es respetarle y que sea él quien elija cómo quiere colocarse.
También hay que tener en cuenta el permiso de difusión que tendrán las imágenes con vuestro peque de protagonista. Lo habitual es firmar un contrato con el fotógrafo o la fotógrafa en el que se detallan los términos del acuerdo. Es lógico que al profesional le interese mostrar su trabajo y así darse a conocer, pero al tratarse de un menor de edad, los padres deben autorizarlo.
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