Cada año, según la Organización Mundial de la Salud, suceden nacen 15 millones de bebés prematuros. La mayoría, el 80%, entre las 32 y las 37 semanas de gestación. Actualmente, es la segunda causa de fallecimiento en menores de cinco años, después de la neumonía.
Aunque los bajos ingresos del país puede suponer una gran diferencia, la tasa de los partos prematuros va en aumento en todo el mundo y en Estados Unidos representa el 12% de los nacimientos. En España nacen cada año 30.000 bebés antes de tiempo. El 10%, una de las tasas más altas de la Unión Europea.
Acción global sobre nacimientos prematuros
La OMS publicó una guía de apoyo y acción para la prevención y tratamiento de estos casos en todo el mundo. Y es que, las tres cuartas partes de estas muertes y secuelas podrían evitarse con medidas relativamente sencillas de aplicar, sin necesidad de cuidados intensivos neonatales.
El enfoque para prevenir los nacimientos prematuros y reducir las muertes de bebés prematuros consiste básicamente en el tratamiento térmico (gracias los cuidados piel con piel), el apoyo la lactancia materna temprana y exclusiva, la prevención de infecciones (entre las medidas más frecuentes el correcto cuidado e higiene del cordón umbilical y la piel), y, si es necesaria, la reanimación neonatal.
Se estima que, con estas medidas, además del acceso a medicamentos y equipos esenciales, y establecimientos de salud limpios con personal sanitario cualificado, en el año 2030 podrían evitarse casi el 68% de las muertes de recién nacidos.
A qué problemas de salud se enfrentan los bebés prematuros
Estos niños y niñas se dividen en subcategorías, según la semana de gestación. Si nacen antes de la semana 28, se consideran prematuros extremos; entre las 28 y 32 semanas son muy prematuros; y si es entre las 32 y las 37 semanas de embarazo van de prematuros moderados a tardíos.
El estado de salud dependerá de varios factores, entre ellos esta subcategoría. Pero las patologías principales están derivadas de la inmadurez general junto a la hipoxia, por la ineficacia de los pulmones tras dejar de recibir el oxígeno a través de la placenta. Por lo que el distrés respiratorio es la primera causa de mortalidad pretérmino, pero también hay otras patologías como el neumotorax, la hipertensión pulmonar, el edema de pulmón, las neumonías infecciosas o aspirativas…
La hiperbilirrubinemia también es muy frecuente, debido a la inmadurez hepática y ralentización del tracto digestivo. La bilirrubina se acumula en la sangre del recién nacido. Esto es un hecho fisiológico, pero hasta ciertos niveles. Superados unos límites benignos, podría ser tóxica y causar daños cerebrales.
Los problemas de circulación de la sangre y del oxígeno, dichas afecciones digestivas y la escasa capacidad para combatir infecciones hacen más propensos a los prematuros a padecer Enterocolitis Necrotizante. Una enfermedad grave, en la que se inflaman los tejidos del colon pudiendo llegar a faltarle oxígeno y necrosarse. El riesgo de esta enfermedad aumenta considerablemente con el uso de leche de fórmula (siete veces más); por lo que si la leche de su propia madre no es posible, la opción preferible es la leche materna donada.
Además, como decíamos, el sistema inmune es más incompetente que el de un bebé nacido a término, por lo que son mucho más vulnerables a infecciones. Todo esto también conlleva la incapacidad de contener la infección, y por eso puede complicarse en una grave sepsis con focos secundarios.
Asimismo, una vez superado el ingreso hospitalario, el riesgo de muerte súbita se multiplica por tres en prematuros nacidos con un peso inferior a 2.500 gramos, respecto a un recién nacido a término. Y son más propensos a infecciones de vías altas de repetición, con frecuentes reingresos.
Por qué es tan importante la lactancia materna
Uno de los motivos para que el apoyo de la lactancia materna esté entre las principales medidas para reducir el porcentaje de muertes en bebés prematuros es el poder demostrado que tiene practicar piel con piel. Y es que son muchas las horas que una mamá se pasa pegada a su bebé cuando le da teta, ayudándole en el control de la temperatura, la frecuencia cardiaca, la presión arterial y el estrés.
Además, ya sabemos de la magia la leche materna, que se modifica y adapta a las circunstancias en cada momento. También cuando el bebé nace antes de llegar a término, entonces los superpoderes del calostro son incluso más importantes. En concreto, contiene más defensas, como la immunoglobulina IgA, lisozima, lactoferrina, macrófagos, linfocitos, neutrófilos… y mayor cantidad de proteínas.
Gracias a estas sustancias inmunológicas, el bebé estará más protegido ante todas las infecciones que comentamos antes, precisando menos intervenciones y, por lo tanto, reduciendo la exposición a nuevas infecciones. Además, está demostrado que el hecho de que la madre pueda hacer piel con piel en la unidad de neonatología, influye en que genere anticuerpos frente a las bacterias nosocomiales (las presentes en los hospitales), y los pase a través de su leche a su bebé, por lo que le añadirían una protección extra.
Su composición también la hace más digerible y se tolera mejor, ayudando a esa inmadurez intestinal y ralentización del tracto digestivo. Igualmente, la motilina que se encuentra en el calostro tiene efecto laxante, facilitando la eliminación de la bilirrubina a través de las deposiciones frecuentes.
También protege frente a la Enterocolitis Necrotizante, además de por las sustancias inmunológicas, porque se ha descubierto que alimentar al bebé prematuro con leche artificial, aumenta considerablemente el riesgo de padecer dicha patología.
Lactancia materna más allá de los primeros días
Hemos visto cómo la lactancia materna es prácticamente el mejor medicamento para un bebé prematuro durante sus delicados primeros días y semanas. Pero si continuamos con ella, sus ventajas van a acompañarle prácticamente toda la vida. Por ejemplo, los ácidos grasos de cadena larga que contiene la leche materna hacen que mejore el desarrollo neurológico.
Asimismo, ha quedado demostrado en diversos estudios y metaanálisis, que la lactancia materna al menos hasta los seis meses de edad actúa como factor protector del Síndrome de la Muerte Súbita del Lactante. Eso sí, hay que recordar que en casos de bebés prematuros no estaría recomendado el colecho en la misma cama las primeras semanas de vida.
Respecto a las enfermedades respiratorias, se sabe que los niños y las niñas nacidos prematuros (sobre todo si tienen displasia broncopulmonar DBP), son más propensos a las infecciones respiratorias, tanto justo después del nacimiento como en los siguientes años.
Incluso se asocian a más ingresos hospitalarios durante los dos siguientes años de edad, principalmente por sibilancias, neumonías e infecciones por VRS. Incluso, aunque en menor medida, se sigue observando un importante porcentaje de disfunciones respiratorias en niños y niñas con DBP a los cinco años de edad.
Aunque hay pocos estudios al respecto en niños y niñas mayores de un año, sí sabemos que la lactancia materna exclusiva disminuye la incidencia de las enfermedades respiratorias durante el primer año si el bebé es o ha sido alimentado al menos entre cuatro y seis meses con leche materna en exclusiva.
Medidas de apoyo y acompañamiento específico para fomentar la lactancia
Es por todo esto que la OMS sitúa como una de las principales medidas para reducir el número de muertes de bebés prematuros, la protección y el fomento de la lactancia materna. Aunque realmente queda mucho por hacer, ya que a pesar de todo esto, la tasa de bebés prematuros amamantados es muy baja.
Las complicaciones son varias, como la dificultad de succión en grandes prematuros o los horarios de visita en neonatología, que impiden una lactancia a demanda. Sin embargo, es importante hacer un esfuerzo para facilitar a las madres y sus bebés instaurar la lactancia, incluso en diferido, si así es la única manera al principio.
El apoyo y acompañamiento de las madres y los padres de bebés prematuros también resulta indispensable. Resulta muy duro porque nada es como esperabas, y las dudas y los miedos se multiplican. En la Tribu CSC contamos con expertos y expertas que os pueden asesorar sobre los cuidados específicos y sobre las herramientas para lograr la lactancia materna; además de una gran familia de apoyo que incluso puede compartir sus propias experiencias.
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1 responses on "La lactancia materna y el piel con piel disminuyen las infecciones en bebés prematuros"