Día Internacional del Beso – Los besos no se piden, los besos se regalan

Todos sabemos que los niños (y niñas) pequeños son graciosísimos, dulces, inocentes y tan achuchables que apetecería estar todo el día estrujándolos y dándoles besos. Son tan preciosos que a muchos adultos les encanta que nos muestren su afecto, y aquí está el problema: quieren que lo muestren, y quieren que lo hagan a través de un beso, algo que ellos apenas saben qué es, para qué sirve ni por qué hay que darlo. Por eso, los besos no se piden.

Tengo tan claro esto, desde siempre, que nunca pido besos a los niños ni niñas, ni como padre he pedido a mis hijos que besen a los demás. Y es que los besos no se piden. Los besos se regalan.

¿Qué son los besos?

Sé que no hace falta buscarlo en un diccionario, pero tampoco cuesta mucho y puede servir de referencia. Según la definición de la RAE, un beso es:

Tocar u oprimir con un movimiento de labios, a impulso del amor o del deseo o en señal de amistad o reverencia.

Y eso es lo que hacemos los adultos. Nos besamos por amor, nos besamos por deseo, y nos besamos para saludarnos o al conocernos:

• Cuando besamos por amor, está claro que hay cariño implícito.
• Cuando besamos por deseo, puede haber cariño, pero no es indispensable.
• Cuando besamos para saludarnos o al conocernos, pues depende. Puede haber cariño, si es alguien con quien tienes ese sentimiento; puede no haberlo si besas por cortesía; y puede simplemente ser un formalismo, el que tienes cuando acabas de conocer a una chica en un ambiente informal (o a un chico si tú eres chica… porque yo, como hombre, no doy dos besos a otro hombre al conocerlo, sino la mano). Y ojo, que en esta tercera opción, ¡hay gente que ni siquiera te da un beso! Te plantan el pómulo y la mandíbula, chocan contra tu cara a uno y otro lado y ni siquiera hacen el «beso al aire»… así que ¿eso cuenta como dos besos?

Entonces, si para saludarnos damos dos (2) besos, y solo damos un (1) beso cuando hablamos de amor y deseo, ¿por qué pedimos un (1) beso a un niño o niña? Porque quitando el deseo, que no ha lugar, solo nos queda el amor, el cariño. ¿Acaso nos aman? Porque si no es así, no deberías pedirle un beso. Y si es así, ¿no deberían escoger ellos cuándo besarnos?

Aprendiendo las emociones y su expresión

Que a un niño le da igual que seas su abuelo, o su tía. Si no te tiene confianza porque apenas te ve, si no siente cariño, no saldrá de él darte un beso. Y si no sale de él porque no tiene el afecto y la confianza suficiente, no deberías esperar un beso de su parte, ni mucho menos pedírselo. Y por supuesto, no deberías condicionarlo a un chantaje: «Pues si no me das un besito no te doy lo que tengo para ti».

Porque esta frase en boca de la abuela no parece muy horrible, pero en boca de un desconocido ya no suena tan bien, ¿no? Y para el niño, si no tiene confianza, ambos son desconocidos a un nivel similar, porque son confiados por naturaleza.

Digamos que tenemos que ayudarles a comprender el mundo de los sentimientos y las emociones, y a saber que las muestras de cariño deben darse a aquellas personas hacia quien lo sientan. Y no lo contrario… no dar besos de manera arbitraria para regocijo de los demás adultos, ni para el nuestro, como padres, y por eso no deberíamos instarles a dar besitos a los demás.

Por que los besos no se piden, se regalan.

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