Hoy voy a hablaros de un área que me encanta de la pedagogía Montessori: la Educación Cósmica. María Montessori dedicó gran parte de su vida a educar en la etapa más importante del ser humano,…
Desde hace unos años, al trabajar como enfermero de pediatría y ser responsable de dos colegios de la zona del centro de atención primaria, hago charlas de educación sexual a los niños y niñas que pasan por sexto, sobre los cambios puberales.
Cambios puberales y educación sexual
Están en su último año de colegio, meses antes de pasar al instituto, y en las puertas de todos los cambios que van a vivir a nivel físico, psíquico y social, y aunque la charla no da para mucho, porque es algo así como una hora y media con ellos, al menos tienen durante un momento a un adulto que les habla cara a cara, que les explica los cambios que van a vivir, que les pregunta constantemente qué saben y qué piensan, y que les informa para que ellos se hagan sus propias ideas y esquemas sobre lo que les va a pasar a ellas/os y a sus amigas/os.
Cambios como el tono de voz, el cambio de la forma del cuerpo, la aparición del acné, de la menstruación, de las poluciones nocturnas, del humor, la aparición de sentimientos de atracción hacia otras personas, del instinto sexual y de reproducción, de la posibilidad de un embarazo adolescente…
Y siempre, porque el tema incita a ello, acaban preguntando un montón de dudas que tienen sobre relaciones sexuales, sobre la masturbación, si las chicas también pueden hacerlo… Y la mayoría descubren algo que casi nadie sabe qué es ni dónde está: el clítoris.
Con 12 años algunas chicas ponen cara de curiosidad, y otras ponen cara de asco, pero parece que es la primera vez que alguien les dice que tienen algo llamado clítoris (muchas descubren incluso que tienen una vagina y un meato urinario, porque ni siquiera saben decir si tienen uno, dos o tres agujeros en sus genitales).
No confían en los padres para hablar de todo ello
La clase de educación sexual dura unos 80-90 minutos en los que intento que vean la responsabilidad de sus posibles actos y deseos, y que comprendan el porqué de todos estos cambios y el respeto que deben tener a su cuerpo y al del resto de personas.
Si lo consigo más o menos, no lo sé, pero os puedo asegurar que lo hago lo mejor que sé y puedo, para hablarles sin tapujos. Recuerdo que en una de las charlas salió el tema del porno. Me di cuenta de que muchos estaban ya accediendo a ello (lógico, con lo fácil que es hoy en día), y ante la situación de ver que estaban «aprendiendo» qué eran las relaciones sexuales con penetración mediante ese medio, tuve que avisarles del mal ejemplo que en realidad supone: «Ahí solo se ven cuerpos poco realistas, hombres con el pene muy grande, mujeres voluptuosas, y lo peor, unos comportamientos de dominación nada saludables y muy irrespetuosos. En muchos casos, podríamos decir que son violaciones, por cómo los hombres tratan a las mujeres en muchos de esos vídeos».
Y al final de estas charlas siempre les pregunto: «Veo que tenéis muchas dudas sobre este tema… ¿A quién se las preguntáis habitualmente?«. Y excepto algún caso muy puntual, la respuesta siempre es «A nadie«. «¿No habláis con vuestra madre o vuestro padre sobre esto?«, y como si hubiera dicho una locura, todas/os se escandalizan, como si fuera algo impensable, absurdo e imposible de plantear.
Y es en ese momento, les animo a que lo hagan, a que esa misma tarde les digan que hemos estado hablando de este tema, que han aprendido tal o cual cosa, y que aún les quedan algunas dudas sobre la sexualidad y el sexo que quizás puedan ayudarles a resolver. O simplemente que les pregunten si, en caso de que un día aparezcan (las dudas), podrán contar con ellos. Porque los padres dirán seguramente que sí.
Pero el problema es ese, que son ellos los que tienen que hacer el acercamiento sobre un tema que aún se considera tabú, que aún no sabemos cómo tratar con nuestros hijos e hijas, y que están aprendiendo de lo que hablan entre ellos, de lo que aprenden en las clases del sistema reproductor, de lo que ven en la tele, en los vídeos de internet y en vete tú a saber dónde.
Educación sexual infantil
Por eso en Criar con Sentido Común decidimos dirigirnos directamente a vosotros, los padres y madres, para que no dependan de terceras personas, ni de todos esos medios que se lo van a contar mal, o muy mal. Que les van a hablar de una belleza imposible de alcanzar, y les van a mostrar unos comportamientos sexuales depravados y deleznables.
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