Cómo cuidar la piel de los niños por el uso de las mascarillas

Aunque para los más optimistas a la pandemia del Covid-19 le queda poco, lo cierto es que aún hay elementos que recuerdan que los contagios aún se producen (e incluso ascienden en algunos países). El uso de las mascarillas es, seguramente, el más visible. Pero ese uso continuado en los niños, con pieles más delicadas que la de los adultos, les puede pasar factura. En este post explicamos cuáles son los principales problemas que pueden aparecer y cómo prevenirlos.

Uso de mascarilla obligatoria para mayores de seis años

El uso de las mascarillas sigue siendo obligatoria en interiores. Y es obligatoria para las personas mayores de seis años. Esa obligatoriedad se incluye en las directrices acordadas por el Ministerio de Sanidad con la Conferencia Sectorial de Educación que se firmaron en el mes de agosto.

La mascarilla no está recomendada para niños menores de tres años. Y es difícil, reconoce Sanidad, asegurar un uso adecuado entre los pequeños de dos a cinco años. Hay otras circunstancias en las que no es recomendable el uso de mascarilla, como dificultades respiratorias que se agravan con ella o en el caso de personas con discapacidad.

El Ministerio de Sanidad recomienda el uso de mascarillas higiénicas reutilizables, «ya que posibilitan una adecuada protección y una mejor respirabilidad, además de ser una opción más sostenible». Para la población más vulnerable para el Covid-19 «se puede plantear el uso de mascarilla higiénica o mascarilla quirúrgica u otras si así se lo indican sus profesionales de referencia».

¿A qué peques le puede afectar más el uso de la mascarilla para niños?

Los efectos más negativos de las mascarillas no lo sufren los niños, sino los sanitarios. Estos llevan la mascarilla de forma continuada, en ocasiones durante más de 12 horas. También les afecta más a las personas que tienen la piel más sensible o tenían problemas previos como acné o piel seborreica o atópica.

En el caso de los niños, lo habitual es que no lleven la mascarilla tantas horas. Incluso en el colegio, las horas en el patio, el comedor o las actividades deportivas pueden liberarles de las mascarillas un rato. Así que los efectos no suelen ser generalizados. Sin embargo, sí puede afectar el uso de la mascarilla en la piel del niño si este sufre algún trastorno como dermatitis atópica o seborreica, acné o similar. También a menores con alergia o que tengan pieles muy sensibles a las que les afecta la humedad o la sequedad.

¿Cuáles son los principales problemas en la piel de los niños por el uso de la mascarilla?

Los problemas se suelen concentrar en la zona que cubre la mascarilla. Es decir, nariz, boca y mentón. También afecta a la zona alta de los pómulos (por debajo de los ojos) y detrás de las orejas. En este último caso, la presión o roce de la goma que sujeta la mascarilla puede provocar irritación o rojez. Las mascarillas tipo FFP2 también puede generar molestias en el puente de la nariz y los pómulos por su rigidez.

Los problemas más habituales que presentan los niños por las mascarillas son granitos, picor, irritación o dermatitis por contacto. Esta se produce por el contacto con alérgenos del material del que se componen determinadas mascarillas. También se dan casos de dermatitis perioral que es similar a la rosácea. Suelen aparecer pequeñas protuberancias rojas en la parte inferior de la cara, en la nariz y alrededor de la boca.

Además de una piel sensible o con problemas previos, el calor y el sudor puede empeorar la piel del rostro de nuestros hijos. Y, en el caso de los adolescentes, es posible que la mascarilla empeore el acné previo.

¿Cómo afecta el uso de las mascarillas a las pieles atópicas?

Pero la patología que más puede agravar el uso de las mascarillas (y el gel hidroalcohólico, por cierto) es la dermatitis atópica. Esta afecta a entre un 5 y un 20% de la población en general, pero predomina especialmente en niños y adolescentes (15-20% de prevalencia). El 85% de los casos se diagnostica en los primeros cinco años de vida.

La Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (Seicap) alertó hace un año de que estaba ocasionando problemas cutáneos en la cara de los más pequeños que sufren dermatitis atópica.

«Observamos que el contacto continuo y la humedad que se genera como consecuencia de su respiración taquipneica, sobre todo cuando juegan y realizan actividades deportivas, desencadena brotes de eccemas que les generan mucho prurito”, afirmaba entonces María Teresa Guerra, coordinadora del Grupo de Trabajo de Dermatitis Atópica y Alergia Cutánea de la Seicap.

Un estudio publicado en Acta Dermato-Venerológica de mayo de 2020 halló que cerca de un 20% de quienes usan mascarilla manifiestan picores y que aquellos con dermatitis atópica y otras patologías cutáneas tienen mayor riesgo de desarrollar ese prurito.