¿Que cómo es tener hijos? Tener hijos es comprender que en el embarazo y el parto todos están muy emocionados, pero pronto empiezan a desaparecer. Es darte cuenta de que, al parecer, todos saben criar…
Cuando una persona se convierte en padre o madre, lo habitual es querer al hijo desde el primer minuto de vida y pensamos que ese amor va a ser recíproco. Sin embargo, esto que parece completamente natural, no siempre ocurre. Y es que, aunque sea poco común, en ocasiones, hay hijos que no quieren a sus padres.
Mi hijo no me quiere
A veces no nos damos cuenta de que nuestros hijos e hijas son personas independientes de nosotros y, por tanto, no tienen por qué comportarse y sentir de acuerdo a nuestras expectativas. Es importante entender que el hecho de que un bebé sea nuestro hijo o nuestra hija no implica necesariamente que le queramos y que nos quiera.
Efectivamente, lo habitual es que nuestro punto de partida sea querer a ese hijo recién llegado, pero lo más importante es saber que el amor se construye, se trabaja y se va conquistando poco a poco.
De la misma manera que no nos pueden obligar a amar a alguien, tampoco podemos obligar a nuestros hijos e hijas a que nos quieran. Bien es cierto que, de cómo nos comportemos con ellos, dependerán el tipo de vínculo que establezcamos y la futura relación.
De repente, un día, tu peque de cinco años se enfada porque le has dicho que ya no se puede jugar más rato y te dice un “pues ya no te quiero” que se te clava en el alma. Y entonces piensas “¿será verdad que no me quiere?”. A veces los peques nos sorprenden con estos arranques fruto del enfado momentáneo que no tienen mayor trascendencia, pero, en otras ocasiones, los hijos, efectivamente, pueden no querer a sus progenitores.
¿Por qué ocurre esto?
¿Por qué mi hijo no me quiere?
El hecho de que un hijo no quiera a sus padres suele ser el resultado de la relación que se haya construido con ellos. Por tanto, lo primero es revisar la relación que tenemos con nuestros hijos. Esta se basa en diversos factores, entre ellos:
La atención que les proporcionamos
El primer factor a tener en cuenta sería la atención que les proporcionamos. Si los niños sienten que no son importantes para nosotros, se sentirán menos queridos. Por eso es importante escuchar sus historias, sus inquietudes y sus necesidades aunque nos parezcan poco importantes desde el punto de vista adulto. Así, cuando los niños reciben indiferencia y frialdad, pueden reproducir y devolver después ese mismo modelo.
La disponibilidad
Otro de los factores que puede dar como resultado que los hijos no quieran a los padres es la falta de disponibilidad. Si los progenitores delegan su responsabilidad en terceras personas (abuelos u otros cuidadores) o no muestran interés hacia los hijos o hijas, los niños y niñas podrán desarrollar hacia sus padres sentimientos de abandono y desconfianza porque interpretan que sus padres, de los que esperaban disponibilidad, les han fallado.
El trato recibido
Por supuesto, los hijos e hijas pueden desarrollar desamor hacia los progenitores en los casos en los que se convierten en víctimas de los padres recibiendo cualquier tipo de abuso. Es lógico deducir que el niño va a considerar a su progenitor como un agresor y podrá generar sentimientos de odio, desconcierto y rechazo. Esto también puede suceder en los casos en los que uno de los progenitores manipula a los hijos en contra del otro como en situaciones de divorcio complicadas.
La influencia del entorno
En este punto, cabe indicar que, a medida que son más mayores, la influencia de otras personas del entorno es mayor y puede interferir en la relación que tenemos con nuestros hijos. Si esto se da y, por ejemplo, el grupo social de amigos influye negativamente, es importante poder haber establecido un vínculo fuerte y sano con nuestros hijos para revertir la situación.
El modelo de pareja que ve en sus progenitores
Finalmente, si se convive en pareja, es importante revisar esta relación por si pudiera ser el origen de que los hijos e hijas no quieran a los padres. Si el niño o la niña crece en un entorno en el que hay faltas de respeto, indiferencia o desprecio hacia el otro miembro de la pareja, podrá absorber esa forma de comunicación e imitarla.
Por tanto, si nuestro objetivo es que nuestros hijos e hijas nos quieran, está en nuestra mano facilitarlo. Establecer un vínculo de apego sano es fundamental para fomentar el amor paterno filial.
¿Qué hacer con un hijo que no te quiere? ¿Cómo hacer para que mi hijo me quiera?
Ser capaces de atender adecuadamente sus demandas de cuidado desde el nacimiento, de conseguir canales de comunicación eficaces a medida que crecen, que nos sientan como personas disponibles y lugares de seguridad a pesar de las prisas del día a día y de lo ocupados que estamos, son elementos imprescindibles para querer y que nos quieran.
Y no solo esto. Los seres humanos aprendemos a querer en primera instancia en función de ese vínculo primario que establece con los progenitores. Por tanto, las hijas e hijos que crecen sin querer a sus padres pueden manifestar dificultades no solo en la relación con sus padres sino también con otras personas. Esto hace que sus relaciones futuras de amistad o pareja puedan no ser satisfactorias.
Así, en realidad, a menudo las cosas son tan sencillas como pensar qué queremos para nosotros y dárselo a ellos. ¿Qué solemos necesitar para querer a alguien? Que nos escuchen, que podamos ser, que estén atentos a nuestras necesidades, que nos traten bien, que nos sintamos seguros y que sintamos el afecto. Como podéis ver, nuestros hijos e hijas necesitan exactamente lo mismo que nosotros.
Y, como siempre, en los casos en los que la situación nos desborda porque observamos que nuestros hijos o hijas muestran repetidamente el rechazo hacia nosotros y no sabemos el motivo o no somos capaces de gestionarlo eficazmente, es fundamental contar con un psicólogo especializado en terapia familiar con el fin de mejorar las relaciones familiares y conseguir que nos vuelvan a querer.
Si tenéis dudas o temores sobre el tipo de vínculo que estáis forjando con vuestros hijos/as, podéis consultarnos en la Tribu CSC. Además, podéis descargar gratis la app de Criar con Sentido Común tanto para plataformas Apple como para plataformas Android, y tenéis una semana gratis para probar todas las ventajas de la membresía a la Tribu, realizar todos los cursos online disponibles y consultar a nuestros/as especialistas.
Mi hija me dice que soy mala , siempre tiene palabras de halago para su padre y despectivas para mi..En ocasiones me ha dicho q su abuelo paterno le dice q soy mala, no se que hacer…
La verdad yo me siento igual pienso que no he estado todo el tiempo con ellas.veo que me he equivocado en estar siempre trabajando y no haver estado con ellas. Verlas crecer no se estoy fatal una tiene 19 años y la otra 12 años
Mi hija se acaba de ir a vivir con su papá, dice que la estreso mucho y la verdad no se porque, yo me salí de trabajar para poder estar más tiempo con ellos y cuidarlos y ella decide irse con su papá.
Me siento fatal prefiere que la cuiden otras personas que yo.
Para ella todo lo que dice su papá es correcto u lo que yo hago o digo esta mal.
Hola Anónimo,
Gracias por escribirnos, los/as especialistas no responden consultas en los comentarios, pero sí en la Tribu CSC. Te envío el enlace.
Allí tienes a 19 profesionales a los/as que consultar tus dudas. Entre ellos/as, la psicóloga infantil, Elena Mesonero y la psicóloga para familias Mamen Bueno.
¡Tienes una semana gratis para probar!
https://www.criarconsentidocomun.com/prueba-gratis/?ref=8392
¡Un saludo!
tengo tres hijos y dos de ellos , por un falló que tubo su padre , con el mayor, no pueden verlo y me dicen que yo bien pero que no lo defienda porque no tiene defensa y todo lo que ha hecho bien donde se queda pues dicen que no que al final me quedaré sola con el porque ellos no lo quieren y que yo lo defienda menos y que no, entienden que yo siga y lo defienda
yo trabajaba y la abuela paterna cuidaba de mi hija desde los tres meses. el vinculo con la abuela se profundizaba y conmigo se debititaba. ella no hizo nada por fortalecer mi vínculo. le dije que le hablara de mi y me dijo que no tenía tiempo. cuando tenía 3 años me dijo que la quería criar ella y por supuesto le dije que ella la cuidaba para poder trabajar, pero es mi hija. yo tenía mala relación con la abuela. trate de recomponer el vínculo pero no lo logré. estaba muy dolida porque me desplazó como madre. la relación con el padre era pésima y me separé. De adulta me re lamo que había hecho yo por ella. y que yo le había hablado mal del padre cosa que no hice a pesar de que era un narcisista violento. hace casi dos años que no la veo y con mi nieta de seis años la distancia cada vez es mayor.
Mi hija de 1 año y medio cuando estamos solas es muy linda, pero aparece la niñera o el papá y pareciera que me odia, no me mira a los ojos y me rechaza
Mi hija de 1 año y medio cuando estamos solas es muy linda, pero aparece la niñera o el papá y pareciera que me odia, no me mira a los ojos y me rechaza