Hay niños que sudan más que otros, igual que hay adultos a los que les pasa lo mismo. Suele ocurrir por la noche pero, excepto en algunos casos, no suele afectar a su sueño. Eso…
La fobia a dormir o somnifobia es un trastorno que puede afectar a niños y a adultos. Implica que la persona tenga un miedo irracional a ir a dormir por la creencia de que algo grave le puede pasar mientras duerme. En el caso de la somnifobia infantil puede estar provocada por un miedo, la angustia de la separación o alguna experiencia traumática.
«El miedo a dormir procede de un temor irracional a pensar que algo malo puede pasar mientras duermen», explica Rafaela López, experta en sueño infantil en Criar Con Sentido Común.
«En la práctica, suele estar relacionado con niños que duermen solos. Por lo que acompañarlos o incluso dejar que duerman con sus padres suele arreglar el problema».
En niños muy pequeñitos puede ser una forma más de expresar angustia por la separación. No obstante, si tu hijo tiene esta fobia es posible que necesites asesoramiento. La literatura científica no es muy abundante. Algunas revistas especializadas en psicología sí recogen algunos casos y utilizan el término somnifobia.
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La somnifobia infantil: ¿Qué es?
En el caso de los adultos, la fobia a dormir o somnifobia se considera un tipo de insomnio conjugado con un trastorno de ansiedad. La persona es incapaz de irse a la cama porque tiene un miedo irracional (y por tanto incontrolable) a dormir. Cree que le va a ocurrir algo malo. Esto puede derivar en consecuencias negativas tanto de salud como psicológicas. El sueño es una función vital de nuestro cuerpo. Lo necesitamos para vivir.
Cuando se trata de niños, la somnifobia infantil puede incluirse en la categoría de trastornos del sueño como la nictofobia (miedo a la oscuridad). Según la experiencia de Rafi López, la aparición de la fobia a irse a dormir puede estar motivada por un miedo infantil, pero también es posible que el niño haya podido sufrir algún capítulo traumático, como la muerte de un ser querido.
Síntomas de la fobia a dormir
La somnifobia no es una fobia muy común. Detrás de ella puede haber, como explica Rafi López, otras situaciones escondidas (un trauma, ansiedad, etc). Pero también otros trastornos del sueño como los terrores nocturnos, las pesadillas o el bruxismo que provoca una fobia a dormir porque la persona sufre con antelación «lo que puede pasar por la noche».
La somnifobia infantil (y también la adulta) puede tener distintos síntomas, que pueden aparecer antes de irse a la cama o un vez en ella. La simple idea de dormir genera a estas personas ansiedad y nerviosismo. Incluso crisis de pánico en casos muy graves.
Pero, además, hay otros síntomas como respiración entrecortada y sudoración excesiva, falta de aire, dolor de cabeza, despertares continuos (para los que logran dormirse), etc. Y esto, a su vez, tiene consecuencias en el estado físico del niño: cansancio diurno, cambios de humor repentinos, dificultades para concentrarse y de atención, etc.
Fobia a dormir en un niño de nueve años
La Revista Iberoamericana de Psicosomática recoge en un artículo el caso de un niño de nueve años que tenía fobia a dormir. Se trata del caso de un menor, hijo de padres divorciados, que dormía solo y que empezó a tener problemas para irse a la cama.
Nuestra experta lamenta que en este caso se pusiera el foco en el síntoma (fobia a dormir) y no en las causas. Leyendo el caso, se hace hincapié en la desesperación de la madre por el hecho de que el menor tenía problemas para dormir y para comer. Sin embargo, no se tiene en cuenta (y el menor lo explica en una de las entrevistas) que echaba de menos a su padre (que estaba ausente y del que no tenía noticias) y temía que le hubiera pasado algo.
Es, para Rafi López, un caso que se podría haber solucionado con comunicación y acompañamiento. Y también una muestra de que, muchas veces, algunos adultos pensamos que puede haber un problema cuando en realidad es una cuestión de necesidad infantil a la que no se está respondiendo adecuadamente.
¿Cómo tratar la somnifobia?
Rafi López apunta a que en principio se supera con empatía y presencia. «Muchos de estos casos se solucionan simplemente acompañando al niño», afirma nuestra experta. Pero en caso de que vaya a más y esto perjudique a la salud del niño y le genere excesiva ansiedad, «es conveniente consultar con un psicólogo que le ayude y oriente a la familia». Esta terapia, en cualquier caso, dependerá de cada niño.
En el caso de niños más mayores, «también ayuda racionalizar el miedo». Y es que la fobia a dormir puede estar relacionada con el miedo a tener pesadillas y es eso lo que realmente les asusta.
«Se pueden poner en práctica los trucos de imaginar los sueños antes de dormir, inventar finales felices para las pesadillas, decirle que en los sueños ‘manda él’ y puede cambiar de sueño».
También existen otros recursos como cuentos. En casa tenemos el libro «Yo mataré monstruos por tí» de Santi Balmes y a mis hijas les encanta porque, además de ver a los monstruos de otra manera, las ilustraciones y el diseño del libro son preciosos.
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