Mocos en bebés. ¿Cuándo preocuparse?

Estos son los pasos a seguir antes de acudir al pediatra o al fisioterapeuta respiratorio

Este post se publicó originalmente el 03/02/2021 y ha sido actualizado en fecha 14/09/2024

Los mocos en bebés son un clásico. Creo que casi todas las familias con bebés pasan en algún momento por el estrés de ver cómo su peque va teniendo cada vez más moco.

Y es que siendo el moco una sustancia que se crea de manera protectora en la mucosa de nuestro aparato respiratorio, es normal que en algún momento haya un desequilibrio entre su producción y su sistema de evacuación. Y al final, los mocos en bebés son una de las mayores preocupaciones de las familias.

Sobre todo en el caso de los bebés más chiquitines, que se han pasado nueve meses en un sistema completamente húmedo, sin que sus mucosas tuvieran que trabajar produciendo secreciones.

A menudo digo que no hay que preocuparse por el moco… Como mucho habrá que ocuparse de ayudar al sistema a evacuar el moco que se vaya produciendo en exceso, solamente cuando el sistema no de abasto. Y es que un mínimo de moco siempre tendrá que haber, ya que tiene unas funciones muy importantes.

¿Para qué sirve el moco?

El moco sirve para proteger la mucosa del aparato respiratorio. Con el paso del aire al respirar, si no hubiera moco en sus paredes, las mucosas se resecarían demasiado. Un exceso de sequedad podría dañar las estructuras, haciendo incluso heridas.

 

 

Además, en el moco hay inmunoglobulinas. Así que sin moco, el sistema inmunitario estaría cojo. Por lo que el moco es indispensable. El moco es esencial. Y este moco se va evacuando de manera progresiva gracias al paso del aire, del movimiento bronquial y del movimiento de los cilios (unas escombritas que al moverse van barriendo). El problema llega cuando hay un exceso. Puede haber un exceso en los pulmones, en la garganta y o en la nariz.

¿Qué hacemos cuando hay un exceso de moco?

Para el exceso de mocos de los bebés en nariz o garganta existen un par de técnicas de higiene nasal que funcionan de maravilla. Los fisioterapeutas actualmente recomendamos en un inicio las instilaciones de poco suero con DRR (Desobstrucciones Rinofaríngeas Retrógradas), y si hay mucha acumulación de moco en la zona de los meatos (la zona media de la nariz), recomiendo probar las duchas nasales (aunque hay que ir con cuidado con la posición de la cabeza y la presión de introducción del agua salada). Os cuento las dos técnicas con todo lujo de detalle en el Seminario “Mocos Fuera”, si sois miembros de la Tribu CSC podéis cursarlo de forma gratuita.

 

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La fisioterapia respiratoria también dispone de técnicas para ayudar a evacuar las secreciones excesivas de los pulmones, pero son más complejas de explicar de manera virtual. Si vuestro bebé tiene moco en los pulmones, además de ir al médico, será interesante que vayáis a un fisioterapeuta especialista en fisioterapia respiratoria. El fisio valorará bien el estado de vuestro peque, le sacará mocos de donde haya demasiados y os explicará qué podéis hacer para seguir ayudándole.

Pero volvamos al principio, y es que si estáis leyendo este artículo será porque os preocupa no saber cuándo os tenéis que preocupar cuando vuestro bebé tiene mocosComo decía al principio, más que preocuparse habrá que ocuparse:

  1. Sacando mocos de la nariz y garganta (con instilaciones y DRR o duchas nasales).
  2. Yendo al médico.
  3. Acudiendo al fisio.

El punto número 1 habrá que ponerlo en marcha cuando el bebé no duerma o no coma bien: cuando la tos le despierte demasiado a menudo, cuando no se enganche bien al pecho o no tome bien el biberón porque tiene un tapón en la nariz que no le deja respirar (hay que saber que hasta los 3-6 meses los bebés no saben respirar más que por la nariz… Si está taponada será un problema).

 

Los remedios naturales frente a los mocos y la tos: ¿funcionan?

 

A veces no les molesta ni para comer ni para dormir, pero papás y mamás oís ruidos que os alarman… Si oís ruiditos de mocos podéis hacer limpiezas nasales, pero a veces no eliminan los ruiditos porque son ruiditos que les hacen gracia y los hacen a posta, y a veces son ruiditos de inflamación o de respiración muy fuerte que no se van por mucho que pongamos en marcha sesiones infatigables de perfectas técnicas de higiene nasal.

¿Cuándo acudir al médico por los mocos en bebés?

Habrá que poner en marcha el punto número 2 cuando realmente veamos que la cosa no marcha bien. Cuando ya no podamos ocuparnos y tengamos que pedir ayuda para una valoración más allá de la presencia de moco en la nariz. ¿Cuándo será eso? La doctora de Criar con Sentido Común, Gloria Colli, tiene un seminario estupendo donde habla sobre ello, pero a modo de recordatorio, deberemos pedir una consulta médica cuando:

  • El bebé esté más quejoso de lo habitual, o más adormilado.
  • Haya fiebre alta no controlable.
  • Tiraje (que se le hundan las costillas al inspirar, mostrando dificultad respiratoria).
  • Oigáis silbidos durante la respiración de vuestro peque.
  • Oigáis crujiditos durante la respiración de vuestro peque que no desaparezcan con las higienes nasales.
  • Aceleración de la respiración.

Estos son los puntos que nos pueden “preocupar”. Serán signo de que puede haber algún problema en el aparato respiratorio.

 

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El médico deberá auscultar al bebé, medirle la saturación de oxígeno y valorar si necesita medicación y, en el peor de los casos, hospitalización. No siempre será necesaria la medicación. Actualmente, los procesos leves-moderados de bronquiolitis se sobrellevan “simplemente” con higiene nasal, sobre todo en los menores de 12 meses, ya que no se ha demostrado que ninguna medicación mejore la evolución de la enfermedad. Lo que sí pueden necesitar es oxígeno en los casos más graves. Y también puede ser que coexista cierta tendencia al asma pediátrica que haga útil el uso de broncodilatadores.

¿Y cuándo ir al fisio?

¿Cuándo tendréis que poner en marcha el punto 3? Los fisioterapeutas respiratorios somos de mucha ayuda cuando hay un exceso de moco en los pulmones. Lo ideal sería que estuviéramos presentes en los centros de salud primaria y en los hospitales, también en urgencias y en planta de pediatría.

 

 

Desde mi punto de vista, en muchas enfermedades, los fisios respis nos deberían de prescribir igual o más que muchos medicamentos. Por desgracia por el momento no es así. Pero si podéis, si vuestro médico os informa de que vuestro bebé está lleno de mocos en el pecho, sería de gran ayuda que fuerais a ver a un fisio respi.

No aceleramos el proceso de curación, pero evitamos recidivas, empeoramientos y mejoramos la calidad de vida de toda la familia. Espero que no necesitéis ocuparos ni preocuparos demasiado por la salud respiratoria de vuestro bebé. Pero si necesitáis apoyo en vuestras preocupaciones, nos encontraréis en la Tribu para lo que podáis necesitar.

Además, podéis descargar gratis la app de Criar con Sentido Común tanto para plataformas Apple como para plataformas Android, y tenéis una semana gratis para probar todas las ventajas de la membresía a la Tribu, realizar todos los cursos online disponibles y consultar a nuestros/as especialistas.

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