El abanico de actividades extraescolares infantiles es amplísimo. Cada vez existe una mayor diversificación de la oferta y la demanda; al mismo tiempo que se amplía el rango de edad del público potencial. Desde matronatación…

Este post se publicó originalmente el 11/10/2023 y ha sido actualizado en fecha 09/09/2024
Los expertos ya habían advertido anteriormente que las extraescolares son voluntarias y alertaban de las consecuencias de la falta de tiempo libre en niños y adolescentes. Ahora, un nuevo estudio revela que, en concreto, las clases de natación, a menudo disuaden a los niños de simplemente divertirse en la piscina. Como consecuencia, a la larga, terminan por abandonar la actividad.
La natación es una de las actividades extraescolares más populares, y una de las favoritas de las familias a la hora de elegir actividades extra-curriculares para sus pequeños. No en vano, aprender a nadar, además de salvar vidas, también promueve la salud cardiovascular y pulmonar.
Paradójicamente, en los países de altos ingresos la mayoría de los niños aprenden a nadar, pero pocos continúan después con la actividad (uniéndose, por ejemplo, a un club de natación después de haber estado tomando clases). ¿La razón? La falta de motivación intrínseca de los niños.
La falta de motivación propia impulsa a los niños a abandonar la actividad y perder sus habilidades
El 68% de los niños holandeses de entre 6 y 7 años, y el 97% de los de entre 11 y 16 años, tiene al menos el diploma básico (A) de natación, mientras que el 78% y el 32% de los niños de entre 11 y 16 años también tiene el diploma avanzado B y C.
Sin embargo, una encuesta entre profesores de natación holandeses mostró que al 70% le preocupa que sus exalumnos naden muy poco después de obtener sus diplomas, lo que podría deteriorar sus habilidades.
Por suerte, un grupo de investigadores holandeses ha demostrado que se puede mejorar la forma en que se imparten las clases de natación en los Países Bajos. Esto podría estimular a más niños y niñas a continuar con la actividad. Los resultados de su trabajo se han publicado en Frontiers in Sports and Active Living.
¿Qué necesitan los niños para ir a natación?: Mejorar la forma de impartir las clases para estimular a los niños a continuar con la actividad
La autora principal del estudio, Carola Minkels, estudiante de doctorado en el Departamento de Ciencias del Movimiento Humano de la Universidad Libre de Ámsterdam, manifiesta que:
«Aquí mostramos que las clases de natación en los Países Bajos apoyan mal la motivación intrínseca de los niños: su necesidad de autonomía se ve frustrada, mientras que las necesidades de competencia y afinidad sólo se apoyan débilmente».

No obstante, «afortunadamente, también demostramos que se puede enseñar a los profesores a satisfacer mejor estas necesidades si adoptan un programa de enseñanza de natación diseñado explícitamente para ello», incide la investigadora.
Teoría de la autodeterminación: Autonomía, Competencia y Relación
Minkels y sus colegas observaron cómo se enseña normalmente la natación y evaluaron las lecciones a la luz de la «teoría de la autodeterminación» de la motivación y la personalidad humana. Según esta teoría, disfrutamos más de las actividades y persistimos en ellas cuando somos autodeterminados, es decir, cuando nos motivamos nosotros mismos sin que nos presionen ni supervisen.
«La motivación es un requisito previo para todas las formas de aprendizaje, incluido el aprendizaje motor. Por lo tanto, es más probable que un estilo de enseñanza más motivador mejore la capacidad de natación de los niños», afirmó Minkels.
Esto es extrapolable a todas las demás actividades. Es por ello que la mayoría de los autores subrayan que si, por ejemplo, queremos incentivar a nuestros hijos e hijas para que practiquen un deporte, es mejor dejar que sean ellos y ellas quienes eligen su actividad favorita.
La teoría de la autodeterminación postula que la autonomía, la competencia y la relación dan forma conjunta a la autodeterminación. La «autonomía» se refiere a nuestra necesidad de sentir que tenemos el control de nuestras propias elecciones, comportamientos y objetivos, sin control externo.
Por otra parte, «competencia» significa nuestra necesidad de sentirnos efectivos en nuestro comportamiento; en tanto que la «relación» es nuestra necesidad de sentirnos conectados y pertenecer a un grupo social.
Todo ello significa que cuando nuestros/as hijos/as eligen una actividad que les gusta (o para la que se sienten motivados), en la que se sienten capaces (tienen habilidades) y pueden compartir esta afición con otro grupo de iguales (la realizan dentro de un grupo con otros niños y niñas), la actividad funciona mejor y ellos/as se muestran más predispuestos a seguir desempeñándola a lo largo del tiempo.
Los profesores, suspensos en su forma de impartir las clases
Para saber qué fallaba, los investigadores estudiaron 128 lecciones de natación en 42 escuelas de natación, cada una impartida por un profesor diferente. El 25% de estos profesores habían sido formados en el programa de cursos de enseñanza, EasySwim, informado explícitamente por la teoría de la autodeterminación. Mientras tanto, el 75% había recibido formación en uno de los otros 3 cursos que no se basaban en la teoría de la autodeterminación. Cada lección duró entre 30 y 120 minutos e incluyó entre 2 y 21 niños de entre 4 y 10 años, todos nadadores novatos.
Dos observadores independientes observaron y registraron cada instrucción, demostración, verbalización y acción del maestro. Al final de la clase, dieron a cada profesor una puntuación en una escala Likert de 7 puntos (desarrollada y validada en un estudio previo sobre estilos de enseñanza) por separado, según el grado en que él o ella había frustrado o apoyado la autonomía, la competencia y la relación. Cuanto más alta era la puntuación, más apoyaba el comportamiento la necesidad. Las puntuaciones medianas de autonomía, competencia y relación fueron 3,50, 4,33 y 5,5 puntos.
«Los instructores obtuvieron puntuaciones significativamente más bajas en el empleo de la autonomía en las clases de natación que en el empleo de la competencia y la relación», escribieron los autores.
Por ello, los autores concluyeron que hay margen para mejorar el estilo de enseñanza de los profesores de natación en los Países Bajos, especialmente en términos de fomentar la autonomía de los niños.
Es importante destacar que se descubrió que los docentes formados en el programa EasySwim obtuvieron puntuaciones significativamente mejores en autonomía, lo que significa que se puede enseñar a satisfacer las 3 necesidades básicas.
«Recomendamos que los instructores de natación empleen un estilo de enseñanza que respalde la autonomía, la competencia y la relación. Esperamos que dicho estilo de enseñanza no sólo estimule a los niños a mejorar sus habilidades de natación, sino también a disfrutarla y continuar nadando una vez que hayan aprendido, por ejemplo uniéndose a un club», afirmó Minkels.
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