"Mamáaaa, me aburroooo”. “Jo, qué rollooooo”. “Papáaaaaaa, estoy aburridaaaaaa”. Hoy explicamos por qué es bueno que los niños se aburran. Hiperestimulación vs Aburrimiento infantil El aburrimiento infantil puede convertirse en uno de los retos de…
Este post se publicó originalmente el 26/11/2021 y ha sido actualizado en fecha 22/11/2024
El aburrimiento es uno de los principales “males” de la escuela. Las programaciones didácticas se llenan de palabras como metodología activa y participativa, constructivismo, aprendizaje significativo, actividades motivadoras, atención a la diversidad… pero, a la hora de la verdad, hay una gran cantidad de niñas y niños que se aburren en la escuela.
Niños que se aburren en la escuela
Los profesionales de Criar con Sentido Común vemos a veces esta situación reflejada en las preocupaciones de las familias de la Tribu CSC: es frecuente que haya niños que digan en casa que no quieren ir al colegio porque se aburren. El sistema educativo que tenemos da prioridad a una serie de destrezas e inteligencias con respecto a otras, que quedan relegadas a un segundo plano. Si tenemos en cuenta que cada niño/a tiene capacidades y necesidades diferentes parece lógico que algunas/os niñas/os encuentren la escuela más atractiva que otras/os.
Además, los recursos tanto personales como materiales con los que cuenta la educación pública son muy limitados. Si a eso le sumamos la falta de renovación en cuanto a las estrategias docentes, que hacen que en muchas escuelas se siga dando clase prácticamente igual que hace un siglo, el aburrimiento para muchos niños y niñas está servido.
Las escuelas se han convertido en centros bilingües, centros TIC, etc. pero en la mayoría de las aulas se sigue reproduciendo un estilo docente en el que se produce una mera transmisión de conocimientos, donde el docente expone sus conocimientos en una clase magistral y el alumnado memoriza conceptos. A la hora de la verdad, en la mayoría de los casos, el constructivismo es solo una palabra bonita que adorna los documentos del centro.
Por qué los niños se aburren en la escuela
Teniendo en cuenta todo lo anterior, entendemos que puede ser habitual que haya niñas y niños que se aburren en clase. Como docente, si mis alumnos se aburren en clase de manera generalizada, debería plantearme qué puedo hacer yo para cambiar esta situación. Sin embargo, no debemos dar por hecho que el sistema educativo es la causa principal de aburrimiento en todos los casos.
En ocasiones, observamos que hay niños inteligentes que se aburren en clase. Hay cierta tendencia a pensar que cuando un niño se aburre en clase es porque tiene altas capacidades. Esto no siempre es así, pero cualquier desfase significativo entre las capacidades de un/a alumno/a y los retos que se le plantean en la escuela puede dar lugar a desconexión y aburrimiento.
De hecho, es frecuente que se den casos de fracaso escolar entre alumnado de altas capacidades, especialmente en aquellos casos en los que el talento destacado es la creatividad, tan poco fomentada en la escuela. Por lo tanto, si tenemos sospechas de que una alumna o alumno puede tener altas capacidades, el primer paso sería solicitar la evaluación psicopedagógica por parte del Equipo de orientación del centro educativo para asegurarnos de que no se trate de un caso de altas capacidades sin diagnosticar. Como familia, si tenemos esa inquietud o sospecha, también podemos solicitar que se realicen las pruebas en el centro.
Las dificultades de aprendizaje también pueden llevar a un niño o una niña a aburrirse en clase. Al contrario que en el caso anterior, si los retos que se plantean en la escuela están fuera del alcance de su entendimiento, la desconexión se producirá igualmente, pero además en este caso, el agravio comparativo con sus compañeros/as que sí pueden seguir el ritmo puede hacer que “disfracen” esa dificultad de aburrimiento. Debemos asegurarnos también de que no existe ninguna dificultad de aprendizaje que esté enmascarada tras la manida frase de “me aburro”.
Otro motivo de aburrimiento en la escuela puede ser la falta de movimiento. Como ya hemos visto, en nuestro sistema educativo las clases suelen ser bastante estáticas y una de las principales necesidades de la infancia, especialmente durante los primeros años, es el movimiento. No todos los niños que se aburren en la escuela tienen hiperactividad. Ya hemos visto que la necesidad de movimiento es intrínseca a la infancia, pero además, dependiendo de los rasgos de personalidad, puede haber niños o niñas que sean especialmente inquietos/as. Estar sentado durante casi cinco horas seguidas puede ser una auténtica tortura para ellos/as. Pero también habría que descartar que pueda tratarse de un caso de TDAH. Tanto la hiperactividad como el déficit de atención pueden llevarles a desconectar de lo que está pasando en el aula y, por lo tanto, a aburrirse.
Si descartamos cualquier tipo de necesidad educativa especial que pueda estar relacionada con el aburrimiento en clase, aún nos quedan varias razones más por las que un niño puede aburrirse en la escuela. A veces, simplemente, no les interesa el tema que se está trabajando en clase en ese momento; o les aburre el tipo de actividades que se plantean… En estos casos, aunque la motivación no sea propia, podemos intentar propiciar una motivación externa que haga más fácil que conecten en clase.
¿Qué hacer si un alumno se aburre en clase?
Lo ideal es que las soluciones se planteen desde la escuela. Si se aburren en clase es fácil que desconecten y sin interés, motivación y trabajo… solo es cuestión de tiempo que llegue el fracaso escolar. Es cierto que la relación entre éxito escolar y éxito personal o profesional en la vida adulta no es directamente proporcional. Todos/as conocemos a personas que no fueron estudiantes brillantes y se ganan muy bien la vida; y viceversa. Sin embargo, también es cierto que, por lo general, cuanta más formación tenemos también, contamos con más opciones para desarrollarnos profesionalmente.
Por lo tanto, si un niño se aburre en la escuela, debemos intentar motivar su interés hacia el aprendizaje. Es importante que en este tema, como en todos, en realidad, familias y escuela vayamos a una. Encontrar actividades que le resulten más atractivas, tener en cuenta sus intereses personales para introducirlos en el temario, hacer preguntas y plantear retos para que los resuelvan en lugar de darles las respuestas para que las memoricen, introducir en el proceso de enseñanza-aprendizaje elementos que sean de su interés como actividades interactivas, videojuegos, actividades al aire libre basadas en el movimiento, fomentar el aprendizaje cooperativo y el trabajo en equipo… Si lo que tenemos que aprender, de entrada, no nos llama la atención; al menos, hacer que las clases sean divertidas y las actividades resulten atractivas ayudará a lidiar con el aburrimiento.
Si tienes cualquier duda, en la Tribu CSC cuentas con un equipo de expertos/as en salud infantil y crianza respetuosa que puede ayudarte a resolverlas.
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El entorno familiar juega un papel importante.La crisis de la relacion de papá y mamá, contribuyen a un deterioro significativo del comportamiento de un niño. Incapaz de expresar lo que siente frente al distanciamiento de sus papis, la unicamanera será sus rabietas, pelear con sus hermanos, etc.
Aquí debería empezar la evaluación del niño con su falta de atención en clase, su aburrimiento y sus actividad constante durante la clase…