Los primeros meses de un bebé están plagados de nuevos hitos madurativos. La primera vez que se gira, que se mantiene sentado, se pone de pie, el paso a la alimentación complementaria... La llegada de…
Si tienes un bebé que ya gatea, probablemente ya te has planteado cuándo dará sus primeros pasos. Cada bebé va a su propio ritmo y no hay normas fijas. Además, hay diferentes factores que influyen en que haya una gran variabilidad entre un bebé y otro. Así, tan normal es que un bebé camine con 9 meses como que otro lo haga a los 18. Pero, ¿cómo ayudar al bebé a dar sus primeros pasos?
¿Cuándo empiezan a dar sus primeros pasos?
Como norma general, los peques pueden empezar a dar sus primeros pasos sobre los 12 o 13 meses. Sin embargo, hay quien da sus primeros pasos a los 9 y quien no lo hace hasta los 18. A partir de este momento, si nuestro bebé no ha mostrado ningún interés en andar, sí tendríamos que consultarlo con el pediatra para descartar un posible problema de desarrollo o psicomotor.
Aprender a andar depende de muchos factores: el desarrollo y estado físico del bebé (por ejemplo, un problema psicomotor o de visión puede retrasar el proceso), el factor genético, sus inquietudes y de cómo facilitemos los adultos la posibilidad de moverse e ir practicando.
También depende mucho del carácter de cada bebé. Hay bebés más atrevidos y otros más precavidos, lo que les lleva a adelantar o atrasar el momento de dar los primeros pasos. Hay bebés muy tranquilos que se entretienen fácilmente con lo que tienen al alcance de sus manos y expertos gateadores que no sienten necesidad de ponerse en pie y avanzar lentamente, ¡porque desplazándose por el suelo van mucho más rápido!
Asimismo, la experiencia vivida importa. Por ejemplo, sufrir una caída fuerte puede conllevar un rechazo a seguir intentándolo durante un tiempo y que les cueste retomar la práctica.
¿Cómo saber si el bebé está preparado para caminar?
Antes de iniciar la marcha, la mayoría de los niños van cumpliendo una serie de etapas madurativas que le ayudan en su desarrollo psicomotor. Eso sí, no todos los pequeños son iguales, por lo que no todos los peques tienen por qué cumplirlas. De hecho, el gateo ha dejado de ser un hito a valorar en el desarrollo motor del bebé. Y es que, según los expertos, su ausencia no es indicativo de una anomalía en el desarrollo.
Así, según las etapas para caminar, podemos distinguir (aunque no es imprescindible que aparezcan todas en todos los peques):
- Lo primero que hacen los bebés es sostener su cabeza y dar la vuelta sobre sí mismos.
- Conseguido esto, se mantienen sentados solos.
- Después aprenden a impulsarse hacia delante hasta que empiezan a gatear.
- Luego se ponen de pie solitos y mantienen el equilibrio.
- Por último, se lanzan a dar sus primeros pasos buscando apoyo, normalmente en los muebles (por lo que hay que vigilar que estos estén bien fijos a la pared y retirar de su alcance aquellos que podrían volcarse).
- Así, poco a poco, irán ganando confianza y autonomía, andando distancias cada vez más largas y sin apoyo.
¿Y si mi bebé no gatea?
Se considera que gatear es el paso previo a empezar a andar, lo que no significa que sea estrictamente necesario. Es cierto que, gracias a el gateo, el bebé aprende a coordinar sus extremidades, además de a calcular las distancias o esquivar obstáculos. Sin embargo, hay muchos niños que se saltan esta fase. De hecho, ni siquiera empezar a gatear muy pronto es indicio de que el bebé andará también antes, pues puede suceder que prefiera desplazarse de esta forma por comodidad, destreza o velocidad.
¿Cómo ayudar al bebé a dar sus primeros pasos?
Comenzar a andar requiere un gran esfuerzo por parte del bebé. Por este motivo debe suceder de forma natural solo cuando se sienta preparado, lo que significa que, por más tentador que sea cogerle de las manitas para ayudarle a mantener el equilibrio o animarle a dar pasitos, no podemos adelantar este momento, ya que puede llegar a ser contraproducente.
Dejarle hacerlo solo, mejor que darle la mano
Si hacemos esto, en lugar de ayudarlo, estaremos consiguiendo el efecto contrario. El bebé debe hacerlo solo cuando esté listo, sin ofrecerle apoyo ni equilibrio externo ya que entonces lo buscará siempre, dejando de ser autónomo. Caminar es un hito importante en el desarrollo infantil, así que si no se suelta es simplemente porque no está preparado para hacerlo. ¡Todavía!
Una vez que se haya lanzado con sus primeros pasos, debemos apoyarlos y darles confianza, pero sin interferir en exceso. Por ejemplo, si le levantamos los brazos hacia arriba lo desequilibraríamos, por lo que es mucho mejor sujetarlo por las axilas. Además, esto evitaría la pronación dolorosa o codo de niñera, una lesión frecuente en el codo de los peques cuando sin querer tiramos demasiado fuerte de su brazo si, por ejemplo, van a caerse.
Por supuesto, es importante animarlos a dar sus primeros pasos favoreciendo el movimiento libre del bebé en un entorno completamente seguro y preparado para que se muevan por casa sin peligro.
¿Cómo estimular a un bebé para que aprenda a caminar?
Hay diferentes ejercicios para estimular al bebé a dar sus primeros pasos. El más sencillo es poner uno de sus juguetes preferidos o algún alimento cada vez a mayor distancia, lo que le animará a ir dando cada vez más pasos.
También podemos esperarle con los brazos abiertos para que se abalance hacia ellos o animarlo a unirse a sus hermanos mayores para jugar y fomentar que se agache y se levante para que ejercite sus músculos.
Si se cae, no dramatices. Ayúdalo con una sonrisa sin darle más importancia, ya que de lo contrario lo podemos asustar aún más con nuestra reacción.
¿Qué puedo hacer si mi bebé no quiere caminar?
¿Cómo dar los primeros pasos?: No le calces
Y si te preguntas por el mejor calzado para comenzar a dar los primeros pasos, debes saber que como mejor está un niño es descalzo. El pie es un captor de estímulos y si colocamos calzado antes de necesitarlo pensando que así le damos más estabilidad, en realidad le estaremos privando de recibir estímulos necesarios para su desarrollo.
Además, descalzo se consigue mantener mejor el equilibrio y un desarrollo correcto de la forma del pie, de las habilidades motoras y del sistema neuromuscular. Solo cuando ya anden por la calle, podemos escoger sus primeros zapatos, que no deben sujetar el tobillo ni ser rígidos. La suela debe ser fina y flexible de entre 0,3 y 0,5 mm y la horma recta con un sistema de sujeción sencillo tipo velcro.
Primeros pasos: Parece que mi bebé «anda raro»
Al principio es habitual que los peques anden de puntillas o caminen con los pies hacia dentro y esto puede extenderse hasta los 18 meses e incluso más sin que suponga un motivo de alarma. Si a partir de los 18 meses continúa caminando de puntillas, debemos ir observando; y si entre los 21 y 24 meses la marcha sigue siendo de puntillas, sí es importante consultarlo con el especialista.
Debemos observar al pequeño si camina con los pies hacia dentro o hacia fuera (lo más común es encontrar marchas con las puntas de los pies hacia dentro). Si persiste a partir de los tres años, sería interesante hacer una exploración para determinar cuál es su causa.
Si aún te quedan dudas sobre los primeros pasos del bebé, puedes resolverlas consultando online a nuestro equipo de expertos/as en salud materno-infantil y crianza respetuosa en la Tribu CSC.
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