Cuando una pareja piensa en la planificación de un embarazo tiende a centrarse en la fecha, en el momento en que más o menos le va bien tener un hijo. Sin embargo, planificar un embarazo…
Por desgracia, sufrir un aborto es relativamente frecuente en nuestra sociedad, siendo un evento muy doloroso para las parejas y sobre todo para la mujer que lo vive. Tan doloroso que cuesta comprender que la respuesta del entorno sea a menudo escasa, de poca ayuda e incluso banalizadora.
De aquellos barros, estos lodos
¿Y por qué? Pues porque somos los adultos fruto de aquellos niños que no podían llorar ni quejarse, porque «no pasaba nada». Porque cuando teníamos algún problema nos decían que no era para tanto. Porque no sabían tolerar nuestra frustración y nuestras lágrimas.
Porque nos enseñaron a ocultar las emociones negativas y mostrar solo las positivas. Porque parece que si no eres feliz hoy y cada día, has fracasado en la vida. Y porque todos tienen sus problemas, y qué le importarán a los demás los míos.
De aquellos barros, estos lodos: el mundo está repleto de personas poco capaces de soportar el dolor y sufrimiento propio, y tampoco el ajeno, y ante una noticia como la de una muerte gestacional, tienden a meter la pata, tratando de minimizar el problema y prácticamente exigiendo un duelo rápido y el posterior olvido.
Pero una mujer no olvida cuando los demás se lo piden. De hecho, una mujer no olvida. Solo aprende a vivir con ello, a veces con muy poca ayuda de su entorno, que se empeña en decir lo que no debería. Por eso hoy os cuento cuáles son las ocho cosas que no debes decir a una mujer que ha sufrido un aborto.
1. «Si ha pasado es porque no tenía que nacer»
Tiene la intención de hacerte ver que el aborto no es culpa tuya, que es el destino y que en cosas así no vale la pena martirizarse porque o no era el momento o algo estaba mal en el bebé, y casi que mejor así.
Es una manera de quitar la emoción lógica de un embarazo y hacer ver que no se debe sufrir por la pérdida de un feto cuya pérdida tiene parte de alivio: «Si estaba mal, mejor no quererlo mucho, porque lo ibas a perder de todos modos».
Pero una mujer no sufre solo por el bebé que no nace. No es tan simple como «al no haberlo conocido, no lo echaré de menos». Una mujer llora la pérdida de un futuro que iba a ser y no será.
Y es que una ya se siente madre cuando se sabe embarazada, y a partir de ese momento cuenta con su bebé y piensa en su futuro con él… y cuando esa proyección desaparece aparece un vacío que poca gente comprende.
2. «Eres joven, podrás tener más»
Al parecer no tienes motivos para sufrir por tu aborto si lo que esperabas puede volver a suceder en otro momento. Obviamente es un argumento fuera de lugar, tanto como decirle a una mujer de 30 años que acaba de quedarse sin pareja que es joven y podrá tener más.
3. «Mejor ahora que más tarde»
En este caso se intenta incluso buscar la parte positiva. Porque si iba a pasar igualmente (se supone, pero no se sabe), pues mejor ahora, que después.
Y sí, claro que cuando alguien tiene un problema puede relativizar y pensar que podría ser peor. Si pierdes a un ser querido siempre puedes pensar que eso es mejor que perder a todos tus seres queridos. ¿Pero quién hace una reflexión así en ese momento?
No tiene sentido. Los problemas no dejan de serlo, ni el dolor deja de tener sentido, por el hecho de que haya otros sucesos peores que podrían haber pasado.
Así que no, no creo que ninguna mujer dé las gracias al destino por que haya sucedido más pronto que tarde, ni por supuesto por que se le diga que no tiene que sufrir, si hay otras mujeres que ven morir a sus peques con la gestación más avanzada, o incluso a término.
4. «Bueno, no es para tanto… tú ya tienes un hijo»
Que hay quien aún no tiene ninguno. Como si lo importante fuera ser madre y lo de tener uno, dos o cinco fuera secundario. Al parecer si ya eres madre no tienes razón para quejarte, porque hay otras que intentan tener uno y no lo consiguen. De nuevo se juega la carta del «hay otras, que peor».
5. «¿Aún estás así?»
Pasadas unas semanas del aborto se supone que ya tienes que vivir tu vida como si nada hubiera pasado. Porque consideran que lo normal y deseable es que olvides rápido y te quejes poco.
Si pasa el tiempo y aún sufres o quieres hablar de ello se muestran molestos y esquivos, porque como he dicho al principio, somos la generación a la que no se nos permitió hablar del dolor y el sufrimiento, y como consecuencia, no solo no sabemos hablar de ello, sino que no sabemos escuchar hablar de ello, ni sabemos cómo gestionarlo (y por eso decimos todas estas frases sin sentido).
6. «Tienes que superarlo»
En una sociedad que acepta las emociones positivas y rechaza las negativas, hasta el punto de no soportarlas, se considera aceptable que seas feliz o que lo simules, pero no que seas infeliz y lo demuestres.
Si estás sufriendo, llorando, pasándolo mal porque has perdido a tu bebé, no estás siendo tú misma. Tienes que volver a ser la que eras, la de antes del embarazo y antes de la pérdida. Que olvides: no nació, no lo conociste, no está vivo. Olvida.
7. «Le das más importancia a un bebé que ni conociste que a los demás»
Que vuelves a hablar sobre ello (aun cuando lo expliques cuando ya estás empezando a aceptarlo, sin añadir emoción), que aún te faltaban cosas por comprar, que no nació, que no lo tuviste en brazos… ¡si ni siquiera lo conociste! De nuevo se minimiza el problema porque, al parecer, son los demás los que saben cómo debes y no debes sentirte.
8. (Ya no te hablamos…)
Llega un momento en el ya no quieren estar contigo para que no les hables de ello. Y si están contigo, tratan cualquier tema que no tenga nada que ver con los bebés, niños, niñas, maternidad, paternidad…
Quizás lo hagan con la mejor de las intenciones, pensando que te hacen un favor de esos de «ojos que no ven, corazón que no siente», que puede resumirse en «si no recuerdas, no sientes».
En realidad no es mala idea buscar la manera de que hagas otras cosas y ocupes la mente con nuevas vivencias y recuerdos, si te apetece. No para que olvides; no para que no hables de ello; sino para que sepas que tienes gente cerca que te quiere y apoya.
¿Qué se le puede decir a una mujer tras un aborto?
Pues es que no es tan difícil. Solo hay que hacer un ejercicio de empatía y estar ahí.
Es decir: acaba de perder a un ser querido. Un ser MUY querido. Solo hay que decirle cuánto sientes lo que ha pasado, cuánto lo lamentas y, si así lo sientes, decirle que ya sabe dónde encontrarte para lo que necesite.
Ofrecerle un abrazo, tu calor, tu cariño, tu tiempo y tu atención. Y de vez en cuando, preguntarle sobre ello, por si necesita seguir hablando, y sobre todo porque descubrirá que a pesar de lo que mucha gente le dice, puede estar bien seguir recordando.
Si has sufrido un aborto y necesitas hablar de ello o asesoramiento profesional, en la Tribu CSC puedes contactar online con todo nuestro equipo de profesionales (incluidas dos matronas y una psicóloga especializada en psicología perinatal) durante todo un mes gratis.
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Armando Bastida
Tripadre y enfermero de pediatría. CEO de CSC.
Website : http://www.armandobastida.com
3 responses on "Ocho cosas que no deberías decir a una mujer tras sufrir un aborto"
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He sufrido varios abortos y el comentario que más me dolió, de una muy buena amiga mía, fue: «al menos ya sabes que puedes quedarte…». La misma amiga me dijo más adelante lo de mejor ahora que más tarde. Me dolió porque parecía que compararse mi dolor con el de otras madres con experiencias que si bien son cercanas, cada una las vive como es y cómo puede. No hay una jerarquía de sufrimientos y no se puede sentir alivio ante el sufrimiento de otros.
Gracias por el blog y todo lo que escribes, Armando. ¡Ojalá lo hubiera encontrado antes!
Un abrazo, fuerte!
Acabo de vivir en mi primer embarazo un aborto y entre el dolor de alma y cuerpo que siento, tengo que sumarle como todo el entorno familiar y de amistades o conocidos que han llegado a conocer mi estado, todos han llegado a decirme uno o todas las frases que escribes en el post, y quiero pensar para no ponerme peor que lo dicen por su ignorancia y la forma en la que la sociedad está enseñada a llevar esto, sin darse cuenta de lo dolorosas que pueden ser ciertas palabras en este momento tan duro para una mujer que estaba en pleno proceso de ser madre. Que fortuna que sepas expresar lo que tantas y tantos no sabemos o podemos! Gracias Armando ❤️