Tener un recién nacido en casa puede ser estresante para cualquier madre o padre primerizos. Si es vuestro primer hijo, el peso de la responsabilidad y el miedo a cometer algún error, pueden ser abrumadores.…

Cuando un bebé nace, necesita el contacto con su madre para estar seguro. Ha estado durante 9 meses dentro de su cuerpo y se ha convertido en su hábitat natural. Una vez fuera, necesita ese contacto constante con ella para estar calmado.
El superpoder del olfato
Un recién nacido es capaz de reptar hasta el pecho de su madre para alimentarse. Al colocar al bebé piel con piel con su madre nada más nacer son capaces de oler hasta llegar al pecho, alcanzar el pezón y comenzar a succionar. Esto se debe a que el sentido que más desarrollado tienen los bebés cuando nacen es el olfato y, aunque todavía no sean capaces de ver la cara de su madre, gracias a su instinto sí son capaces de reconocerla por su olor.
¡Es realmente increíble cómo un bebé que acaba de nacer es capaz de hacerlo! Ese instinto de supervivencia que se tiene nada más nacer es innato, pero es fundamental para que el bebé se sienta calmado y protegido, dos sentimientos fundamentales para su desarrollo saludable. Si quieres aprender más sobre cómo fomentar el desarrollo y el bienestar de tu bebé, en la Tribu CSC puedes consultar online a nuestro equipo de expertos en crianza respetuosa.
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El vínculo mamá-bebé a través del olor comienza antes del parto
Pero esta conexión del recién nacido con su madre a través del olfato comienza antes del nacimiento y perdura en el tiempo.
Hay diversos estudios que demuestran que la marca que deja el olor de la madre en el bebé comienza con el líquido amniótico. El olor y el sabor que desprende queda grabado en su cerebro y lo recuerda al nacer. Por eso, le sale de forma instintiva reptar al pecho de mamá. Porque, además de ser pura supervivencia, es un lugar de calor y seguridad.
Esto es algo que dura en el tiempo. Un bebé de tres meses (y de seis, y de doce) sigue oliendo y diferenciando a su madre perfectamente y su lugar favorito no ha cambiado: continúa siendo el pecho.

Pero es que este nexo bebé-mamá va más allá. Hay estudios que demuestran que la madre también tiene el sentido del olfato acentuado con su peque. Después de pasar los 10 primeros minutos de vida y oler a su bebé, los resultados del análisis concluyeron que el 90% de las madres reconocían a sus hijos entre varios solo por el olor.
El olor de mamá da seguridad
Según un estudio de Yaara Endevelt-Shapira, del Centro Interdisciplinario en Herzliya (Israel), los bebés se muestran más receptivos con personas desconocidas si tienen el olor de su madre cerca. Aunque no esté su madre, si un bebé percibe su olor, se muestra más seguro.
Para demostrarlo, las 62 madres que formaron parte del experimento utilizaron una camiseta de algodón para dormir durante dos noches seguidas. No podían utilizar desodorantes ni perfume, con el fin de que fuera su olor natural corporal el que se impregnara en la ropa.
Los/as hijos/as eran todos bebés de unos 7 meses. Al presentarles a mujeres desconocidas con la camiseta de su madre, sonreían. Por el contrario, sin esa camiseta, los bebés no se mostraban receptivos ante la mujer que le ponían delante.
“Los olores corporales maternos pueden ayudar a los bebés a hacer la transición a grupos sociales, explorar nuevos entornos y comunicarse con parejas desconocidas«, según expone Endevelt-Shapira.
En este sentido, el estudio pone de manifiesto cómo podría funcionar extrapolar el experimento de su camiseta a peluches o demás objetos personales. De ahí que llevar doudous a la escuela, por ejemplo, pueda ayudar a los peques a estar más seguros y tranquilos en ese entorno.
En el estudio también se colocaron dispositivos de electroencefalografía (EEG) en las cabezas de las madres y los bebés. De este experimento se pudo demostrar que los peques son más receptivos y se sincronizan mejor con los desconocidos cuando tienen la camiseta de su madre (por su olor). Pero también se ha podido demostrar la increíble conexión entre bebé y mamá cuando se miran y cómo el cerebro de ambos se sincroniza.
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