Prueban la teoría de que olvidar es en realidad una forma de aprendizaje

Según los investigadores, olvidar algunos recuerdos puede llegar a ser beneficioso ya que esto puede conducir a un comportamiento más flexible y a una mejor toma de decisiones

Un grupo de investigadores ha demostrado que olvidar es también una forma de aprendizaje que permite al cerebro interactuar de forma dinámica con un entorno también dinámico. 

Olvidar es una forma de aprendizaje, según los neurocientíficos

En la primera infancia es habitual que los más peques adquieran aprendizajes que luego olvidan. Ocurre por ejemplo con las letras y los números y lo cierto es que no se sabía el motivo. Hasta ahora, cuando un grupo de neurocientíficos han concluido que olvidar puede ser una forma más de aprendizaje. 

Para ello, han realizado pruebas experimentales diseñadas para explorar el efecto del olvido natural o cotidiano frente a cómo los procesos del olvido «normal» afectan a recuerdos particulares en el cerebro. Y en sus conclusiones, publicadas en Cell Reports, han sugerido que los cambios en la capacidad para acceder a recuerdos específicos se basan en la retroalimentación y la predictibilidad del entorno. Y destacaron que el olvido en lugar de ser un defecto puede ser una característica funcional del cerebro que le permite interactuar de forma dinámica con un entorno también dinámico

 

Prueban la teoría de que olvidar es en realidad una forma de aprendizaje

 

De esta manera, explicaron que en un mundo cambiante como el que habitamos, olvidar algunos recuerdos puede llegar a ser beneficioso ya que esto puede conducir a un comportamiento más flexible y a una mejor toma de decisiones. Por tanto, olvidarlos podría conllevar un cambio positivo que mejore nuestro bienestar.

El equipo estudió una forma de olvido llamada interferencia retroactiva, en la que diferentes experiencias ocurridas en un tiempo cercano pueden causar el olvido de recuerdos recién formados.

Así, pusieron a ratones para que asociaran un objeto específico con un contexto o habitación en particular y que luego reconocieran que se trataba de un objeto que había sido desplazado de su contexto original. Sin embargo, comprobaron que los ratones olvidaban estas asociaciones cuando se permitía que experiencias que compiten entre sí «interfieran» con el primer recuerdo.

 

Fomenta las habilidades lingüísticas de tu peque a partir de los 24 meses con ayuda del Seminario Online «El desarrollo del lenguaje»

 

Las nuevas experiencias relacionadas con recuerdos olvidados los puede rejuvenecer

Según el profesor asociado de la Facultad de Bioquímica e Inmunología y del Instituto de Neurociencias del Trinity College de Dublín y autor principal del artículo, Tomás Ryan, los recuerdos se almacenan en conjuntos de neuronas llamados «células engrama» y el recuerdo exitoso de estos recuerdos implica la reactivación de estos conjuntos.

Para estudiar el resultado de esta forma de olvido, los neurocientíficos etiquetaron genéticamente un «engrama» contextual (un grupo de células cerebrales que almacenan un recuerdo específico) en los cerebros de estos ratones y siguieron la activación y el funcionamiento de estas células después de que se produjera el olvido.

Y descubrieron que la estimulación de las células de engramas con luz recuperaba los recuerdos aparentemente perdidos en más de una situación conductual. Además, cuando se les daba a los ratones nuevas experiencias relacionadas con recuerdos olvidados, los engramas «perdidos» podían rejuvenecerse de manera natural. Según el profesor Ryan:

«Por extensión lógica, el olvido se produce cuando las células del engrama no pueden reactivarse. Sin embargo, cada vez resulta más evidente que los recuerdos en sí siguen ahí, pero los conjuntos específicos no se activan y, por lo tanto, el recuerdo no se recupera. Es como si los recuerdos estuvieran almacenados en una caja fuerte pero no se pudiera recordar el código para abrirla».

 

Prueban la teoría de que olvidar es en realidad una forma de aprendizaje

 

Así, mientras algunos pueden permanecer inalterados, otros se ven sometidos a interferencias ante la nueva información predominante. Pero eso no implica que los recuerdos interferidos puedan volver a reactivarse por señales del entorno que conducen a ese recuerdo o por experiencias engañosas o novedosas.

Los nuevos hallazgos y saber que el olvido natural es reversible en determinadas circunstancias tiene implicaciones significativas en la investigación de enfermedades que afectan a la memoria como el Alzheimer, donde estos procesos de olvido cotidianos pueden ser activados por error por una enfermedad cerebral.

Si tienes más dudas, en la Tribu CSC cuentas con un equipo de expertos/as que pueden ayudarte y a los que puedes consultar todas tus dudas. Entre ellos, se encuentra la terapeuta ocupacional pediátrica y experta en desarrollo infantil, Jéssica Romero, la pediatra Gloria Colli o el enfermero de Pediatría y CEO de CSC Armando Bastida

Además, podéis descargar gratis la app de Criar con Sentido Común tanto para plataformas Apple como para plataformas Android, y tenéis una semana gratis para probar todas las ventajas de la membresía a la Tribu, realizar todos los cursos online disponibles y consultar a nuestros/as especialistas.

 

0 responses on "Prueban la teoría de que olvidar es en realidad una forma de aprendizaje"

Leave a Message

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

Síguenos en las Redes

Visit Us On FacebookVisit Us On InstagramVisit Us On TwitterVisit Us On Youtube