Marta López Diego, investigadora en el Centro Nacional de Biotecnología del CSIC es una científica española experta en Biología Molecular y Celular. La especialista madrileña, con amplia experiencia en virus como la gripe o los…
No es la única hipótesis que se baraja entre la comunidad científica ni una prueba irrebatible del origen de la pandemia, pero sí la más probable hasta ahora. La investigación, puesta en conocimiento de la OMS, aún debe ser revisada por otros científicos.
Tres semanas después del último informe de Estados Unidos, con un nivel bajo de confianza, que apuntaba al laboratorio de Wuhan como origen de la pandemia, un equipo internacional de investigadores científicos ha dado a conocer en un nuevo informe que ha hallado muestras del virus SARS-CoV-2 en un perro mapache comercializado ilegalmente en el mercado de Wuhan.
Identifican SARS-CoV-2 en un perro mapache vendido ilegalmente a finales de 2019
El equipo, formado por virólogos, genomistas y biólogos evolutivos, ha analizado secuencias genéticas de muestras tomadas de animales del mercado y ha identificado el SARS-CoV-2 en un perro mapache vendido ilegalmente a finales de 2019.
Es la primera vez que científicos de fuera de China han tenido acceso a este material genético. Ha sido posible gracias a que los investigadores del CDC chino compartieron los datos en la web abierta GISAID. Aunque poco después la información fue retirada sin explicación, varios equipos internacionales ya se habían descargado los datos. Los investigadores chinos habían presentado sus resultados en febrero de 2022, pero consideraron que los animales que dieron positivo podían haber sido contagiados por los humanos.
La investigación es liderada por la bióloga evolutiva del Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNRS) de Francia, Florence Débarre, quien halló los datos genéticos no divulgados anteriormente en la base de datos de virología. La semana pasada, la experta resaltó que su estudio aún no ha terminado.
Los investigadores presentaron los hallazgos la semana pasada al Grupo Asesor Científico sobre el Origen de Nuevos Patógenos (SAGO), un grupo de expertos convocado el año pasado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los resultados de la investigación aún no han sido publicados por ninguna revista científica.
No es una prueba irrebatible ni totalmente concluyente, pero sí el indicio más sólido hasta la fecha sobre el origen animal de la pandemia
La viróloga de la Universidad de Saskatchewan, Angela Rasmussen, ha formado parte de la investigación que ha dado lugar al nuevo análisis y ha explicado a ‘The Atlantic’ que «esto es un indicio sólido de que los animales del mercado estaban infectados. No hay otra explicación que tenga sentido».
La teoría del origen animal de la pandemia apunta a un contagio a los humanos a través de animales portadores del virus y se opone a la hipótesis, también investigada, de que la causa fue un escape accidental del laboratorio de coronavirus de Wuhan.
La nueva investigación, en la que ha participado también el biólogo evolutivo y virólogo británico Edward Holmes, un experto destacado en la lucha contra la pandemia, miembro del Consejo Nacional de Investigación Médica y de Salud de Australia, profesor en la Universidad de Sydney y profesor invitado honorario en la Universidad de Fudan, en Shanghái (China), ha detectado que varias muestras positivas por SARS-CoV-2 están asociadas a un antecedente con material genético animal. El árbol genealógico genético trazado por estos científicos se remonta, con origen más probable, al perro mapache, un mamífero criado para la venta en China y con capacidad de contagiar este tipo de virus a los humanos.
Aunque aún no tienen la constatación definitiva, estos científicos creen que este hallazgo es la respuesta más plausible y el paso más importante que se ha dado hasta ahora en la investigación sobre el origen de la pandemia por coronavirus. A su teoría se suman esta a otras evidencias, como que buena parte de los primeros casos de Covid-19 eran trabajadores, clientes o vecinos del mercado.
China es productor líder de pieles de perros mapache
El perro mapache común, también llamado perro mapache chino o asiático, es un cánido pequeño y corpulento, parecido a un zorro. Es llamado así por sus marcas faciales parecidas a las de un mapache, aunque en realidad está más estrechamente relacionado con los zorros. Es nativo del este de Asia, aunque ahora están muy extendidos en algunos países europeos, tras haber sido liberados accidentalmente o haberse escapado. En el Reino Unido existen estrictas restricciones legales sobre la tenencia, venta, realojamiento y cría de perros mapache, porque son una amenaza para la fauna autóctona.
Son mamíferos omnívoros y se alimentan de forma natural de insectos, roedores, anfibios, aves, peces, moluscos y carroña, así como de frutas, frutos secos y bayas. La especie es criada fundamentalmente por su pelaje. China es productor líder de pieles de perros mapache. Según ‘Infobae’, en 2014 el país produjo más de 14 millones de pieles, 100 veces más que Europa.
Pero también se venden por su carne en mercados de animales vivos. Y es en este punto donde la nueva teoría de los investigadores gana aún más fuerza, ya que han constatado que se vendieron en el Mercado Mayorista de Mariscos de Wuhan al menos hasta noviembre de 2019, tal y como ‘Infobae’ destaca que señalan los informes de algunos investigadores.
¿Y qué pasa con los murciélagos?
Los primeros informes sobre los posibles orígenes de la pandemia consideraban «muy probable» que el coronavirus causante de la Covid-19 llegara al ser humano a través de un animal que presentara coronavirus muy parecidos, como un murciélago o un pangolín. No obstante, los científicos matizaban desde el principio que la transmisión no era directa, sino a través de uno o varios animales intermedios.
En este sentido, y aunque en algunos países se consumían murciélagos o pangolines, no existía evidencia directa de transmisión del coronavirus de esta forma, y no se detectó carne de ellos en los mercados de Wuhan.
Aunque por el momento, la hipótesis de que los perros mapaches podrían haber sido los animales que transmitieron el coronavirus a los seres humanos no está corroborada, sí encaja con la teoría del animal intermedio. Es posible, ya que experimentos de laboratorio han demostrado que los perros mapache son susceptibles y capaces de transmitir el coronavirus.
Sin embargo, eso no significa que sean necesariamente el reservorio natural del virus. Incluso si los perros mapache en el mercado de Wuhan estuvieran infectados, podrían haber sido un huésped intermediario. Es decir, existe la posibilidad de que algunas especies de murciélagos fueran los reservorios del coronavirus y estos se lo hayan transmitido a los perros mapache en China. Esta es la prometedora hipótesis que, no obstante, aún no está comprobada.
De hecho, los perros mapache y los murciélagos eran comunes en algunas de las granjas que abastecían el mercado, según recoge ‘Infobae’ que han señalado científicos.
También existen antecedentes que se remontan a hace dos décadas: en 2003, los científicos encontraron evidencia de virus relacionados con el coronavirus del SARS en perros mapaches y civetas de las palmeras (una especie de mamífero carnívoro distribuido ampliamente por la India, el sur de China e Indochina) infectados en un mercado de animales vivos en Shenzen, China. En aquella ocasión, la investigación señaló a los murciélagos como el reservorio natural del virus que causa el virus y los perros mapache, al parecer, fueron huéspedes intermediarios.
Controversia sobre el origen de la pandemia: División de las agencias de inteligencia
Aunque cada vez disponemos de más información, el origen de la pandemia de SARS-CoV-2 sigue siendo una cuestión controvertida. La comunidad de inteligencia de EEUU ha reconocido que se trabaja en torno a dos teorías sobre el origen del COVID-19.
«La Comunidad de Inteligencia de Estados Unidos no sabe exactamente dónde, cuándo o cómo se transmitió inicialmente el virus del COVID-19, pero se ha unido en torno a dos escenarios probables», manifestó la Oficina del Director de Inteligencia Nacional (ODNI) en 2021, añadiendo que la mayoría cree que no hay “suficiente información para evaluar uno como más probable que el otro”.
El comunicado de la ODNI no identificó entonces cuáles dos de las 17 agencias que constituyen la comunidad de inteligencia del país creían que el virus se originó en animales infectados y cuáles apoyaban la hipótesis de que se originó en un accidente de laboratorio. Ahora sabemos que al menos cuatro agencias de inteligencia de EEUU apuntan a un origen animal, y dos (el FBI y la CIA) al laboratorio.
En concreto, un informe de EEUU apunta al laboratorio de Wuhan como origen de la Covid. Se trata de la investigación llevada a cabo por el Departamento de Energía de Estados Unidos, la última institución en apuntar al laboratorio como causa del origen de la pandemia. Esta institución actualizó su informe de inteligencia sobre esta cuestión encargado por la Casa Blanca y, aunque este no se ha publicado ni reproducido parcialmente, ‘The Wall Street Journal’ fue el primer medio en hacerse eco de sus conclusiones el mes pasado, explicando que este departamento del Gobierno estadounidense considera el origen del laboratorio como la hipótesis «más probable».
Eso sí, se refiere en todo momento a un escape accidental del virus y no al diseño de un patógeno dentro de un programa de armas químicas. No obstante, se considera que esta hipótesis tiene un nivel de «baja confianza» por la información con la que se cuenta. Las agencias de inteligencia asignan una etiqueta de evaluación (baja, moderada o alta) según el grado de certeza que tiene cada afirmación y la solidez de la evidencia en la que se respaldan. Según el ‘The Wall Street Journal’, un nivel de «confianza baja» indica que las fuentes de la información no son del todo creíbles, son demasiado fragmentarias, que su conocimiento de la cuestión no es directo o que es necesario seguir evaluando la cuestión.
De cualquier forma, la comunidad científica se aleja cada vez más de esta teoría y el consenso de los expertos se inclina por un origen animal de los primeros contagios en humanos. A pesar de ello, aún permanece la duda sobre el laboratorio de coronavirus de Wuhan y esto genera división aunque, según algunos expertos, ambas teorías no son del todo excluyentes.
La teoría del origen animal de la pandemia no refuta necesariamente la teoría de la fuga de laboratorio, según los expertos
Los resultados actuales sugieren que los perros mapaches estuvieron presentes en el mercado poco antes de que este fuera desalojado el 1 de enero de 2020, como parte de las medidas de salud pública adoptadas por las autoridades chinas al inicio de la pandemia. Estos datos proporcionan indicios potenciales para identificar huéspedes intermediarios del SARS-CoV-2 y fuentes potenciales de infecciones humanas en el mercado.
«El hallazgo de perros mapache infectados por Sars-CoV-2 refuerza la plausibilidad de que los animales de granja infectados por coronavirus fueran un eslabón importante en la serie de acontecimientos que condujeron a la pandemia de Covid-19″, ha declarado el doctor Jonathan Stoye, virólogo y jefe de grupo en el Instituto Francis Crick de Londres.
No obstante, ‘Infobae’ destaca que este especialista también incide en que esta teoría «no refuta las teorías de fuga de laboratorio: eso requeriría la demostración de que tales animales fueron infectados antes de su llegada y exhibición en el mercado de marisco de Wuhan, algo que quizá nunca sea posible».
Por el momento, los análisis genéticos de los virus de los primeros pacientes contagiados han apuntado a un origen animal y sugieren que el escenario de la transmisión pudo ser el mercado de Wuhan. No obstante, según resalta ‘Nius’, la falta de colaboración de China con la misión de la OMS ha dificultado que se complete una investigación ya de por sí muy compleja.
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