Dar a luz en verano: Pros y contras

El verano es uno de los periodos del año en el que más bebés nacen

Este post se publicó originalmente el 14/08/2021 y ha sido actualizado en fecha 23/08/2024

Dar a luz en verano tiene su lado positivo y su lado negativo. Fisiológicamente no hay ninguna diferencia entre parir en verano, en invierno, otoño o primavera. De hecho, según las estadísticas, en España enero es el mes en el que más niños nacen (INE, 2020), seguido de septiembre, octubre, julio y agosto.

Si tu fecha de parto es en verano, este post te interesa porque además de hablar de las ventajas y las desventajas, también os daremos algunos consejos.

Mi hija mediana nació un 13 de agosto. De los otros embarazos y partos me acuerdo, como es lógico. Pero este se me quedó especialmente grabado por dos cuestiones: el calor que pasé (hubo una ola de calor aquel año en julio) y porque, ante la falta de personal en el hospital, no me pusieron epidural (como pedí) ¡porque no dio tiempo! Dos de los inconvenientes más importantes para mí.

Inconvenientes de dar a luz en verano

España es muy diversa y no en todos los puntos de nuestra geografía hace la misma temperatura. Pero si tienes las suerte de vivir en un sitio cálido como yo, que vivo en Andalucía, el calor se convierte en uno de los grandes hándicap de dar a luz en verano.

 

 

Durante los últimos días del embarazo te sueles sentir pesada y, al menos en mi caso, te suele sobrar todo. Y el calor aumenta esa sensación de agotamiento e incluso incide en el hinchazón de las piernas. También afecta al sueño nocturno. Como os he comentado, el año que nació mi hija segunda hubo una ola de calor en julio y recuerdo noches sin poder dormir, sentada en el salón en el suelo, junto a la ventana, para intentar conciliar el sueño.

Pero que haga calor no significa que no se le pueda poner remedio. Una de las soluciones más fáciles la explica la matrona del equipo de Criar Con Sentido Común, Sara Caamaño: «Ponte en remojo. Es la mejor forma de quitarnos el calor, además mejora el retorno venoso en la piernas y el cuerpo se siente más ligero en el agua«. Puedes bañarte en la piscina y el mar hasta prácticamente el día del parto. ¿Y tras este, en el posparto? Pues también.

«Es un mito que una mujer no pueda bañarse después de dar a luz. Se puede parir en la bañera y en algunos países es muy típico que la madre recién parida se dé un baño de hierbas. Así que, si es tu bañera o tu piscina privada, puedes hacerlo cuando quieras. En el caso de piscinas públicas, cuando cese el sangrado por higiene; y en el mar, incluso aunque no hayas dejado de sangrar del todo. Eso sí, heridas curadas en todo caso. Básicamente lo de absorber agua a través de la vagina y que llegue al útero es un mito como una catedral«, explica Sara Caamaño.

No obstante, si tu parto ha sido por cesárea, tienes que seguir las recomendaciones de tu matrona y/médico puesto que la cura de la cicatriz es distinta.

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Otras formas de resistir al calor

Otra forma básica es usando aire acondicionado y ventilador. De hecho, aunque tu bebé sea un recién nacido, puedes utilizarlo. Ellos pasan la misma calor que nosotras. Lo único que ha de hacer es tomar precauciones: No le debe dar el chorro directamente, la temperatura ha de estar entre 24 y 26º y hay que vigilar el grado de humedad de la habitación. También asegurarnos de que no hay cambios bruscos de temperatura para evitar los resfriados de verano.

«Es muy habitual que una mamá que acaba de dar a luz sienta sofocos y sude mucho más no solo por el calor, sino por los cambios hormonales y porque es una forma de ir perdiendo los líquidos acumulados durante el embarazo. Es muy típico sentir agobio por el sudor y porque se empapa la camiseta», explica la matrona Esther Esteban.

Su recomendación en este caso es llevar en el bolso un abanico y también un spray con agua con el que poder mojarte cuando tengas calor. Y una camiseta de recambio, además de las cositas del peque. Usar ropa cómoda, poco ajustada y de tejidos fresquitos es otra forma de combatir el calor.

 

 

Sobre el sudor, si estás con lactancia materna, es muy probable que sudes más y que aparezca la sudamina. Se trata de una alteración de la piel que suele desaparecer sola. Solo si produce muchos picores se puede prescribir un corticoide tópico, aunque habitualmente con medidas físicas y alguna loción calmante es suficiente para el peque y para ti.

La incomodidad del posparto cuando das a luz en verano

Dar a luz en verano también puede complicar el posparto. Me refiero a que puede ser más incómodo. Es importante extremar la higiene porque con el sudor y el calor las heridas se pueden empapar y eso dificulta que se sequen y se curen. Además, en los primeros días las compresas de posparto se empapan no solo de nuestra sangre sino del sudor.

«Hay que cambiarse más a menudo porque la compresa se humedece y vigilar que se airee la zona», recuerda Esther Esteban. Su consejo es que aproveches las siestas para dejar la zona desnuda y que se airee, colocando en el sitio donde nos echemos una toalla.

 

 

Los días son tan largos que, como además hay que evitar salir al exterior en las horas centrales del día, es mucho más fácil poder echarnos una siesta con tranquilidad con el bebé o sin él. Porque el descanso es uno de los aspectos claves para este periodo de la maternidad.

Hospitales a medio gas y oficinas administrativas cerradas

Durante los meses de verano los hospitales suelen tener menos personal. En teoría, se debe sustituir a todos los trabajadores que se van de vacaciones. Pero en los últimos años las crisis y los recortes en la sanidad pública también tienen su reflejo en las plantillas durante el verano.

En mi caso, dio la casualidad que di a luz de madrugada, dos días antes del puente del 15 de agosto y, según me contaron las propias enfermeras, fue una noche con muchos partos. Como rompí aguas pero no tenía contracciones y era mi segundo parto, me enviaron a una habitación. «Avisa cuando las contracciones sean muy seguidas», me dijeron. Llegué a las 12 de la noche al hospital y a las 3:30 de la madrugada nació mi hija. Cuando me bajaron al paritorio se dieron cuenta de que no me podían poner la epidural, como solicité. Lo bueno, he de reconocer, es que el posparto fue mucho mejor que con mi primera hija.

 

 

Esa falta de personal también la observé en la limpieza y en los trámites administrativos. Solo había un pediatra para toda la planta cuando me dieron de alta.

En el Registro también había menos personal, al igual que en las oficinas de la Seguridad Social para solicitar los trámites de los permisos de maternidad y paternidad. Hoy en día, afortunadamente, muchos de esos trámites se hacen por internet.

Lo positivo, en este último caso, es que aunque al dar a luz en verano te quedas sin vacaciones en el trabajo, ese periodo se puede recuperar a posteriori y juntarlo con la baja de maternidad para aumentar el tiempo para estar con tu bebé (si estás trabajando fuera, claro).

 

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Ventajas de dar a luz en verano

Una de las cosas más positivas de dar a luz en verano, al menos para mí, es que el buen tiempo te acompaña. Evitando las horas centrales del día, es muy agradable dar un paseo con el bebé tempranito o al caer la tarde (los bebés pueden salir a la calle desde el primer día). Los horarios, además, son más flexibles, de modo que la hora de irse a dormir puede adaptarse a cada ritmo de vida. Además, el sueño infantil cambiará nuestros esquemas, así que mejor que sea en un momento en que se puede estirar la jornada.

Además, es el periodo de vacaciones. De modo que, si tienes pareja, esta puede acoplar sus días de descanso para acompañarte en las últimas semanas. Y cuando nace el bebé, es más fácil estar acompañada por familiares y amigos que tienen más tiempo libre. Ojo, acompañada si quieres. Estás en tu derecho de querer estar sola cuidando en exclusiva a tu recién nacido. Pero la opción de recibir ayuda para recoger la casa, para cuidar a otros hijos si los tienes, etc… Está ahí.

 

 

Es más, si tienes otros hijos, el que tu pareja o alguien de tu familia te acompañe, puede facilitar el estar un tiempo en exclusiva con el primogénito (en la medida que el bebé no te necesite). Además, los peques también tienen vacaciones, así que es más fácil hacerle partícipe en los cuidados de su hermanito/a, evitando que se sienta apartado o tenga celos.

Y, no sé si os pasa a vosotras, pero en general el verano da buen rollo. Una se siente más animada, tiene más ganas de salir, de pasear. Así que esas sensaciones pueden ayudarnos a transitar por el posparto de una forma más amable, alejando los sentimientos de tristeza o apatía que pueden acompañar a veces a este momento de nuestras vidas.

 

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Hidratación y vitamina D

El calor, el sudor, así como dar el pecho obligan a mantenerse bien hidratada. Lo más positivo cuando das a luz en verano es que no solo se puede beber agua, sino que hay muchas frutas y verduras muy típicas del verano que están compuestas por mucha agua. Los alimentos veraniegos, además, suelen ser más ligeros; así que esto también puede repercutir positivamente en la recuperación de nuestro cuerpo después del parto.

Por otro lado, gracias a la exposición al sol el cuerpo produce más vitamina D que es fundamental para los huesos y el calcio. A los bebés se les suele suplementar durante el primer año con esta vitamina, lo que demuestra su importancia. Así que esa exposición a la luz del sol es muy positiva para su salud y para la nuestra.

 

 

Sin embargo, hay que tomar precauciones. A un bebé no le puede dar el sol directamente durante los primeros seis meses de vida, por lo que hay que aprovechar la luz solar muy temprano en la mañana o los últimos rayos por la tarde. Y en nuestro caso, hay que proteger nuestra piel con protector solar y hacerlo repetidamente (cada dos horas a ser posible). También podemos recurrir a sombreros y gafas de sol.

Seguro que a vosotras se os ocurren más argumentos sobre el parto en verano. Es un momento muy importante en nuestras vidas y hay que encararlo siendo positivas. Todo tiene su parte negativa y su parte positiva, en cada una está a qué le damos más importancia. Y para ti, ¿cuál es la mejor fecha para dar a luz?

 

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