Pocas veces estamos preparados para la llegada de un bebé de riesgo. Pero la realidad es que los neonatos de alto riesgo existen. De hecho, entre el 10 y el 15% de los recién nacidos…
La revista Internacional Journal of Nursing Studies acaba de publicar un estudio realizado en España que demuestra que los partos asistidos por matronas tienen un 50% menos de probabilidades de derivar en parto quirúrgico. A lo que se suma que tienen aproximadamente un 40% menos de posibilidades de daño perineal severo.
Es el primer estudio que analiza los resultados en la salud de las embarazadas de bajo y medio riesgo y de sus bebés en el parto, dependiendo del profesional que las asista.
La OMS defiende desde hace años que las matronas son una figura fundamental no solo en el parto, sino también en la atención prenatal y posnatal. Además, son claves a la hora de asesorar y hacer un seguimiento en materia de salud sexual, planificación familiar o detección y tratamiento de infecciones de transmisión sexual. Recientemente, este organismo internacional alertó de la escasez mundial de matronas. Cifra en 900.000 las que hacen falta en el mundo.
El estudio publicado en el International Journal of Nursing Studies ahora viene a demostrar con más datos por qué son importantes los partos asistidos por matronas. Son más respetuosos con la madre y eso también beneficia al bebé.
Datos de 44 hospitales españoles y 11.537 mujeres
La investigación se realizó entre los años 2016 y 2019. En ella participaron 44 hospitales públicos españoles de cuatro regiones distintas. Se analizaron los resultados de los partos de 11.537 mujeres de entre 18 y 40 años. De los 11.537 partos, 10.844 (94%) fueron asistidos por matronas y el resto (639, el 6%) por profesionales obstétricos.
Se centró en los cuidados recibidos durante el parto por embarazadas de riesgo bajo o medio. Es decir, aquellas que antes del inicio del trabajo de parto no se sabía que tuvieran factor de riesgo médico u obstétrico.
No es la primera vez que se estudia el impacto positivo del trabajo de la matrona en los resultados del parto. Pero sí el primero que compara estos resultados dependiendo del profesional que atienda a la mujer, matronas u obstetras. El artículo ha generado cierta controversia por comparar a dos grupos profesionales, aunque el estudio ha utilizado criterios de paridad, tipo de inicio de parto, etc.
Más normalidad y menos instrumentalización en los partos asistidos por matronas
Los resultados son muy llamativos. Las mujeres con partos asistidos por matronas tenían menos probabilidad de recibir epidural y más aumento del trabajo de parto de modo natural que el del grupo de atención obstétrica. Las que dieron a luz espontáneamente también fueron mayores en el primer grupo. Y la diferencia estadística alta: 74% frente al 44,3%.
Los partos quirúrgicos (partos con ventosa, fórceps, espátula y cesárea) fueron «significativamente menos frecuentes» en las mujeres atendidas por matronas. Y también hubo una tasa más baja de daño perineal severo (-40%). Por último, registraron tasas de manejo activo más bajas en la tercera etapa y también disminuyó la posibilidad de necesitar cuidados intensivos.
En cuanto a los bebés, los recién nacidos con la asistencia de matronas tuvieron tasas «significativamente más bajas» de puntuación de Apgar a los cinco minutos, reanimación neonatal y tasas más altas de inicio temprano de lactancia materna.
Es decir, que los partos asistidos por matronas, según este estudio, tienen mejores resultados y son más respetuosos tanto con la madre como con el bebé. En concreto,
«Las mujeres del grupo de atención por matronas tenían un 50% menos de probabilidades de tener un parto quirúrgico (ORa: 0,5; IC del 95%: 0,4 a 0,6) que las mujeres del grupo de atención obstétrica. Además, las mujeres bajo atención de estas profesionales también tenían tasas significativamente más bajas de daño perineal severo (ORa: 0,62; IC del 95% (0,49 a 0,78). Mientras tanto, se encontró que todas las demás variables de confusión tenían una influencia estadísticamente significativa en el modo de nacimiento.»
Atención segura y efectiva en los partos
Este estudio demuestra que, incluso en las unidades obstétricas convencionales, los partos asistidos por matronas suponen efectos positivos en la salud maternal. En el caso de las cesáreas, la tasa fue del 10,4%, en el grupo de mujeres atendidas por matronas. Cifra muy por debajo de la tasa nacional en hospitales públicos que están entre el 22 y el 33%.
«Los hallazgos sugieren que la atención de partería es segura y efectiva, y eso no está asociado con un mayor riesgo de resultados adversos para las mujeres con embarazos normales, de riesgo bajo y medio y sus bebés», explican las autoras.
Estas subrayan que se confirma lo que ya se recoge en otros estudios internacionales como la ultima revisión Cochrane o lo que ya se afirma desde la OMS. En gran parte, estos mejores resultados se deben a una visión diferente del parto. La mayoría de matronas conciben el parto como un proceso natural en el que no hay que intervenir a menos que sea necesario:
«Somos expertas en el parto fisiológico, mientras que los profesionales de la obstetricia lo ven desde un punto de vista patológico. No es que sea mejor o peor, simplemente tenemos una visión distinta», explica Sara Caamaño, una de las matronas del equipo de Criar Con Sentido Común.«Lo vemos desde un punto de vista de normalidad. Si hay que intervenir se interviene y si no, no. Creo que este estudio es muy importante porque avala nuestro trabajo», añade Esther Esteban, la otra matrona de la Tribu CSC.
Reivindicación del papel de la matrona: se necesitan más y que tengan más protagonismo
Las autoras del estudio reivindican el papel de las matronas y creen que su investigación debería provocar reconsideraciones:
«Debería alentar un cambio en el sistema actual de atención de maternidad hacia una mayor integración de los servicios dirigidos por matronas a fin de lograr resultados óptimos en el parto de madres y recién nacidos».
Y eso se consigue dando más protagonismo a estas profesionales e incluso sacando los partos de las unidades obstétricas y dedicando un espacio concreto y dirigido por matronas para ello (algo en los que está trabajando el Gobierno central).
«En muchas ocasiones, las matronas de paritorio se sienten ninguneadas. El protocolo estima que son ellas las que tienen que dirigir el parto, excepto en caso de complicación. Sin embargo, parece que es el o la obstetra quien tiene la última palabra.», insiste Esther Esteban.
El estudio también reclama un aumento en el número de matronas y que estas asuman más responsabilidad. Y se pide un acceso a la formación distinto, ya que «el número de plazas es muy limitado y no se cumple con el número de matronas que se encuentran en proceso de jubilación».
En este sentido, la matrona Esther Esteban finaliza que invertir en estas profesionales supondría un ahorro porque la intervención en «más eficaz», logra mejores resultados tanto para la madre como para el bebé y evita intervenciones innecesarias en muchas ocasiones.
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