Parto orgásmico: ¿Mito o realidad?

¿Puede una mujer sentir placer en el momento de dar a luz? El porcentaje no es muy alto, pero hay mujeres que sí han sentido un orgasmo. Es lo que se conoce como el parto orgásmico. Otras no han llegado al clímax, pero su experiencia ha sido muy positiva. Hoy os explicamos qué bases científicas tiene y por qué este se produce en un contexto de parto respetado.

¿Qué es el parto orgásmico?

Se conoce como parto orgásmico a aquel en el que la mujer siente placer durante el parto. En algunas ocasiones ese orgasmo es espontáneo, en otras puede ser provocado por estimulación.

«Lo que está más estudiado es que hay un porcentaje de mujeres que sienten placer, pero para ello han de tener intimidad y un parto respetuoso. Incluso Master y Johnson –  el famoso ginecólogo William Masters y la sexóloga Virginia Johnson – ya se dieron cuenta de que algunas mujeres sentían un orgasmo de forma espontánea en el parto«, explica Esther Esteban, matrona del equipo de Criar Con Sentido Común.

Por su parte, Sara Caamaño, la otra matrona de la Tribu CSC, indica que «depende de lo que entendamos como parto orgásmico. Yo sí he sido testigo de mujeres que han disfrutado de su parto, con sonrisas y sin ápice de sufrimiento«. Incluso entre las madres de nuestra comunidad hay algunas que expresan haber disfrutado mucho este momento en partos sin epidural.

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Pero ni Esther Esteban ni Sara Caamaño han presenciado o conocido a una mujer que sí haya sentido un orgasmo, similar al sexual. Es cierto que el sexo durante el embarazo es un auténtico tabú, así que es probable que si se ha sentido placer en el momento de parir quede en la vida privada de cada una. Pero sí hay casos documentados. Por ejemplo, en el documental Orgasmic Birth.

La fina línea entre el placer y el dolor

En este documental se cuenta la historia de 11 parejas cuyos bebés nacieron tras un parto orgásmico. Una de las madres participantes no solo afirma que tuvo un orgasmo durante el parto sino que este fue igual al que se siente al mantener relaciones sexuales con su pareja.

En este documental, que se ha estrenado en 28 países, participa la prestigiosa ginecóloga Christiane Northrup. Según ella, las mujeres están capacitadas para tener bebés sin necesidad de medicación. Para ella, la posibilidad de sentir un orgasmo al dar a luz es «ciencia básica».

Según explica, durante el recorrido del bebé por el canal del parto, su cuerpo pasa por las mismas áreas que permiten a una mujer llegar al orgasmo. El clítoris es mucho más grande de lo que parece. Cuenta con 8.000 terminaciones nerviosas. Y no se compone únicamente del glande del clítoris, que es la parte visible, sino que cuenta con un cuerpo cavernoso en forma piramidal. Y la presión de la cabecita puede estimular esa zona hasta llegar al orgasmo, según la doctora Northrup.

Por otro lado, cuando una mujer está de parto segrega hormonas para sentirse bien: prolactina, oxitocina y otras beta-endorfinas. Es decir, las mismas que segrega nuestro cuerpo femenino durante las relaciones sexuales. ¿Qué ocurre entonces? ¿Por qué no todas las mujeres sentimos placer al parir? Pues que, según Christiane Northrup, nuestra cultura cree erróneamente que el parto es una situación dolorosa y peligrosa y eso nos predispone a sentir dolor:

“Si abordas algo tan hermoso y natural como el nacimiento desde esta perspectiva, tendrás miedo y esperarás dolor. Esto da como resultado músculos más tensos, una desaceleración en el proceso de nacimiento y menos hormonas que te hagan sentir bien y que actúen como la anestesia de la Madre Naturaleza».

El orgasmo durante el parto: La importancia del entorno y de las expectativas

Nuestras expectativas sobre cómo será el parto puede condicionarnos, según la ginecóloga estadounidense. Lo cierto es que en mi caso tenía miedo. No sabía a lo que me iba a enfrentar y siempre había escuchado que parir duele mucho. Y, efectivamente, a mí me dolió. El estrés, la incertidumbre y el ambiente hospitalario (y eso que mi experiencia fue buena en general) no me permitieron relajarme hasta tal punto de no sentir dolor.

La matrona Esther Esteban coincide en apuntar que un hospital difícilmente se puede convertir en un espacio adecuado para un parto orgásmico. Sin embargo, iniciativas como los centros de nacimiento, donde la mujer está en una habitación similar a una casa, y donde puede elegir cómo parir (sin anestesia ni medicación preferentemente), sí podrían ayudar a mejorar la experiencia de muchas mujeres.

Tener cierta preparación mental y saber exactamente cómo queremos nuestro parto son importantes para que la experiencia sea más placentera. No es necesario llegar al orgasmo, pero al menos sí se podría controlar el dolor (que no deja de ser una sensación subjetiva), que este sea más soportable, y dejar que nuestro cuerpo libremente acompañe a nuestro hijo o hija a llegar al mundo con una experiencia feliz.