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Un nuevo estudio de la Universidad de Yale ha revelado que un parto prematuro puede afectar a la capacidad cognitiva de los niños. Estos hallazgos podrían ayudar a encontrar tratamientos para corregir los trastornos del neurodesarrollo en los bebés prematuros.
¿Cómo influye un parto prematuro en la capacidad cognitiva de los niños?
Publicado en la revista Nature Communications, los investigadores necesitaban explotar si los cerebros infantiles podían controlar las redes neuronales. Además, querían analizar si ese control temprano podría estar relacionado con la capacidad cognitiva a medida que envejecen.
Pero el estudio con los bebés planteaba todo un reto. En el caso de los adolescentes y adultos, la función cerebral se puede estudiar haciéndoles realizar cualquier tarea cognitiva, algo que no es posible con niños muy pequeñas. Según Huili Sun, autor principal del estudio y profesor asociado de Radiología e Imágenes Biomédicas en la Facultad de Medicina de Yale:
«Con los bebés, no podíamos pedirles que hicieran algo como matemáticas, por ejemplo. Así que tuvimos que ser más creativos».
Así, utilizaron datos recopilados por el Proyecto Developing Human Connectome, un gran estudio sobre el desarrollo del cerebro infantil realizado en el Reino Unido. Además, incluyeron resonancias magnéticas de 448 bebés a término y 73 bebés prematuros.
Con todos estos datos, los investigadores construyeron mapas de las regiones del cerebro y las conexiones entre ellas y simularon la activación de redes cerebrales basadas en la estructura cerebral de los bebés. Luego calcularon la energía de control necesaria para esas activaciones de la red. De forma gráfica, Sun lo compara con centrales eléctricas:
«Se puede pensar que cada región del cerebro es una central eléctrica y las conexiones entre regiones son cables que las conectan. El control cerebral es esencialmente la regulación del flujo de energía entre centrales eléctricas».
Así, los investigadores evaluaron 2 tipos de control. En la primera (la controlabilidad promedio) describieron la capacidad de cambiar entre estados cerebrales similares. Por ejemplo, pasar de un comportamiento motor como «agarrar» a un comportamiento sensorial como «escuchar», ya que ambos utilizan circuitos cerebrales similares. En la segunda, (la controlabilidad modal) abarcaban la capacidad del cerebro para navegar por estados cerebrales distintos, como entre funciones cognitivas complejas. Es el caso de la toma de decisiones y la atención.
El estudio concluyó que entre los bebés a término y los prematuros, la controlabilidad promedio se desarrolló antes que la controlabilidad modal, algo que pudieron observar ya en el tercer trimestre de embarazo.
Una nueva vía para encontrar tratamientos para los trastornos del neurodesarrollo en prematuros
Esto en realidad encaja con lo que ya se sabía sobre el desarrollo de los recién nacidos: a una edad temprana, los bebés suelen aprender conductas sensoriales y motoras que dependen de circuitos sensoriales similares. Para ello, hacen que priorizar la controlabilidad promedio o cambiar entre estados similares sea beneficioso. Las redes cerebrales que apoyan una función cognitiva compleja aún no están desarrolladas en los recién nacidos, por lo que apenas hay necesidad de una alta controlabilidad modal.
Es cierto que aunque los bebés a término y los bebés prematuros tenían patrones similares de controlabilidad, el grado de esta dentro de las regiones individuales del cerebro difería entre los dos grupos. Así, muchas de las regiones del cerebro con las mayores diferencias en controlabilidad eran áreas que subyacen a déficits conocidos observados en niños nacidos prematuros, como las regiones del cerebro relacionadas con el desarrollo del lenguaje y el procesamiento social.
A pesar de ello, los investigadores encontraron que los bebés prematuros podían «alcanzar» a los nacidos a término gracias a un desarrollo más rápido de la controlabilidad regional en los primeros meses de vida. Según el autor principal del estudio:
«Quizás lo más interesante es que, en todos los bebés, cuanto mayor es la capacidad de control de una región del cerebro al nacer, más rápido se desarrolla con el tiempo. Y los bebés con una mayor capacidad de control al nacer tendían a tener una capacidad cognitiva más fuerte a los 18 meses».
Pero, además, los hallazgos ofrecen información valiosa sobre cómo funciona el cerebro en una etapa muy temprana de la vida. Esto podría ofrecer nuevas opciones de tratamiento para corregir las trayectorias de desarrollo afectadas por trastornos del neurodesarrollo, según explicaron los investigadores.
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