El paso de Infantil a Primaria: Retos y soluciones

Cada año, al comenzar el curso escolar, miles de familias se enfrentan a un nuevo reto: el paso de Infantil a Primaria. El cambio entre ambas etapas es significativo, tanto a nivel evolutivo como en cuanto a la rutina escolar y la metodología. 

¿Qué es la transición infantil?

Según las etapas del desarrollo cognitivo de Piaget, el segundo ciclo de la etapa de Educación Infantil se corresponde con la etapa preoperacional. Durante esta etapa el pensamiento es egocéntrico, comienzan a relacionarse entre iguales, tienen la necesidad de explorar su entorno, necesitan descubrir el porqué de muchas cosas y ponen en práctica el juego simbólico.

En la mayoría de escuelas, en las aulas de infantil tienen bastante libertad de movimiento, se suele trabajar por proyectos o por rincones, el ritmo es más lento, tienen más tiempo para desayunar, el baño está dentro de la clase y pueden ir cuando lo necesiten…

Con el paso a Primaria las características de niños y niñas cambian; y la dinámica escolar también. La etapa de Primaria se corresponde con la etapa de las operaciones concretas. El pensamiento lógico se desarrolla y se producen muchos avances en este sentido. Aunque la lógica se aplica a situaciones concretas, ya que aún no han alcanzado la etapa del pensamiento abstracto. Es durante esta etapa cuando suelen adquirirse y afianzarse destrezas básicas como la lecto-escritura y el cálculo matemático.

En la escuela, durante la Primaria, normalmente, las clases están más estructuradas en torno a las asignaturas y la libertad de movimiento y organización se reduce, por lo que el cambio en el día a día de los peques en la escuela también es significativo. No obstante, las escuelas realizan programas de tránsito entre ambas etapas para que el paso de Infantil a Primaria esté coordinado y los cambios se den de manera gradual. 

Qué conocimientos ha de tener un niño para pasar de infantil a primaria

Es importante tener en cuenta que, en España, la escolarización no es obligatoria hasta los seis años, es decir, hasta el curso en que empiezan la Educación Primaria. Por lo tanto, aunque la mayoría de familias escolarizan durante la etapa de Infantil y en muchos colegios se adelanta la presentación de la lecto-escritura y el cálculo a dicha etapa; verdaderamente, tanto desde un punto de vista legal como desde el respeto al desarrollo evolutivo, los niños y las niñas no tienen que llegar a Primaria sabiendo leer.

Esto no quiere decir que no haya niñas y niños que estén preparados antes de esta edad y puedan iniciarse en estas destrezas sin dificultad durante el último curso de Infantil; pero si un niño o una niña no ha aprendido a leer antes de empezar la Primaria es absolutamente normal y jamás se deberían forzar estos procesos ni desde casa ni desde la escuela. 

Retos y soluciones para el paso de Infantil a Primaria

Como ya hemos visto, el paso de Infantil a Primaria supone un momento importante en las vidas de nuestros hijos e hijas. A la emoción de volver a reencontrarse con sus amigas/os y todo lo que acompaña el inicio de cualquier curso escolar, se suma la inquietud por comenzar una etapa nueva y formar parte ya del “cole de los mayores”.

A veces, el cambio de etapa implica un cambio de centro educativo o, incluso, permaneciendo en el mismo centro supondrá un cambio de profesorado y, a veces, de compañeras/os. Además, en muchas comunidades autónomas es en la etapa de Educación Primaria cuando comienzan a tener más maestros/as especialistas para cada asignatura, la metodología cambia, las rutinas también… todas estas novedades van a constituir pequeños retos que tendrán que ir enfrentando en su día a día. 

Para hacerles más llevadero el cambio de etapa podemos hacer algunas actividades desde casa que contribuyan al bienestar de nuestras hijas e hijos durante este periodo de transición.

Una de las cosas que podemos hacer para ayudarles es establecer rutinas en casa. Los cambios que van a enfrentar en la escuela ya son suficientes. Si podemos evitar hacerlos coincidir con otros cambios en el ámbito familiar, mucho mejor. Si además, desde casa, establecemos rutinas claras y no les sobrecargamos de actividades, les estaremos aportando estructura y estabilidad para poder asumir el cambio de etapa. 

También podemos fomentar el gusto por la lectura sin forzar en absoluto el proceso de adquisición de la lecto-escritura. Si en casa tenemos el hábito de leer cuentos en familia, de alguna manera, estaremos ayudando a que tengan una percepción positiva del hábito lector. Cada niño/a tendrá la madurez necesaria para adquirir esta destreza cuando sea su momento. No se trata de forzar la situación ni de convertir nuestra casa en una extensión de la clase donde seguir presentando conceptos, sino de disfrutar en familia de la magia de los libros. 

Los juegos de mesa también son un recurso muy bueno para entrenar muchas de las habilidades que deberán poner en juego en el aula de Primaria: la concentración, la capacidad para seguir instrucciones y cumplir normas, respetar los turnos, cooperar en equipo para conseguir un objetivo común, aprender a ganar y a perder en los juegos…

Otra cuestión que les ayudará a enfrentar el paso de Infantil a Primaria es su grado de autonomía. En la medida en que en casa les permitamos asumir responsabilidades y confiemos en sus capacidades, estarán más desenvueltos para desarrollarse en un entorno nuevo. También es importante que cuidemos sus emociones y sus relaciones personales. Debemos prestar atención a las manifestaciones o cambios que podamos detectar en este sentido. 

Por último, si tenemos dudas o vemos que nuestra/o hija/o lo está pasando mal, es fundamental que mantengamos una comunicación fluida con la tutora. Docentes y familias podemos tener distintos puntos de vista y podemos discrepar en ciertas cuestiones, pero es fundamental que tengamos claro que estamos en el mismo barco; que rememos juntos para llegar a buen puerto ya que tenemos el mismo objetivo: el desarrollo y el bienestar de niñas y niños.

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