¿Cuánto duermen los padres primerizos? Te damos una pista: si tienes en casa un bebé recién nacido y duermes 8 horas del tirón, tienes suerte. Sólo un 5% de los padres y madres de recién…
Las nuevas madres suelen tener privación del sueño en los primeros años de vida del bebé. Dormir muy poco puede afectar la salud tanto de la madre como del niño. Ahora, un nuevo estudio de la Universidad de Illinois Urbana-Champaign analiza los patrones de sueño materno e infantil y concluye que están relacionados entre sí.
La investigación, publicada en el Journal of Developmental & Behavioral Pediatrics, identifica predictores y brinda recomendaciones para inculcar hábitos saludables.
El equipo de investigación siguió a las familias de 464 bebés en los dos primeros años de vida. Las madres completaron encuestas sobre las rutinas a la hora de acostarse, la duración del sueño de sus hijos, los despertares nocturnos y los problemas para dormir a los 3, 12, 18 y 24 meses de edad.
Las familias formaron parte de STRONG Kids 2, un programa de la Universidad de Illinois que promueve la nutrición y hábitos saludables en familias con niños pequeños. Las codirectoras de STRONG Kids 2, Barbara Fiese, profesora emérita de HDFS, y Sharon Donovan, profesora de ciencia de los alimentos y nutrición humana, también contribuyeron al estudio.
Si la madre duerme poco, el bebé también dormirá menos
¿Cuánto duerme una mamá con recién nacido? Los investigadores señalan que, tras el nacimiento del bebé, «los dos primeros años son un período realmente crítico» y «el sueño es importante para la salud». Por tanto, su objetivo era «observar la asociación entre el sueño de la madre y el bebé y si cambia con el tiempo», tal y como explica Tianying Cai, uno de los autores del estudio.
«Identificamos dos grupos de sueño distintos, un grupo de sueño materno donde las madres duermen de 5 a 6 horas por noche, y un grupo de sueño materno promedio, que cumple con las pautas de sueño recomendadas a nivel nacional con 7 a 8 horas por noche. Los niños en el grupo de sueño materno bajo también durmieron menos, aunque la diferencia no fue tan grande como para las madres», afirmó Cai.
Las madres que se ajustan al perfil de sueño materno bajo (menos de 6 horas de sueño nocturno) obtuvieron un promedio de 5,74 horas de sueño por noche a los 3 meses y 5,9 horas entre los 12 y los 24 meses, mientras que sus hijos obtuvieron 9,6 y 10,52 horas, respectivamente.
En el perfil de sueño promedio (más de 7 horas de sueño nocturno), las madres obtuvieron 7,31 horas a los 3 meses y 7,28 horas a los 12 a 24 meses, mientras que el sueño de los niños promedio era de 9,99 y 11 horas, a los 3 meses y a los 12 a 24 meses, respectivamente.
Así pues, cuanto más largo, profundo y reparador sea el descanso de la madre; mejor dormirá el bebé. Pero, ¿qué hace que unas madres duerman mejor que otras?
Factores que influyen en la cantidad de sueño de una madre
El equipo de investigación también identificó factores que influyen en la «cantidad de sueño» que duerme una madre. No es sorprendente que uno de los predictores más fuertes sea el despertar nocturno del bebé, lo que significa que es más probable que el bebé despierte a los padres por la noche. Esto podría significar bien que hay bebés que se despiertan con más frecuencia o que hay madres más propensas a despertarse cuando los bebés se mueven o hacen ruido, según explica Cai.
Los investigadores también hallaron que las madres que trabajaban más horas tenían más probabilidades de dormir menos a los 3 meses, aunque eso ya no era un factor de privación de sueño a los 12 meses. Además, aquellas que amamantaban a su bebé a los 12 meses tenían más probabilidades de dormir más horas.
Otros estudios también señalan la relación entre lactancia nocturna y descanso, ya que la composición de la leche materna cambia a lo largo del día, adaptando sus propiedades a las necesidades del bebé. En el caso de las tomas nocturnas, la leche materna propicia su descanso.
Según numerosos estudios (el primero de ellos fue “The posible role of human milk nucleotides as sleep inducers”, llevado a cabo en 2009 por varios investigadores), la leche materna por la noche aumenta los nucleótidos (componentes del ADN), prolactina, triptófanos y melatonina que actúan como inductores del sueño y, por tanto, ayudan a que los bebés descansen mejor y a que desarrollen unos ritmos saludables de sueño y vigilia.
También los especialistas en sueño inciden en que los bebés amamantados duermen más y mejor.
El sueño de la madre y el bebé cambia con el tiempo
Con el tiempo, las madres que duermen poco al comienzo de su maternidad consiguen que sus horas de sueño alcancen el promedio. Es decir, muchas de las familias del grupo de sueño bajo pasaron al grupo de sueño promedio a medida que se consolidaban los patrones de sueño de los bebés. A los 3 meses, el 60% estaba en el grupo de sueño materno bajo y el 40% en el grupo promedio, mientras que a los 12 meses los números se invirtieron.
Por su parte, la mayoría de los que estaban en el grupo de sueño promedio a los 3 meses continuaron estándolo durante todo el período de estudio. Es decir, las madres que duermen bien desde el principio de su maternidad, continúan durmiendo bien a medida que el bebé crece.
Acostarse pronto y seguir una rutina mejora el sueño de los bebés y de sus padres
¿Cuánto duermen los padres de un recién nacido? Los investigadores descubrieron que acostarse más temprano y rutinas constantes se asociaron con mejores patrones de sueño, lo que corrobora un estudio anterior de Fiese y Cai. Si los padres pueden establecer rutinas para acostarse temprano a los 3 meses de vida del bebé, «mejora la duración del sueño y reduce los problemas para dormir», dijo Fiese.
«Los padres pueden sentirse abrumados y no darse cuenta de que tienen esto en su conjunto de herramientas. Algo tan simple como establecer una hora de acostarse desde el principio y tener rutinas, como leerle un cuento a su hijo antes de irse a la cama. Eres comprensivo, pero el ritmo de tu voz establece previsibilidad, y puedes expandir esta rutina a la hora de acostarte durante los primeros años de vida», explicaba el experto.
Si quieres más información o necesitas asesoramiento profesional y pautas concretas para mejorar el sueño de tu peque, en la Tribu CSC puedes consultar online a nuestro equipo de expertos/as en salud materno-infantil y crianza respetuosa. Entre ellos/as se encuentra la psicóloga y especialista en sueño infantil, Rafi López.
Distintas familias, mismos desafíos
Los investigadores señalaron que no observaron diferencias significativas debido a las características demográficas de la muestra.
«La educación, los ingresos o el origen étnico de la madre no predijeron la pertenencia a grupos de sueño entre 3 y 24 meses; todos los padres enfrentaban desafíos similares. Creo que tener un bebé es un gran ecualizador para muchas cosas, aunque las mamás que tienen que volver a trabajar o trabajar más horas pueden tener más presiones«, explica Donovan.
Aun así, hay pasos que todos pueden tomar para mejorar los hábitos a la hora de acostarse y los patrones de sueño.
«Hacer que los niños se acuesten más temprano y tratar de cumplir con las pautas de la Academia Americana de Pediatría –AAP– es realmente importante porque los estudios han demostrado que el sueño está asociado con muchos resultados neurocognitivos y la salud de los niños«, concluye la especialista.
La AAP apoya directrices para el sueño en la niñez de la Academia Estadounidense de la Medicina del Sueño
La Academia Americana de Pediatría (AAP) publicó una declaración de apoyo a las directrices de la Academia Americana de la Medicina del Sueño (AASM), que describe la duración del sueño recomendado para los niños desde que son bebés hasta la adolescencia.
Además de apoyar las pautas de la AASM, la AAP anima a los pediatras a discutir estas recomendaciones y los buenos hábitos del sueño con los padres y los adolescentes durante las visitas clínicas. El grupo recomienda por consenso seguir las siguientes horas de sueño para promover una salud óptima en la infancia:
- Bebés de 4 a 12 meses deben dormir de 12 a 16 horas cada 24 horas (incluyendo siestas) de manera habitual.
- Niños de 1 a 2 años de edad deben dormir de 11 a 14 horas cada 24 horas (incluyendo siestas) de manera habitual.
- Niños de 3 a 5 años deben dormir de 10 a 13 horas cada 24 horas (incluyendo siestas) de manera habitual.
- Niños de 6 a 12 años de edad deben dormir entre 9 y 12 horas cada 24 horas (incluyendo siestas) de manera habitual.
- Adolescentes de entre 13 y 18 años deben dormir entre 8 a 10 horas cada 24 horas (incluyendo siestas) de manera habitual.
Los especialistas en sueño de la AASM descubrieron que un tiempo de sueño adecuado para la edad de forma habitual conduce a una mejor atención, comportamiento, aprendizaje, memoria, regulación emocional y salud mental y física.
En cambio, no dormir lo suficiente por la noche está asociado con un aumento de lesiones, hipertensión, obesidad y depresión, especialmente en los adolescentes, tal y como apoyan varios estudios recientes, ya que estos pueden sufrir un mayor riesgo de pensar en la autolesión o el suicidio.
Además de estas recomendaciones, la AAP sugiere que todas las pantallas de dispositivos se apaguen 30 minutos antes de ir a la cama y que televisores y ordenadores no estén permitidos en las habitaciones de los menores. Para los bebés y niños pequeños, se recomienda establecer una rutina nocturna, la cual es importante para cerciorarse de que los peques duermen lo suficiente todas las noches.
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