El pinzamiento tardío del cordón umbilical reduce el riesgo de muerte en bebés prematuros en al menos un tercio, según dos estudios

Dos estudios han puesto de manifiesto la importancia del pinzamiento tardío del cordón umbilical en bebés prematuros, al reducir el riesgo de muerte en estos recién nacidos hasta en un tercio.

Pinzamiento tardío del cordón umbilical en bebés sanos nacidos a término y en prematuros

Ya conocemos la importancia de esperar a que el cordón umbilical deje de latir para cortarlo en bebés sanos. Pero ahora, dos revisiones sistemáticas y metaanálisis complementarios publicados en The Lancet han revelado que esperar 2 minutos o más para pinzar el cordón umbilical en bebés prematuros en lugar de hacerlo de forma inmediata o durante menos tiempo, puede reducir el riesgo de muerte después del nacimiento.

Retrasar el pinzamiento del cordón umbilical permite que toda la sangre que se encuentra en la placenta vuelva al bebé, mientras los pulmones se llenan de aire. Se cree que esto facilita la transición a la respiración del recién nacido y, sobre todo, ayuda a que el bebé tenga una buena reserva de hierro.

Así, la recomendación actual en bebés sanos nacidos a término es esperar a que el cordón deje de latir, lo que suele ocurrir después de 2 o 3 minutos (a veces más) tras el nacimiento. Sin embargo, hasta ahora las investigaciones no eran claras sobre si esta práctica era también recomendable para los bebes prematuros, lo que ha provocado recomendaciones de todo tipo. Hasta ahora, ya que los dos nuevos estudios presentan el análisis más completo de toda la evidencia posible. Según la autora principal del estudio, Anna Lene Seidler, del Centro de Ensayos Clínicos del NHMRC, Universidad de Sydney (Australia):

«En todo el mundo, casi 13 millones de bebés nacen prematuramente cada año y, lamentablemente, cerca de un millón muere poco después del nacimiento. Nuestros nuevos hallazgos son la mejor evidencia hasta la fecha de que esperar para pinzar el cordón umbilical puede salvar las vidas de algunos bebés prematuros. Ya estamos trabajando con los desarrolladores de directrices internacionales para asegurarnos de que estos resultados se reflejen en directrices actualizadas y en la práctica clínica en el futuro cercano».

Para el análisis, los investigadores llevaron a cabo una revisión sistemática para identificar estudios sobre el manejo del cordón umbilical en bebés prematuros. En ella, se incluían más de 60 estudios con más de 10.000 bebés, lo que supone una de las bases de datos combinadas más grandes en este campo de investigación.

Así, los investigadores utilizaron estos conjuntos de datos combinados para realizar primero un metaanálisis que comparaba el impacto de diferentes estrategias de pinzamiento del cordón en la mortalidad de bebés prematuros; y un segundo metaanálisis para comparar diferentes momentos de pinzamiento del cordón.

El pinzamiento tardío del cordón umbilical reduce el riesgo de muerte en bebés prematuros en un tercio

El primer metanálisis incluyó datos de 21 ensayos controlados aleatorizados de países de ingresos altos y medios que compararon el pinzamiento tardío del cordón umbilical con el pinzamiento inmediato en 3.292 bebés.

En los grupos de pinzamiento tardío, la demora varió de 30 segundos a más de 180 segundos (algunos ensayos recomendaron demoras de hasta 5 minutos cuando fuera posible). En los grupos de pinzamiento inmediato, la mayoría de los ensayos especificaron el pinzamiento en un plazo de 10 segundos.

En total, el 6% (98 de 1.622) de los bebés que recibieron pinzamiento diferido del cordón umbilical murieron antes de salir del hospital, frente al 8,2% (134 de 1.641) cuyos cordones fueron cortados inmediatamente. Lo que significa que el pinzamiento tardío del cordón umbilical probablemente reduce el riesgo de muerte en bebés prematuros en un tercio (un cociente de probabilidades de 0,68) en comparación con el pinzamiento inmediato.

El pinzamiento tardío, «el mejor tratamiento para prevenir la muerte»

El segundo metaanálisis incluyó 47 ensayos con 6.094 bebés. Para este análisis, el pinzamiento diferido se dividió en 3 grupos: «diferimiento corto» (15 a 45 segundos), «diferimiento medio» (45 a 120 segundos) y «diferimiento largo» (120 segundos o más).

En comparación con el pinzamiento inmediato, esperar al menos dos minutos antes de pinzar el cordón redujo el riesgo de muerte en bebés prematuros en dos tercios (odds ratio de 0,31). El análisis estadístico determinó que esperar dos o más minutos para pinzar el cordón tenía una probabilidad del 91% de ser el mejor tratamiento para prevenir la muerte poco después del nacimiento en bebés prematuros de los diferentes momentos comparados en el estudio. El pinzamiento inmediato tenía una probabilidad muy baja (<1%) de ser el mejor tratamiento para prevenir la muerte. Según explica la doctora Sol Libesman, estadística principal de este estudio e investigadora del Centro de Ensayos Clínicos (CTC) del NHMRC de la Universidad de Sídney:

«Hasta hace poco, era una práctica habitual pinzar el cordón umbilical inmediatamente después del nacimiento de los bebés prematuros para poder secarlos, envolverlos y, si fuera necesario, reanimarlos con facilidad. Nuestro estudio demuestra que ya no es necesario pinzar el cordón inmediatamente y, en cambio, la evidencia disponible actualmente sugiere que posponer el pinzamiento del cordón durante al menos dos minutos es probablemente la mejor estrategia de manejo del cordón para reducir el riesgo de que los bebés prematuros mueran poco después del nacimiento».

Por supuesto, el estudio incluye excepciones y factores a tener en cuenta antes de implementar el pinzamiento tardío en bebés prematuros. Así, sus autores advierten que los resultados no son generalizables a los bebés que requieren reanimación inmediata, a menos que el hospital puede proporcionar ayuda respiratoria inicial segura con el cordón umbilical intacto. Según la doctora Seidler:

«Necesitamos más investigaciones para saber cuál es la mejor manera de brindar atención inmediata a los bebés prematuros más enfermos mientras el cordón está intacto. Incluso en el caso de los bebés prematuros más sanos, puede parecer contradictorio para algunos médicos postergar el pinzamiento del cordón cuando el bebé requiere atención, pero con la capacitación y el equipo adecuados, junto con un enfoque de equipo completo que involucre a matronas, médicos y padres, es posible postergar con éxito el pinzamiento del cordón mientras se garantiza que el bebé esté abrigado, respire y reciba los cuidados necesarios».

El estudio presenta además algunas limitaciones, como el hecho de que varios ensayos se realizaron en países de ingresos medios, en hospitales con unidades de cuidados intensivos neonatales. Por tanto, los resultados podrían no ser generalizables a entornos de bajos recursos. Además, hay pocos datos sobre si los médicos siguieron la estrategia de manejo del cordón que se había asignado aleatoriamente al bebé en los ensayos.

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