Lactancia materna y caries: de tarde en tarde surgen voces que nos alertan de los “terribles peligros” de mantener la lactancia materna a demanda, sobre todo si se trata de niños mayorcitos y que maman…
Con esta maravillosa ilustración de Korrig’Anne os cuento algo que seguro que os suena, a mujeres y hombres. Algo que en mi caso empezó hace 12 años:
«Si no fuera porque hay un bebé en medio, y porque estoy agotado, hasta me acercaría a besarte. Porque chica, eso de mirarte y verte con un pecho fuera…». Pero no, ese pecho no me esperaba a mí. Esperaba precisamente a ese bebé que a escasos milímetros dormía de manera semi-inconsciente, minutos antes de despertarse por nosécuánta vez para hacer la nosécuánta toma, para tomar la noséquéleche.
Así me lo contaba ella a la mañana siguiente, cuando me decía eso de «No puedo más, ya ni sé qué saca de ahí… con tanto mamar, ni leche habrá», a lo que yo respondía ignorante: «¿Por? ¡Pero si parece que cada noche duerme mejor!».
«¡Tú duermes mejor!»
«No, Armando. Tú eres el que duerme mejor. Tú eres el que no se entera de todas las veces que se despierta. El bebé no duerme mejor. Y yo no duermo mejor, sino peor. Y no puedo más».
Mirada de «pues tienes razón» por mi parte, que soy yo el que se desconecta, y tomar conciencia de que no me estoy enterando de la película, y que lo que le pasa a Miriam es lo que le pasa cada noche a miles de mujeres, cuando ya ni se guardan la teta, cuando ya la dejan fuera, cuando hay mañanas que ya no saben si ha mamado como para cantar por los U2: «Un, dos, tres, ¡catorce!»
Y luego ves que no solo lo hace por la noche… que también por el día: «Hoy me han visto la teta tres personas, creo: el repartidor, el cajero del súper y luego una mujer por la calle». Y le dices que es lo normal, que con un niño que mama normal tener que darle, y te contesta que no, que en ese momento ya no le estaba dando teta, pero que ya ni sabe cuándo la lleva dentro o fuera.
—¿Y qué hacen cuando te ven así? —le pregunto con curiosidad.
—La mujer me ha dicho riendo que iba con el pecho fuera… seguro que me entendía… el cajero no ha dicho nada. Ha mirado un momento, en dos o tres ocasiones, y ahí me he dado cuenta de que la llevaba fuera. Y el repartidor, que es el primero que me ha visto, me lo ha hecho saber mirando fijamente a mis ojos.
—Estaba evitando mirarte, ¿no? Jajajaja —le digo entre risas.
—Sí, pobrecillo. Al ver que se ponía nervioso y que no quería bajar la mirada me he dado cuenta de que, cómo no, iba con la teta fuera. ¡Qué desastre!
A los seis meses ya debería dormir solo
De todo esto que os cuento hace ahora 11 años, y hace 8 años, y hace 5 años. Esa época en que mis hijos tenían de 6 meses para arriba, no solo no dormían mejor, sino que dormían peor, y la gente insistía en que ya tenían edad para dormir solos.
Nos decían que ya no tenía sentido que se despertaran tan a menudo, que ya tenían reservas suficientes para descansar toda la noche y que si se despertaban era por nuestra culpa, que los habíamos acostumbrado a eso. Claro, porque cada hora nos poníamos el despertador y les metíamos un meneo para que no durmieran más, y con el paso de las semanas se acostumbraron a ese ritmo, ¿no?
Pues no. Eran ellos los que estaban intentando acostumbrarnos al ritmo de despertar cada hora, o cada hora y media. Y lo peor es que no lo conseguían.
Pero ¿cómo demonios vas a acostumbrar a un bebé a despertarse tan a menudo? Es que ni queriendo… ¡solo estábamos intentando adaptarnos para descansar un poco más!
Y encima te dicen que lo que tienes que hacer es darle cereales, que así duermen más y mejor, como si fuera la cena de Navidad cada noche, y sin darse cuenta de que si esa fuera la solución, no habría gente llenándose los bolsillos con métodos para lograr que los bebés duerman toda la noche.
Vamos, que las madres y padres hace tiempo ya que sabemos que lo normal no es que duerman toda la noche, sino todo lo contrario, y por eso la mayoría de mujeres acaban así, con una teta fuera, un bebé cerquita de ella y una conexión que se va repitiendo en varios momentos, unos días más, otros días menos.
¿Y también de día?
Y también de día… y por eso quise preguntar a las mujeres que forman parte de la tribu de la «Tribu CSC» si a ellas también les ha pasado lo de ir por el mundo enseñando pechuga sin ser conscientes de ello. Y esto fue lo que me respondieron (sí, a menudo hablamos de cosas tan trascendentales como esta):
Vinieron a revisarme la caldera y cuando me di cuenta iba con la camiseta hasta arriba y hablando tan tranquilamente, y mi peque jugando en el suelo. Me di cuenta cuando el chico bajó la mirada varias veces. Ah!! y lo mejor… sin sujetador!!! Quien dijo miedo?¿?¿
Yo fui a una pizzería con la cremallera de la camisa de lactancia bajada…
Estuvimos de comunión y mi hija tenía ganas de comer en misa. Me salí afuera a un banco, justamente en la puerta de la iglesia. Yo hablando con mi pareja tranquilamente y mi hija ya había terminado y yo sin taparme, así que la gente que salía me miraba con cara rara… El vestido terminó todo lleno de leche.
¡En la guarde! Les doy tetita a las dos antes de dejarlas y muchos días me despido de los profes con la teta fuera.
A mí me pasó al mes de nacer mi bebé. Vino la familia de mi chico a comer a la casa de mi padre (yo llevaba al bebé en la mochila dándole el pecho. Se acabó durmiendo y lo recoloqué pero no me guardé la teta) y yo enseñándoles la casa: aquí la cocina, el salón, esta es la huerta, y cuando llegamos a la terraza ya se me acerca mi suegra y me dice «Ay mi niña, tápate…». Resultó que estaba señalando dos veces todo jajajaja. ¡Tenía la mochila rodada para un lado y les di el house tour más erótico!
Mi hija mayor corriendo por el parque, tropezón y al suelo… yo con bebé a la teta… salí corriendo a cogerla y teti fuera… pero no me di cuenta y me tiré un rato después de consolarla con ella al aire en medio del parque abarrotado de gente.
Ufff, la de veces que me despisto y estoy tan ricamente aireando los pechotes, jajaja.
Pero de lo que más me acuerdo fue cuando estuve en la calle con el niño (tenía unos 2 meses y medio) haciendo recados y ya era su hora de comer. Como hacía muuucha calor nos metimos en una cafetería, agua para mamá, teta para el peque. Pues bueno, terminamos, le pongo en el carro, voy a la barra a pagar atravesando tooooda la cafetería, después al baño, un pis rapidito antes de seguir. Pues cuando termino y me estoy lavando las manos me miro en el espejo y allí está, la teta al aire!
Estoy muy exhibicionista desde que tuve a mi niña (yo soy de las mojigatas que nunca hacen topples). En los dos primeros meses tiramos mucho de amazon, compra a casa, y a hasta comida para llevar. Pues lo más normal del mundo era que SIEMPRE, Siempre, llegasen cuando mi pareja bajaba a los perros y ya atendía yo con la niña mamando. Hace unos días me paso en la calle. teníamos cita con el pediatra y llegue antes de hora. Me fui a la cafetería de al lado por que ella tenía hambre y por no esperar en la sala llena de virus. Total que le doy teta mientras me tomo mi agua y al acabar la pongo en su carrito, escucho que se caga, la llevo al baño con el carro (mi carro es enorme y tuve que pedir el paso en la cafetería para poder llegar al baño). Una vez en la puerta me di cuenta que estaba cerrado, gírate y pídele al camarero que te abra… total que entro ya a cambiarla y que veo en espejo! Mi teta fuera!! Pero totalmente fuera, llevaba una camiseta sin mangas muy ancha y directamente me baje el tirante… al darme cuenta me entraron unos calores… al pagar el agua el camarero miraba a cualquier parte jajaja.
Yo la teta no pero el sujetador bajo la camisa abierto que hace q parezca q tenga una teta en la barriga y la otra en su sitio pues sí 😉
Yo la última vez que me pasó algo así, fue hace poco en una charla sobre el sueño de los bebés…
Sala pequeña, 5 familias, sólo dos peques, uno de dos meses durmiendo en el capazo, mi cachorrillo por el suelo gateando. Todos sentados en sillas colocadas en semicírculo, yo en el suelo con el peque, este se empieza a quejar así que me lo enchufo a la teta, empieza a mamar y se aparta mirando a la gente… así un par de veces, yo mientras escucho atenta… El peque me «dice» que lo suelte, y así hago… me levanto, me siento en una silla, baja el marinovio al suelo y yo sigo atenta a lo que nos dicen.
Acaba la charla, adiós, adiós…muy guay todo. El aita se va levantando con Oihan del suelo y mientras le digo: «venga ponte la mochila tú y vamos a tomar algo», me mira y me dice: «A gusto, ¿no?». Y yo: ¿Eing?. «¡¡Que vas con la teta fuera!! Me pegué más de media charla con la teta al aire… jajaja y nadie e me dijo nada! Ni la psicóloga de la charla!
Yo luego me decía que como en la charla había una pareja embarazada que así igual veía la naturalidad de dar el pecho…
Y a vosotras/os, ¿también os ha pasado?
El repartidor de seur ya hasta me tutea y pregunta por el niño y otro de los repartidores de Amazon directamente me lo deja en el felpudo y llama para avisar jajajajaja
No he podido para de reírme. Como me he sentido identificada. Yo viví esas noches hace 6 años ya. Se pasaba regular en esos momentos pero ahora pienso que mereció la pena