Un hecho curioso es que, en todos los lugares del mundo, cualquier niño o niña se pondrán a jugar con las cajas de sus juguetes y les prestarán mucha más atención que al regalo en sí. Esto ocurre, principalmente, en la franja de edad entre los 6 meses y los 3 años, pero puede suceder hasta los 6 años o más. ¿Por qué sucede?
Nosotros vemos una caja, ellos un mundo de infinitas posibilidades
Puede resultar increíble, pero después de entregarle a tu pequeño el juguete que tanta ilusión y tan feliz crees que le va a hacer, ese que hace de todo, es carísimo y le va a tener horas y horas jugando entretenido… Resulta que el niño prefiere jugar con la caja y deja de lado su nuevo, brillante y maravilloso juguete. ¿Te ha pasado?
Seguro que sí. Es perfectamente normal que a los niños/as les guste jugar con cajas. Es un comportamiento habitual y constante durante toda la primera infancia y, a veces, incluso se extiende mucho más allá.
Sin embargo, los adultos nos seguimos preguntando por qué a los peques les gusta tanto algo que para nosotros puede resultar tan común y aburrido como una caja. ¡En realidad es señal de un sano desarrollo infantil!
Lo que sucede es que mientras nosotros vemos una caja de cartón corriente, a nuestros hijos e hijas les activa la imaginación como ningún otro objeto, ya que puede convertirse en todo lo que ellos/as deseen, necesiten o quieran: un coche de carreras, una casita, un cohete, un escondite o un tren.
Las posibilidades son infinitas para ellos, y lo mejor de todo es que este simple objeto puede convertirse y transformarse una y otra vez en múltiples cosas, el único límite es su imaginación.
La imaginación de los niños se despierta con objetos desestructurados
Una caja es un objeto desestructurado que puede ser todo lo que el niño o la niña quiera que sea. El poder de la imaginación a esta edad es ilimitado y los elementos poco definidos la activan como ningún otro.
A su lado, los juguetes están en clara desventaja: una muñeca solo es una muñeca, no se puede convertir en coche del mismo modo que un coche no puede ser una casa. Los juguetes tradicionales tienen formas concretas y usos específicos. ¡Por eso resultan tan aburridos frente a una caja de cartón!
Por este motivo, una y otra vez todos los niños y niñas a lo largo y ancho del mundo, se cansan pronto de jugar con sus juguetes nuevos, de los que en seguida se aburren; y tienden siempre a volver a jugar con una simple caja de cartón… ¡que les abre un mundo de posibilidades para divertirse!
Deja que juegue con la caja
Es frecuente que, frente a este innata e ingenua reacción infantil, muchos adultos nos decepcionemos. ¡Nosotros esperábamos que nuestros pequeños diesen palmas de alegría al ver nuestro regalo!
No insistas si tu pequeña deja de lado su nuevo juguete para jugar al escondite dentro de su caja. Está explorando sus posibilidades, es señal de imaginación y salud en el juego.
Cualquier objeto inocuo que estimule la imaginación de tu pequeño/a siempre será una excelente herramienta de juego, por lo que no te compliques la vida si tu niño prefiere jugar con una caja de cartón.
Aprovecha lo sencillo y económico que es buscarla y pon a su disposición varias cajas de diferentes tamaños para empezar a jugar (siempre bajo supervisión).
De hecho, si le proporcionas una caja más grande que él, verás que la usará para meterse en ella y convertirla en todo lo que desee. Y no dejes de jugar con ellos, aprovecha su iniciativa para crear bonitos recuerdos familiares.
Si quieres más información o necesitas asesoramiento profesional, en la Tribu CSC puedes consultar online a nuestro equipo de expertos/as en salud materno-infantil y crianza respetuosa.
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