13 Motivos por los que no debemos dar azúcar a los bebés y niños

El azúcar está muy presente en la alimentación de nuestros peques, a pesar de los importantes efectos que tiene sobre  ellos. ¿Por qué los niños no deben comer azúcar?

El consumo de azúcar en niños

Numerosos estudios alertan de los efectos que tiene el consumo de azúcar en los peques. Y, a pesar de ello, sigue estando muy presente en la alimentación de los niños y niñas. Los niños solo deberían tomar el azúcar que está presente de forma natural en los alimentos (sacarosa, fructosa, lactosa) y que, de hecho, es necesario para el organismo. Pero, en ningún caso deberíamos añadir azúcar a las comidas de los peques.

¿Qué dice la OMS sobre el azúcar en niños? Según la Organización Mundial de la Salud, un niño de entre 1 y 3 años, debería consumir, como mucho 17 gramos de azúcar al día, lo que representaría un 8% de las kcal totales que consume. Sin embargo, la realidad es muy diferente ya que en España se consume una media de 111,2 gramos de azúcar al día, según el Colegio Oficial de Dietistas y Nutricionistas de la Comunitat Valenciana (que no diferencia entre adultos y niños en sus datos). 

Además, hay que tener en cuenta que en esas cifras de consumo de azúcar recomendado, se incluye el que ya está presente de forma natural en los alimentos. Por ello, hay que prestar especial atención al resto de la dieta y, especialmente a aquellos productos que, en principio, no deberían contener azúcar en su composición pero sí la tienen. En caso contrario, es fácil sobrepasar la cantidad de azúcar diaria recomendada para bebés y niños de la OMS, como de hecho ocurre.

¿Por qué los niños no deben comer azúcar?

El abuso del azúcar puede afectar a la salud, al cerebro y al desarrollo de los niños y niñas. Por ello, los niños no deben comer azúcar y habría que reducir su presencia en la alimentación al máximo. Entre las principales razones para no dar azúcar a los niños y niñas, se encuentran:

1. No lo necesitan. Los bebés y niños pequeños no necesitan comer galletas ni helados con azúcar. Ofrecérselos responde más a una necesidad de los padres que a los propios niños, según explica la dietista-nutricionista de CSC Rebeca Pastor. De hecho, si nunca lo han probado antes, «no saben lo que se están perdiendo».
2. Provoca sobrepeso y obesidad.
3. Incrementa el riesgo de caries y de bruxismo nocturno (también puede alterarles y provocar que pierdan el sueño).
4. Genera adicción.
5. Diabetes tipo 2.
6. Menor absorción del calcio y el magnesio.
7. Aumenta la presencia de triglicéridos en sangre.
8. Provoca una mayor carencia del complejo de vitaminas B.
9. Aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Según un estudio publicado en la revista Journal of Nutrition, las bebidas azucaradas (incluidas bebidas light y zumos envasados), podían vincularse a mayores riesgos de sufrir síndrome metabólico.
10. Problemas de concentración, memoria y aprendizaje. Así, una investigación de 2012 puso de manifiesto que los adolescentes con obesidad tenían peores resultados en aritmética, ortografía, atención y flexibilidad mental.
11. Alteraciones en el comportamiento, aumentando la agresividad y el nerviosismo, especialmente en niños con TDAH. Además, se relaciona su consumo con hiperactividad, ansiedad y depresión.
12. Incrementa el riesgo de padecer enfermedades como el cáncer o el Alzhéimer.
13. Sistema inmunológico más débil con capacidad para destruir la flora intestinal.

Además, hay numerosos estudios que se centran en analizar cómo afecta el azúcar al cerebro de los niños. Es el caso de una investigación desarrollada con ratas por la Universidad de California, en la que comprobaron que una dieta muy rica en fructosa produce alteraciones en el cerebro, la memoria y el aprendizaje, dificultando la capacidad cerebral.

Además, otros estudios sugieren que al existir niveles elevados de glucosa en sangre, el cerebro intenta metabolizarla y puede producir un daño en el hipocampo. Es el caso de una investigación de la Universidad Charité en Berlín, que reveló que tomar mucho azúcar y otros carbohidratos daña tanto la estructura física del cerebro como su función.

¿Cómo reducir el consumo de azúcar?

El azúcar añadido está presente en multitud de productos. Por ello, es fundamental evitarlos en la medida de lo posible y, sobre todo, aprender a leer las etiquetas de los productos ya que, en muchas ocasiones, los menos pensados suelen contener mucho azúcar entre sus ingredientes.

El ritmo de vida y el estrés de los adultos, nos lleva a ofrecer desayunos y meriendas rápidas, con bollería industrial y zumos. Sin embargo, ambos son una fuente importante de azúcar. Lo ideal es ofrecer siempre frutas enteras, ya que los zumos, ya sean envasados o naturales, tienen mucho azúcar, mientras que pierden las propiedades más importantes de las frutas en sí, como la fibra. En su lugar, podríamos ofrecer bocadillos y frutos secos.

Además, esa «necesidad» adulta de vivir con prisa, nos lleva a recompensar con chucherías, chocolates o helados si se duchan enseguida o terminan rápido de cenar. Con la comida no deberíamos ofrecer premios ni castigos ya que podría provocar el desarrollo de trastornos alimenticios en nuestros peques.

¿Qué le hace el azúcar a los bebés? ¿Qué provoca la azúcar en los niños? Si quieres conocer los síntomas de exceso de azúcar en niños, los efectos del azúcar en el cerebro de los niños o no sabes cómo explicar a un niño que el azúcar es malo en la Tribu CSC cuentas con un equipo de expertos/as que pueden ayudarte. Entre ellos/as se encuentran la dietista-nutricionista Rebeca Pastor o la pediatra Gloria Colli.

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