Portear a un toddler

Las mochilas toddler y preschooler tienen un panel más grande que se encarga de mantener la misma posición de ranita

Este post se publicó originalmente el 08/10/2021 y ha sido actualizado en fecha 18/10/2024

Se denomina toodler a los peques que tienen entre 12 y 36 meses de edad. Esta etapa se caracteriza por ser como una especie de transición, entre la dependencia de un bebé y la independencia de un niño. Así que hoy, aprovechando que es la Semana Internacional de la Crianza en Brazos, vamos a ver cómo portear a niños grandes.

Portear a niños toddler 

Cuando nació mi hija enseguida vi la necesidad de portearla porque nació ya como si fuera un monito. Tenía claro que no se iba a bajar de mi cuerpo al menos hasta que comenzase la universidad. O eso creía yo. Pero no, un día se terminó. Sin darme cuenta. Me vi proponiéndole probar portabebés, intentando convencerla… hasta alguna vez utilicé la treta del “vengaaaaa y luego nos comemos un helado”, lo confieso (soy débil. Usé el chantaje). Siempre ha necesitado mucho contacto y recuerdo que mi primer portabebé fue un fular gris elástico que no conseguía ponerme bien.

También usé una famosa mochila colgona. No sólo la usé, sino que la perdí y me la volví a comprar. Después de semejante gasto, empecé a relacionar que si no iba cómoda y me dolían hasta las pestañas, igual el portabebé tenía algo que ver. Y es cuando empecé a leer y a ver qué se hablaba en internet sobre esto.

 

Portear a niños toddler

 

Sí, aunque no te lo creas, yo mantuve una venda en los ojos en cuanto a la crianza desde el embarazo hasta que mi bebé ya tenía algunos meses. Fui a ciegas. Y lo probé todo. También es cierto que al necesitar ella tanto de mí, tuve oportunidad de “jugar” al ensayo y error, de desaprender y de aprender. Y de frustrarme por querer conseguir algo que era imposible: que estuviese tranquila en una silla o en el suelo. Nunca. Siempre brazos. Tardaba pocos minutos en solicitar estar a metro y medio del suelo.

Así que empecé a leer y compré mi primera mochila ergonómica. Creo que ya tenía unos 16 meses. Más o menos a esa edad sufrimos lo que se llama la huelga de porteo. Bueno, la sufrí yo. Básicamente era que tenía que llevarla en brazos pero sin portabebé. Si intentaba ponérselo, se enfadaba y quería bajar. Pero si la bajaba al suelo, quería subir de nuevo.

Pesaba bastante y me dolía mucho la espalda. Yo necesitaba utilizar un portabebé y descubrí que tapándole poco la espalda, es decir, permitiéndole libertad de la mitad de la espalda hacia arriba, ella iba mucho más a gusto. Cuando se dormía, volvía a taparle hasta la nuca y listo (esto también un poco utopía, lo de dormirse).

 

Semana Internacional de la Crianza en Brazos: Porteo y Apego

 

Con esa edad me pilló en el final de uso de la mochila que acababa de comprar. Ponía que soportaba 15 kilos pero no es real, nunca lo es. Las mochilas duran más o menos en función de la altura de los peques, de la largura de las piernas y de la espalda. Por eso, la referencia es que cuando ya el panel no le sostenga la posición de ranita, es hora de cambiar.

¿Y a qué portabebé se cambia cuando crecen nuestros peques?

Pues a las mochilas toddler y después, a las preschooler. Son mochilas iguales en cuanto a la estructura. Misma forma, mismo funcionamiento. La única diferencia es que son más grandes (y luego los pequeños detalles que diferencian unas marcas de otras). Tienen un panel más grande que es el que se encarga de mantener la misma posición de ranita del peque.

Es justamente esa posición de ranita la que nos ayuda a cargar el peso de forma equilibrada y respetuosa para nuestro cuerpo. Sí, llevas peso adicional, pero no es lo mismo llevar un peso colgando de tu cuello únicamente que llevar unos tirantes y un cinturón muy bien colocados en tu espalda sin presionar en el cuello. La diferencia es abismal. Estas mochilas, al igual que las anteriores, permiten portear delante, mirando al adulto, y detrás, en la espalda.

 

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No creas que los tiempos de porteo son iguales. Ahora son mucho más independientes y recurren a ti cuando se cansan, cuando quieren algún mimo, cuando se han caído… Y muy probablemente sea el tiempo justo para comprobar que estas ahí y luego siguen investigando y descubriendo el mundo.

En mi caso, como os digo, porteé muchísimo más cuando por fin me encontré cómoda. A pesar de ser una niña ya más mayor, descubrí que al llevar una buena mochila, podía hacer caminatas de largo recorrido. Disfruté de paisajes como Monfalcó, Ordesa y los bosques navarros con la peque a cuestas cuando de otra manera, no hubiera podido.

Fue como recuperar un poquito de mi yo de antes. Seguro que sabes a qué me refiero. Además, también los abuelos pudieron portear con esa mochila y disfrutaron de unos días en el monte con la peque.

Te recomiendo muchísimo que aunque hayas usado esas mochilas enormes de monte que para nada son ergonómicas, pruebes una mochila ergonómica toddler para que veas la diferencia.

 

 

Si tienes alguna duda sobre qué portabebés elegir según la etapa evolutiva de tu peque, acerca de cómo portear si has sufrido una cesárea o sufres dolor de espalda, o si tu peque tiene unas circunstancias especiales, te espero en la Tribu CSC, donde tenemos un grupo específico de porteo para prestaros el mayor asesoramiento posible.

Además, podéis descargar gratis la app de Criar con Sentido Común tanto para plataformas Apple como para plataformas Android, y tenéis una semana gratis para probar todas las ventajas de la membresía a la Tribu, realizar todos los cursos online disponibles y consultar a nuestros/as especialistas.

 

18 octubre, 2024

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