5 Malos hábitos posturales que tienes que evitar desde el postparto

Es probable que pases bastante rato en esa postura, así que trata de tener a mano todo lo que necesites como agua o teléfono móvil para no tener que girarte, inclinarte o forzar la espalda en todo ese tiempo.

Postura encorvada al cambiar pañales o cambiar de ropa al peque

Esta postura encorvada no solo es habitual a la hora de amamantar al bebé. Durante los primeros meses de vida cambiarás muchos pañales al día a tu recién nacido y, probablemente, lo tendrás que cambiar también muchas veces de ropa.

Por ello, es importante que lo hagas sobre una superficie que te permita estar de pie con la espalda recta y no encorvada. Por ejemplo, puedes usar un cambiador en lugar de hacerlo sobre la cama, evitando así un mal hábito postural. Eso sí, es importante seguir algunas recomendaciones de seguridad para evitar accidentes.

Bebé apoyado sobre la cadera al estar en brazos

A los bebés les encanta estar los brazos de sus mamás y papás y no, no se «malacostumbran» por ello. Han pasado 9 meses en la barriga de mamá, así que es normal que cuando nacen quieran seguir cerca de su lugar seguro… ¡Y los brazos del otro progenitor también son una buena alternativa!

Así que vamos a todas partes con un bebé en brazos que al principio (y como media) suele pesar algo más de 3 kilos, pero que rápidamente coge peso. Y, de repente, nos vemos cargando en brazos durante horas a un peque de 8 kilos sin prestar atención a nuestra postura, pasándolo de un brazo a otro hasta que, al final, acabamos apoyándolo en la cadera.

 

 

Aunque pueda parecer un gesto habitual, lo cierto es que es uno de los malos hábitos posturales más habituales y puede provocar problemas en los hombros, la cadera y la columna, con el consiguiente dolor.

Para evitarlo, es importante que trates de colocar al bebé cerca de ti y hacia el centro de tu cuerpo cuando lo lleves en brazos. Trata de mantener la columna erguida y lleva los hombros hacia atrás. Además, cuando levantes o cojas a tu bebé, recuerda contraer los músculos abdominales, un sencillo gesto que agradecerá tu espalda.

Malos hábitos posturales al portear

Portear de forma ergonómica a nuestro peque puede ser una gran opción para evitar llevarlo todo el día en brazos y repartir así su peso por nuestro cuerpo. Además, el porteo ergonómico tiene importantes beneficios para el peque y el adulto.

Sin embargo, es fundamental hacerlo bien ya que de lo contrario puede provocar lesiones y dolor en la persona adulta. Así, si por ejemplo estás de pie porteando a tu bebé pero sin andar, debes mantener los hombros hacia atrás alineados con la espalda y el glúteo. La columna y la cabeza deben estar alargadas hacia arriba y las costillas y el ombligo hacia dentro.

 

 

Si quieres asegurarte de hacerlo correctamente, en la Tribu CSC contamos con la experta en porteo María Arenzana que te ayudará a elegir el portabebés que mejor se adapte a vosotros, además de usarlo correctamente.

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Empujar un carrito de bebé muy bajo

Sin embargo, no a todas las familias les gusta el porteo, así que el cochecito de paseo se convierte en un básico. Y aunque solemos centrarnos en el peque a la hora de elegirlo, lo cierto es que también hay que tener en cuenta a la persona que lo va a empujar para evitar malos hábitos posturales. ¿Por qué? Porque debemos elegir un cochecito de bebé que nos asegure adoptar una buena postura.

De lo contrario, si por ejemplo tenemos un cochecito o sillita de paseo demasiado bajo, tendremos que encorvarnos para empujarlo, además de agacharnos en exceso cada vez que tengamos que coger o poner al bebé en él.

 

 

Además, las muñecas deben tener una posición neutral, sin estar inclinadas hacia ningún lado. Al caminar, es importante abrir el pecho y contraer los músculos abdominales, mantener los pies y las rodillas hacia delante y los hombros hacia atrás. La barbilla debe estar paralela al suelo y debes pisar primero con el talón. El estómago y los glúteos deben estar alineados con el resto del cuerpo sin arquear la espalda hacia delante, un mal hábito postural muy habitual cuando empujamos un carrito de bebé.

En cualquier caso, el dolor de espalda o de cuello nunca debe considerarse algo normal y mucho menos cuando estamos cuidando de un bebé recién nacido, ya que puede empeorar si no ponemos ninguna solución. Si es tu caso, es recomendable que pidas ayuda profesional. En la Tribu CSC puedes contactar con la la fisioterapeuta Marta Saeta.