Cada vez son más las familias que se acercan a la Disciplina Positiva en busca de herramientas para criar a sus hijos/as desde el respeto. La sociedad evoluciona. Hoy en día, serían impensables ciertas discriminaciones…
Que la crianza no es fácil es una evidencia. Cada vez son más las personas y las familias que toman conciencia de que la educación tradicional, basada en el autoritarismo, es perjudicial. Muchas de estas familias se esfuerzan entonces por conocer cuáles son los principios de la Disciplina Positiva.
Somos conscientes de qué cosas no nos gustaron de nuestra infancia y qué patrones no queremos repetir; sin embargo, nos asusta caer en el otro extremo, en la permisividad, y caer en la otra cara de la negligencia como madres y padres. Los principios de la Disciplina Positiva nos ayudan a mantener ese equilibrio entre amabilidad y firmeza.
Es en este punto, en el que necesitamos encontrar el equilibrio para no “pecar” por exceso ni por defecto, en el que muchas familias nos lanzamos a la búsqueda de información para saber cómo llevar a cabo una crianza respetuosa sin que el asunto se nos vaya de las manos. Y es en este momento en el que descubrimos la Disciplina Positiva, una filosofía de vida que a muchas nos ha cambiado la vida.
Características de la Disciplina Positiva
Ya hemos visto que muchas familias temen alejarse del autoritarismo porque sienten que de alguna manera van a perder el control de la situación y que van a caer en la permisividad de consentir y malcriar a sus hijos/as; pero nada más lejos de la realidad. Lo que la Disciplina Positiva nos propone es equilibrar la balanza y poner en juego lo que se conoce como respeto mutuo.
La educación debe ser respetuosa con niñas y niños, sí; y, al mismo tiempo, también debe serlo con las personas adultas que forman parte del núcleo familiar y con las situaciones que se produzcan en nuestro día a día. No se trata de anteponer los caprichos y deseos de nuestros hijos por encima de todo.
No se trata de decirles a nuestras hijas siempre que sí a todo. Se trata de buscar la manera de que las necesidades de todos los miembros de la familia queden cubiertas y sean atendidas de manera respetuosa. Se trata de tratarles bien, sí; y también de tratarnos bien. Se trata de dejar de humillar y controlar, sí; y también de dejar de sobreproteger e incapacitar.
No es un camino fácil, pero ningún tipo de crianza lo es. Es habitual escuchar a las familias que educan según el modelo tradicional quejarse de lo difícil que es la crianza y de la cantidad de retos que encuentran en su día a día. Fácil no será, elijamos el camino que elijamos. Así que, si vamos a tener que aprender a base de esfuerzo, al menos hagámoslo bonito y disfrutémoslo, ¿no?
Cuáles son los cinco principios de la Disciplina Positiva
Incluso cuando una ya lleva un recorrido considerable en este mundo de la crianza respetuosa y lleva tiempo poniendo en práctica la Disciplina Positiva, pueden surgir momentos de duda, de no estar segura al 100% de si lo que estamos haciendo es realmente respetuoso o no. Es normal, ya que la influencia del autoritarismo está grabada a fuego en nuestro subconsciente y podemos caer en la trampa de disfrazar de respetuoso algo que realmente no lo es.
Una de las cosas que podemos hacer cuando nos asalten las dudas es revisar si lo que estamos haciendo concuerda con los cinco principios de la Disciplina Positiva.
Existen cinco principios que están presentes siempre en la Disciplina Positiva. ¿Quieres conocerlos? En el curso de Disciplina Positiva que tenemos en Criar con Sentido Común profundizamos mucho más en este tema y, si formas parte de nuestra Tribu CSC, tienes acceso a todo el curso completo sin ningún coste adicional; pero en este post vamos a desvelarte cuáles son los 5 principios de la Disciplina Positiva.
1. La Disciplina Positiva es amable y firme al mismo tiempo
Se pueden establecer límites cuando sea necesario con amabilidad, sin humillar ni ridiculizar. Se puede decir que no cuando sea necesario desde la comprensión y la empatía. Lo que nos propone la Disciplina Positiva es no tener que elegir entre el autoritarismo o la permisividad, sino aprender a ser amables y firmes al mismo tiempo.
2. La Disciplina Positiva ayuda a los niños y a las niñas a sentirse importantes
La Disciplina Positiva fomenta el sentido de pertenencia y significancia. Se tiene en cuenta a las niñas y los niños, se les escucha, se les invita a cooperar para que la familia funcione y la convivencia sea armoniosa. Y se les agradece su contribución al bienestar familiar.
Cuando los niños se sienten tenidos en cuenta se muestran más dispuestos a cooperar. Cuando las niñas sienten que su contribución es importante se sienten parte de un equipo. Y todo esto favorece no solo la convivencia, sino también su salud emocional ya que somos seres sociales que tenemos la necesidad de formar parte del grupo.
3. La Disciplina Positiva es eficaz a largo plazo
La Disciplina Positiva no usa herramientas conductistas. La conducta infantil es solo la punta del iceberg. Los premios y los castigos se centran solo en erradicar la conducta en base a estímulos externos, de ahí que su efecto sea solo a corto plazo. Si no somos capaces de ver qué hay detrás de esa conducta y cubrir las necesidades insatisfechas o atajar las falsas creencias que se esconden detrás de esa conducta, la conducta seguirá reapareciendo una y otra vez. La Disciplina Positiva puede suponer un esfuerzo mayor en un primer momento, pero estaremos sembrando respeto para que podamos disfrutar sus frutos a la larga.
4. La Disciplina Positiva enseña valiosas habilidades para la vida
En la Disciplina Positiva se tiene en cuenta a la infancia, se escuchan sus opiniones y se les permite tomar decisiones. Si nos dedicamos, durante su infancia, a exigirles obediencia y sumisión, difícilmente podrán desarrollar habilidades para la vida que les permitan ser personas seguras de sí mismas, con capacidad de decisión y con sentido crítico. A montar en bici, se aprende montando. A tomar decisiones y a resolver sus problemas solo aprenderán si les permitimos tomar decisiones y hacerse cargo de las dificultades que surjan de las decisiones que tomen.
5. La Disciplina Positiva ayuda a que los niños y las niñas desarrollen sus capacidades
En este mismo sentido, la Disciplina Positiva les ayuda a desarrollar todo su potencial en un entorno seguro, libre de miedo, donde no temen equivocarse y pueden confiar en que estaremos ahí para acompañarles y guiarles sin juzgar ni menospreciar sus decisiones; centrándonos en la búsqueda de soluciones en lugar de buscar culpables e imponer sanciones como sucede en la educación tradicional.
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