Es cada vez más frecuente encontrar noticias, artículos y reportajes en los que se nos habla del apego. Pero, ¿qué es el apego? En líneas generales, el apego en el desarrollo del niño es fundamental…
¿Cómo saber si mi bebé tiene problemas de desarrollo? Sin pretender alarmar, sino más bien informar, escribimos este post para saber sobre qué signos, comportamientos o características debemos atender para consultar a nuestro pediatra en cuanto al desarrollo de nuestros bebés en su primer año de vida.
Y es que en esta primera etapa del desarrollo nuestros bebés cambian tanto y de manera tan rápida, y son tan diferentes unos de otros en su desarrollo (es inevitable comparar a tu bebé con su hermano mayor o con el bebé de tu amiga) que las dudas son infinitas. ¿Este ruidito que hace al dormir es normal? ¿Cuándo empiezan a coger las cosas? ¿Ya tendría que estar volteando? ¿Y si no gatea, tendrá algún problema?
Y así podríamos seguir y seguir… porque es que además, muchas veces hacen cosas muy extrañas, como movimientos de las manos particulares, temblorcillos o tics, se mueven muchísimo o muy poco, etc. Por eso a veces es difícil valorar si todo va bien o nuestro bebé tiene problemas desarrollo.
¿Cuándo preocuparse por el desarrollo de un bebé?
Lo primero que tenemos que tener en cuenta a la hora de supervisar si el bebé tiene problemas desarrollo es que nuestro bebé es único y, por tanto, su desarrollo también lo es. Por este motivo, no deberíamos preocuparnos porque no consigue el volteo a los 4 meses como se considera estándar según los índices de desarrollo.
Cada bebé tiene su ritmo para adquirir los diferentes hitos y si los estímulos que le proporcionamos son adecuados, lo más probable es que solo necesite un poquito más de tiempo para lograrlo. Así, podemos decir que es tan típico que tu bebé voltee con tres meses a que lo haga con siete, y ocurre igual con otros hitos como la sedestación o el ponerse de pie.
No obstante, hay unas ventanas temporales dentro de las que estos hitos deberían ocurrir, y si estos no aparecen o no se logran dentro de las mismas, es conveniente consultarlo con el pediatra para que valore la necesidad de derivar a un servicio especializado, como pueden ser Atención Temprana, o al especialista correspondiente, para que puedan realizar una exploración más en profundidad y ver qué es lo que pudiera estar pasando en el desarrollo de nuestro bebé.
¿Cómo saber si mi bebé tiene problemas de desarrollo?
Teniendo en cuenta todo esto, veamos qué signos o comportamientos son los que tienen que hacernos consultar con nuestro pediatra.
1. Falta de reacción, reflejo o movimiento
¿Cuáles son los signos de alarma del recién nacido? Durante las primeras semanas tras el nacimiento, el control de nuestro bebé por parte del pediatra es muy exhaustivo y se realizarán revisiones muy frecuentes.
En ellas, además del control de la ganancia de peso, talla y crecimiento adecuado de la cabecita, valorará sus reflejos y movimiento en general. Los reflejos, en concreto, son algo importante que el pediatra explorará (reflejo de moro, de marcha automática, de prensión de manos y pies, etc.) y tono muscular.
Que estos reflejos estén presentes y vayan integrándose con el tiempo es lo que va a hacer que nuestro bebé pueda moverse adecuadamente después. En este momento inicial, nuestro pediatra cursará derivación a un especialista si percibe que la cabeza de nuestro bebé tiene un tamaño o forma que no es el adecuado (plagiocefalia), si detecta una tortícolis, displasia de cadera o una alteración en los reflejos.
Nosotros estaremos atentos y avisaremos a nuestro pediatra si observamos, de manera general y en cualquier etapa, que nuestro bebé no nos mira y no reacciona al sonido de nuestra voz. También si vemos espasmos o sacudidas, o movimientos muy exagerados, descoordinados o una postura anormal, también si observamos que mueve un lado del cuerpo más que el otro.
2. Falta de contacto visual o reacción auditiva
Alrededor de los tres meses, si nuestro bebé no nos sonríe cuando le hablamos, no puede fijar sus ojos en nosotros y seguir nuestro movimiento cuando nos acercamos a él o le mostramos algún objeto, y no responde a los sonidos, orientándose hacia ellos, deberíamos consultarlo.
3. Falta de línea media e irritabilidad
Entre el tercer y cuarto mes, nuestro bebé adquirirá lo que se conoce como línea media, es decir, cuando le colocamos tumbado boca arriba, podrá mantenerse alineado y podrá llevar sus manitas al centro y a la boca, también sostendrá la cabeza cuando le cojamos.
Si esto no ocurre, será igualmente motivo de consulta, al igual que si suele estar casi todo el día y la noche llorando o muy irritable, sin calmarse con nada y además observamos su cuerpecito muy tenso.
4. Problemas de movilidad, destreza manual y/o interacción social
En torno a los 6 ó 7 meses nuestro bebé ya habrá descubierto alguna forma de desplazarse, volteando la mayoría o reptando y gateando algunos. Para que esto ocurra el tono muscular de nuestro bebé debe ser adecuado, ni muy elevado ni muy bajo, y los reflejos que comentábamos al inicio deben haberse integrado.
Si observamos que nuestro bebé está muy rígido o muy blandito, lo que hace que no se mueva o no lo haga de manera armónica, y persisten reflejos como el de moro o sobresalto, sería indicando consultarlo.
Nos fijaremos también en las manos, ya estarán abiertas la mayor parte del tiempo y podrán coger y soltar objetos para llevarlos a la boca. Si observamos que uno o los dos pulgares aparecen replegados dentro de la palma o tan tensos que no puede abrir bien las manos, lo que dificultará el agarre, avisaremos a su pediatra.
Nuevamente también observaremos si sonríe cuando le hablamos o hace sonidos para llamar nuestra atención cuando no estamos cerca de él. La ausencia de estos comportamientos debe ponernos en alerta.
5. Falta de sedestación y desplazamiento
A los 8 ó 9 meses nuestro bebé debe ser capaz de mantenerse sentado solito y tiene que haber encontrado alguna forma de desplazarse para explorar el espacio, bien volteando, reptando o gateando. También debe aparecer un balbuceo rico mientras juega y explora los objetos. En esta etapa consultaremos al pediatra si esto no ocurre. También si observamos dificultad a la hora de introducir alimentos semisólidos.
6. No camina
¿Cuáles son los signos de alarma en el desarrollo psicomotor? Sobre los 12 meses suelen empezar a ponerse de pie y muchos de nuestros bebés incluso se animan a dar los primeros pasos solitos, esto puede ocurrir entre los 12 y los 18 ó 20 meses. Si esto no ocurriera dentro de esta franja temporal, lo más probable es que nuestro pediatra curse derivación a Atención Temprana.
A esta edad aparecerán habilidades manipulativas más maduras, como sacar objetos de recipientes e intentar guardarlos o apilarlos para hacer torres y, de igual modo, las conductas comunicativas también serán más elaboradas: nuestro bebé debería mirarnos cuando le llamemos por su nombre y nos indicará lo que quiere señalando con su brazo extendido, con su dedo o mirándonos y haciendo sonidos para llamar nuestra atención. La ausencia de estos comportamientos deberían ser motivo de consulta.
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