La DANA y sus efectos en los niños: ¿Cómo pueden las familias proteger el bienestar emocional de sus hijos?

Las catástrofes naturales pueden afectar a la salud mental de los menores causando insomnio o estrés postraumático. Por ello, las familias deben proteger la salud mental de los niños y niñas ante catástrofes naturales como la DANA de Valencia.

¿Cómo afectan las catástrofes naturales a los niños y niñas?

Tras las grandes catástrofes, los niños y las niñas suelen ser los grandes olvidados. De golpe, se ven obligados a dejar de ser menores y arrimar el hombro como un adulto más. No en vano, tras la devastadora DANA que ha afectado a la provincia de Valencia, ha sido habitual ver a muchos pequeños ayudando en las tareas de limpieza. Y junto a esas imágenes, otras en las que juegan al fútbol en una calle llena de lodo. Niños siendo niños. Sin más.

Por ello, organizaciones centradas en la infancia como Save the Children, Educo o el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) de España han pedido promover «entornos seguros» para reducir el impacto de la DANA en los niños. Según el director de Save the Children en la Comunidad Valenciana, Rodrigo Hernández:

«Una situación como la DANA puede ser traumática para niños y niñas y dejarle secuelas a largo plazo, como insomnio, pesadillas o trastornos de estrés postraumático. Además, con el cierre de escuelas se interrumpe su educación y afecta al rendimiento académico de los niños y las niñas, por lo que cualquier respuesta a esta emergencia tiene que incorporar un enfoque de infancia». 

De hecho, si tras una catástrofe, todas las personas afectadas sufren un vuelco en su vida, en el caso de los niños y niñas este es aún más significativo ya que tienen menos recursos para sobrellevarlo. Así, puede afectar a su salud mental, por lo que es importante actuar y garantizar su bienestar y brindarle apoyo para gestionar toda las emociones.

De esta forma, según el informe «Impacto de las inundaciones en la salud de la infancia y adolescencia: un enfoque ambiental y comunitario» realizado en 2019 tras las inundaciones en la Región de Murcia, aproximadamente un 25% de los menores que han estado expuestos a una catástrofe medioambiental han desarrollado síntomas de trastornos de estrés postraumático, ansiedad, depresión o ataques de pánico. Tal y como explica Juan Antonio Ortega, coordinador del Comité de Salud Medioambiental de la AEP y uno de los autores del documento:

“Los niños reaccionan a los desastres medioambientales de una forma muy diferente a los adultos, debido a que su cerebro emocional, cognitivo y conductual y sensorial está en desarrollo”.

Consejos para proteger la salud mental y el bienestar emocional de los niños y niñas tras las catástrofes naturales

El impacto de una catástrofe natural en los niños y niñas es enorme. Ya lo hayan vivido en primera persona (en cuyo caso será aún más acentuado) o bien lejos de allí. Y es que durante días, la DANA ha llenado informativos y copado gran parte de las conversaciones en la calle.

Es cierto que cada peque procesa los desastres de forma diferente. Por ello, es fundamental estar atentos y respetar sus tiempos. Y, sobre todo, es fundamental proteger la salud mental y el bienestar emocional de los niños y niñas. ¿Cómo?

1. Acompañamiento y cercanía para que los más peques se sientan seguros y tranquilos y puedan procesar la experiencia.
2. Escucha activa a los menores para transformar la experiencia vivida en una oportunidad de resiliencia, fomentando en ellos un rol activo y de superación.
3. Comunicación. Es importante hablar con ellos de lo ocurrido, dejarles hacer todas las preguntas que necesiten y no mentirles. Eso sí, es necesario adaptar el mensaje a la edad del peque, evitando usar palabras que puedan asustarlos y añadiendo siempre un mensaje de esperanza. Además, es vez de lanzarnos a contarles lo ocurrido, podemos preguntarles antes qué saben.
4. Valida sus emociones, explícale que en estos momentos es normal sentir miedo o tristeza.
5. Calma sus preocupaciones. Puedes contarle que bomberos, policías y muchos voluntarios trabajan para mejorar la situación.
6. Recuérdale que en casa está protegido y rodeado de personas que lo cuidan.
7. Evitar cualquier exposición a situaciones dramáticas o violentas ya que pueden aumentar su ansiedad. Aunque no podemos aislar a nuestros hijos e hijas del mundo, sí podemos evitar que vean las imágenes más duras de la catástrofe natural.
8. Acceso a atención psicológica especializada en infancia desde el primer momento para enfrentar el trauma. Con ello, se podrían evitar futuros problemas de salud mental.
9. Vuelta a las aulas. Además de cumplir con el derecho de los niños y jóvenes a la educación, las aulas son un espacio seguro y un refugio emocional donde pueden recuperar cierta sensación de normalidad tras el desastre, relacionarse de nuevo con sus amigos y recibir otros servicios.

Si necesitas ayuda, en la Tribu CSC cuentas con un equipo de expertos/as en salud infantil y crianza respetuosa que puede ayudarte. Entre ellos, se encuentran  se encuentra la psicóloga infantil y logopeda Elena Mesonero o la psicóloga perinatal Mamen Bueno

Además, podéis descargar gratis la app de Criar con Sentido Común tanto para plataformas Apple como para plataformas Android, y tenéis una semana gratis para probar todas las ventajas de la membresía a la Tribu, realizar todos los cursos online disponibles y consultar a nuestros/as especialistas.