Habitación del bebé: ¿Qué va a necesitar?

Es habitual que muchos progenitores, al saber que esperan un bebé preparen con ilusión su llegada unos meses antes.  Pero, ¿qué tiene que tener la habitación de un bebé?

¿Qué tiene que tener la habitación de un bebé?

Aunque hay algunos que prefieren esperar hasta su nacimiento para asegurarse que todo ha ido bien, otros prefieren tenerlo todo preparado antes de que se acerque la fecha. Y, entonces, surgen las dudas: ¿Qué necesita realmente un recién nacido? ¿Qué tiene que tener la habitación de un bebé?

La realidad, es que los bebés necesitan pocas cosas materiales. Más allá de los brazos de su padre o su madre, su calor y protección, leche de fórmula en caso de que opte por lactancia artificial con biberones o vasitos para dársela y pañales. Sin embargo, es habitual que nos lancemos a comprar todo tipo de cosas que muchas veces quedan olvidadas en algún rincón. Tampoco hay un listado que sea válido para todos ya que muchas veces dependerá de las necesidades y preferencias de cada familia.

1. La cuna del bebé. Es cierto que depende muchas veces de si hacemos colecho o no. En caso de optar por él, es cierto que la cuna del bebé es totalmente prescindible. Compartir la cama con el bebé tiene múltiples beneficios, pero es necesario cumplir con una serie de recomendaciones para que sea completamente seguro. Además, no está recomendado para en el caso de bebés prematuros. Es probable además que al principio el bebé ni siquiera duerma en su habitación y prefieras colocar la cuna en la tuya. De hecho, la OMS recomienda que al menos durante los primeros 6 meses el bebé duerma en la habitación de los progenitores ya que ayuda a reducir el Síndrome de Muerte Súbita del Lactante.
2. Una cómoda. A lo largo del día cambiarás muchos pañales a un bebé recién nacido. Y, además, es probable que se manche la ropa varias veces con la leche, al regurgitar o hacer caca. Por ello, necesitas una cómoda para poder guardar pañales, toallitas y su ropa y tenerla siempre a mano en cada cambio de pañal o ropa. El armario no es imprescindible ya que al principio la ropa es tan pequeña que podrás guardarla fácilmente en los cajones.
3. Un cambiador. Es cierto que puedes cambiar el pañal o la ropa a tu peque sobre tu cama o en cualquier otra superficie, pero debes tener en cuenta que lo harás muchas veces durante los primeros años. Así que lo ideal es que lo hagas sobre una superficie alta en la que no tengas que curvar la espalda. Además, el cambiador te permitirá tener todo lo necesario a mano para el cambio de pañal, evitando así el riesgo de caída por dejar al bebé solo.

Aunque no es imprescindible, puedes optar por colocar también en la habitación un sillón de lactancia. Le des el pecho o el biberón, pasarás mucho tiempo con tu bebé en brazos alimentándolo, así que es importante que estés lo más cómoda posible y un sillón de lactancia puede ser una buena opción para ello. Un recién nacido no necesita juguetes ni peluches y mucho menos en su cuna ya que suponen un importante riesgo de asfixia.

¿Cuándo empezar a preparar la habitación del bebé?

Prácticamente todas las mujeres sufren el conocido como «síndrome del nido» y necesitan tenerlo todo preparado para la llegada del bebé. Pero, ¿cuándo empezar a preparar la habitación? Aunque depende de cada persona, lo ideal es prepararlo todo entre el final del segundo trimestre y el comienzo del tercero ya que a medida que vayan pasando las semanas, lo harán también su energía y la mujer se sentirá más cansada. Además, lo ideal es estar lo más tranquila posible de cara al final del embarazo y el parto, por lo que puede ser buena idea tener preparada la habitación en este momento.

¿Qué debemos tener en cuenta? Lo ideal es que la habitación sea amplia ya que necesitaremos bastante espacio. Es importante que tenga buena luz natural y ventilación, además de una temperatura correcta. Puedes optar por colores neutros que aportan calma, amplitud y luminosidad y que, además, estén libres de sustancias químicas. Es importante tener en cuenta la iluminación. Por ello, puedes optar por apliques o lámparas que permitan regular la intensidad en función de las necesidades que tengas.

Además, la habitación debe ser un espacio seguro. Recuerda poner protectores en los enchufes y poner protectores en las esquinas de los muebles. Los bebés crecen muy rápido y aunque inicialmente no harán falta, en poco tiempo estarán en el suelo tratando de llegar a todos sitios.

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