Este post se publicó originalmente el 08/11/2020 y ha sido actualizado en fecha 16/11/2024
Una de las principales complicaciones de los bebés prematuros es que al nacer antes de tiempo lo hacen con menos peso del deseable para su salud. Sin embargo, también puede suceder que un bebé nazca a término, es decir entre las 37 y las 42 semanas de gestación, pero sea un recién nacido de bajo peso (RNBP).
La media de los bebés españoles está en 3,340 kg para las niñas y 3,470 kg para los niños. Sin embargo, es frecuente que nazcan con un peso inferior, e incluso con bajo peso (se considera así cuando llegan al mundo con un peso inferior a 2,500 kg). De hecho, en el año 2017, el 7’8% de recién nacidos vivos en España tenían bajo peso (RNBP).
¿A qué se debe?
En las ecografías que se hacen durante el embarazo, ya se puede observar que el feto tiene un crecimiento inferior y se prevé que nacerá con bajo peso y tamaño, ya que la talla también se ve afectada. Los motivos son diferentes, pero el problema está en si la placenta funciona correctamente y el bebé recibe el oxígeno y los nutrientes que debería.
Pero hay que diferenciar entre bebés pequeños para la edad gestacional (el percentil no será menor de 3 y la doppler fetal será normal); y cuando hay realmente un crecimiento intrauterino retardado (CIR). En estos casos la doppler sí estará alterada, aunque podemos encontrarnos diferentes estadios.
Las causas de que un bebé nazca con bajo peso pueden estar relacionadas con varios factores. Por ejemplo, en los embarazos múltiples es bastante frecuente, incluso naciendo más allá de las 37 semanas de gestación. También las patologías durante el embarazo (preeclampsia, eclampsia, infecciones durante la gestación…).
Asimismo, influyen otros factores de riesgo en la madre (el consumo de alcohol y/o drogas, el tabaco, trastornos de coagulación, diabetes, enfermedad renal, hipertensión, nutrición insuficiente, edad materna extrema, etc.).
Además de un seguimiento más exhaustivo, dependiendo de la gravedad del caso, es muy importante cuidar la alimentación de la madre durante el embarazo, incluyendo alimentos especialmente nutritivos y sin restringir la sal habitual. También es aconsejable el ejercicio físico adaptado y pautado según cada situación. Y por supuesto, evitar hábitos tóxicos.
Riesgos al nacer
La mortalidad perinatal (antes de los 28 días de vida) en bebés de bajo peso es entre cuatro y ocho veces superior a los bebés nacidos con un peso superior a 2,500 kg. Además tienen más riesgo de sufrir ciertas patologías, como enfermedades metabólicas. También estos niños y niñas pueden presentar en mayor medida niveles elevados de colesterol, resistencia aumentada a la insulina y una tensión arterial sistólica más alta.
Respecto al crecimiento de estos bebés fuera del útero, con una correcta atención y alimentación, entre los dos y los seis meses suelen crecer a una velocidad mayor que la media. A efecto recuperador lo denominan catch-up, y gracias a este desarrollo mayor que la media durante un tiempo concreto, logran alcanzar la talla y el peso que genéticamente están predispuestos a tener.
Qué hay que tener en cuenta con el recién nacido de bajo peso
Al ser bebés nacidos a término, en principio pueden recibir el alta con normalidad independientemente del peso. Se atenderá que su estado general sea bueno, que pueda alimentarse correctamente, que sea capaz de regular su temperatura corporal y que tenga estabilidad respiratoria. Pero aunque su desarrollo sea bastante parecido al de cualquier otro bebé nacido con mayor peso, debemos tener en cuenta ciertas precauciones.
Talla de la ropa y los pañales
Quizás te han recomendado que no compres nada de la talla 0, pues se les queda pequeña enseguida. Y esto suele ser cierto, pero si te has decantado por una talla mayor tanto en la ropa como en pañales, en el caso de que tu bebé haya nacido con bajo peso, todo le va a quedar enorme.
No es que esto sea un grandísimo problema, es prácticamente anecdótico, pero sí que puede resultar algo incómodo para manejar bien su cuerpecito con tanta ropa sobrante por todas partes. E igual con los pañales. Además, que al quedarle grande, puede haber escapes y mojarse entero.
Alimentación
Esto sí es un punto importante. La Organización Mundial de la Salud recomienda la lactancia materna de manera exclusiva durante seis meses para todos los bebés, pero en estos casos es todavía más insistente. No es necesario y además puede ser perjudicial, aumentando por ejemplo el riesgo de hipertensión, utilizar la lactancia artificial como suplemento con el fin de «engordar» al bebé rápidamente. Según la OMS:
Los lactantes con bajo peso al nacer que sean capaces de mamar han de ser amamantados lo antes posible después del nacimiento, siempre que su estado clínico sea estable, y hay que continuar alimentándolos exclusivamente de esa forma hasta los seis meses de edad. (Esta recomendación no se aplica a los lactantes con bajo peso al nacer enfermos o con un peso al nacer inferior a 1,0 kg).
Como en todas las lactancias, es importante que logren agarrar correctamente el pecho. Si, por ejemplo, sabemos que para que abra la boca con más facilidad se recomiendan ciertas posturas, lograremos un mejor acople. En cualquier caso, buscar apoyo y ayuda en estos casos es, si cabe, más valioso.
También puede que, al pesar poquito, no consiga succionar con suficiente fuerza. Por lo que debemos insistir en que, los primeros días, la lactancia debe ser a oferta. Es decir: ofrecerle cada vez que lo pida, pero también si no lo demanda, para que no pase mucho tiempo sin comer. Además, realizar la compresión mamaria durante la toma, también va a favorecer la correcta ingesta de leche.
Colecho
Cuando hablamos de las ventajas de compartir la cama con los bebés, siempre recordamos que debe hacerse tomando precauciones. El colecho debe ser seguro para que sea recomendable. Nadie debe fumar en la habitación donde va a dormir el bebé, ni compartir cama con ningún fumador; tampoco el bebé debe compartir cama con nadie bajo los efectos del alcohol, drogas o sedantes; y ha de dormir boca arriba con la cabeza ladeada…
En el caso que nos ocupa, es importante retrasar el colecho las primeras semanas con bebés prematuros o de bajo peso. Así que, aunque es importante que el recién nacido bajo de peso duerma cerca de mamá toda la noche, no puede hacerlo en la misma cama durante sus primeras semanas de vida.
Porteo
Siempre es recomendable acudir a un o una especialista en porteo para saber cómo y con qué portear a nuestro bebé. Pero hay que hacerlo con mayor motivo si es un recién nacido con poco peso. ¡Y por supuesto que puede hacerse desde el nacimiento! En la Tribu CSC tenemos un grupo específico de «Porteo ergonómico» donde nuestra especialista en porteo, María Arenzana, atiende las dudas de las familias.
Al tener un bajo tono muscular, debemos procurar que el portabebé sujete su cuerpo con firmeza, por lo que debe poder ajustarse correctamente punto por punto. En estos casos estarían indicados principalmente los de tela y sin forma. También hay que llevarles siempre en vertical, y es especialmente importante que vigilemos que las vías respiratorias queden bien libres, despejadas y separadas del pecho.
No debemos ir en contra de la genética
Una vez dicho todo lo anterior, también es conveniente recordar: no te obsesiones con el peso. Tenemos como interiorizado que los bebés deben ser rollizos, que cuanto más pesen más sanos están. Y esto no es así. El percentil no determina la salud de un bebé. De hecho, un bebé engordado por encima de «su peso» sí que puede enfermar de algún modo.
No podemos pretender que un recién nacido con una mamá y/o un papá de talla más bien pequeña, sea enorme al nacer. Que pasa muchas veces, porque la genética es caprichosa, pero no debe ser motivo de preocupación si el bebé no es muy grande, ya que «tiene a quién salir». Si el embarazo se desarrolla con normalidad, el bebé nace a término y no llega a los dos kilos y medio. ¡No pasa nada! Como dicen muchas mamás y papás de bebés con menos peso que la media: «así se les disfruta más tiempo pequeñitos».
Si quieres más información o necesitas asesoramiento, en la Tribu CSC puedes consultar con nuestro equipo de expertos en salud materno-infantil y crianza respetuosa.
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Gracias
Mi hija nació el 7 de enero, a las 37+4 semanas. No fue prematura por muy poquito, y aunque mide 50, el peso fue de 2.540. Nosotros pensamos que estaríamos más días en el hospital (fue, además, un parto inducido con cesárea por romper aguas prematuramente). Pero no fue así. Estuvimos 2 días en planta, porque la pequeña es muy activa, tiene mucha fuerza y come estupendamente y no llegó a perder más de 5%. Es cierto que preocupa que sea tan pequeña, que nunca parezca que va a llegar a los tres kilos (los tres y medio ni los imagino) y que rellene ni los bodies más pequeñitos… Pero mientras los médicos la vean bien, nosotros estamos tranquilos. Y sí, al ser tan pequeña se ha convertido en la estrella no sólo de la familia sino de casi todo el barrio. Muchas gracias por la información.