Día Mundial de Acción para la Supervivencia Infantil: ¿Cómo evitar que millones de niños menores de 5 años mueran por causas evitables?

Este post se publicó originalmente el 23/10/2021 y ha sido actualizado en fecha 23/10/2024

Cada 23 de octubre se celebra el Día Mundial de Acción para la Supervivencia Infantil. Es un forma de subrayar que cada día mueren en el mundo unos 14.000 niños de menos de cinco años por causas que se podrían evitar.

La neumonía, la diarrea, la desnutrición o las complicaciones derivadas del parto se pueden prevenir. Todos los niños y niñas del mundo tienen derecho a nacer, crecer sanos y desarrollarse con las mismas oportunidades que el resto.

Por qué un Día Mundial de Acción para la Supervivencia Infantil

Esta efeméride que defiende la supervivencia infantil surgió como iniciativa de la ONG Save The Children y la Organización Mundial de la Salud. El objetivo está claro: detener la mortalidad infantil de los niños (en general), sobre todo de los menores de cinco años, por causas que se pueden evitar. Pero quizás la mejor explicación sobre por qué es necesario un día como este son los datos.

Según la OMS, en 2019 murieron 5,2 millones de niños menores de cinco años «en su mayoría por causas tratable y evitables«. Según Unicef, al año mueren por este tipo de causas evitables 14.000 menores de cinco años. Desde 1990 se han reducido el número de defunciones infantiles un 60%, pero estas cifras no dejan de ser escalofriantes. Es verdad que hace 21 años morían en el mundo uno de cada 11 niños y ahora uno de cada 27. Pero, ojo, ¡es uno de cada 27!

Hay dos territorios que albergan las mayores tasas de mortalidad infantil: la África subsahariana y Asia central y meridional. En 2019, la mitad de las defunciones de niños menores de cinco años se produjeron en sólo cinco países: Etiopía, la India, Nigeria, Pakistán y la República Democrática del Congo. Solo Nigeria y la India representan casi una tercera parte de todas las defunciones.

¿Cuáles son las causas de esta alta mortalidad infantil?

Lo más doloroso es que las principales causas de esta alta mortalidad infantil se pueden prevenir. Las medidas para promover la supervivencia infantil están al alcance de nuestras manos. Las principales causas de muerte de niños de menos de cinco años son las enfermedades infecciosas (neumonía, diarrea y paludismo), junto al parto prematuro, la asfixia, los traumatismos perinatales y las malformaciones congénitas.

La neumonía, de hecho, es la principal causa de mortalidad infantil, según explican desde Save The Children:

«La neumonía ataca a los más débiles: los niños y niñas de los países más empobrecidos, con mayores desigualdades y problemas de acceso a la salud. Esta enfermedad se alía con otros problemas de salud como la desnutrición o la diarrea y vence a la precaria salud de los niños y las niñas que viven en los lugares más vulnerables del mundo«.

Unicef indica que 1,5 millones de niños mueren anualmente por enfermedades que se podrían prevenir con las vacunas. Por otra parte, la desnutrición afecta a 149 millones de niños de menos de cinco años. Y esto limita su desarrollo físico e intelectual. Finalmente, 2.200 millones de personas no tienen acceso a agua potable y más de la mitad de la población mundial no dispone de servicios de saneamiento.

Medidas para reducir la mortalidad de niños y promover la supervivencia infantil

Vacunación

La vacunación es una de las medidas primordiales para disminuir esta mortalidad infantil. Y no solo de los niños, sino también de las madres. En este artículo de El País,  el inmunólogo y experto médico regional en Sanofi, Pasteur Melvin Sanicas, explica cómo cuando una madre embarazada se vacuna contra la gripe, transmite proteínas protectoras al feto a través de la placenta.

De hecho, ahora se ha iniciado la campaña de la gripe en España y las mujeres embarazadas son uno de los grupos de población de riesgo a los que se les recomienda que se vacunen.

Esa inmunización contra la gripe podría ayudar a proteger a los bebés contra la neumonía. Se ha demostrado, prosigue este inmunólogo en el artículo, que en ensayos realizados en Nepal, Mali y Sudáfrica, los hijos de madres vacunadas tenían un 20% menos de probabilidad de desarrollar la enfermedad.

Mejor atención sanitaria

Una de las causas de la mortalidad infantil, además de las infecciones, está relacionada con el parto. De los 5,2 millones de niños que murieron en 2019 con menos de cinco años, una media de 2,4 lo hicieron antes de cumplir el año. Según Unicef, es posible mejorar la supervivencia infantil y evitar la muertes prenatales con «una alta cobertura de atención prenatal de calidad, atención del parto por personal cualificado, atención postnatal para madres y recién nacidos y atención de los recién nacidos pequeños y enfermos«.

Según sus datos, en entornos con programas de parto eficientes y atención continuada se pueden reducir los partos prematuros en un 24%. Otro problema, no obstante, radica en el tiempo que la madre y el recién nacido permanecen hospitalizados. En muchos países es de menos de 24 horas después del parto, «como se recomienda por ser el periodo más crítico en el que se pueden presentar complicaciones».

Leche materna

La otra gran fórmula para asegurar la supervivencia infantil es la leche materna. La OMS y diversos organismos internacionales recomiendan la alimentación exclusiva de los bebés con lactancia materna (o artificial) hasta los seis meses y mantenerla (tras la introducción de otros alimentos) hasta los dos años.

Además de alimentar al bebé, la leche materna previene la infecciones respiratorias y disminuye el riesgo de otitis y gastroenteritis. Protege frente al coronavirus, la obesidad e incluso se ha descubierto que los niños alimentados con ella tienen menos incidencia de muerte súbita del lactante. Favorece el microbioma del bebé y mejora su sistema inmunológico.

Lamentablemente, no todas las mujeres pueden ofrecer el pecho a sus hijos porque en los países más pobres ellas mismas pueden sufrir desnutrición. Para obtener ayuda en tu lactancia o formarte para la misma si dar el pecho es lo que deseas, en la Tribu CSC cuentas con el asesoramiento profesional de Inma Mellado, consultora de lactancia e IBCLC, Monitora de La Liga de la Leche, Máster en Nutrición Pediátrica y presidenta de la Asociación Española de Consultoras Certificadas en Lactancia Materna.

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Alimentación infantil y acceso a agua potable

Para promover la supervivencia infantil también es necesario proveer de una buena alimentación a los menores. Ello debe ir acompañado de una atención sanitaria continuada de esos niños para controlar el peso y la estatura y detectar precozmente la desnutrición en un niño.

Para los casos de desnutrición aguda grave, Unicef cuenta con una pasta de concentrado de cacahuete «que contiene los nutrientes necesarios para la recuperación de los niños» que la sufren. Los beneficios para el menor se obtienen en un corto plazo, entre 6 y 8 semanas, según este organismo que es el mayor proveedor mundial de este alimento.

Por otro lado, es necesario que estos niños tengan acceso a agua potable y a saneamiento adecuado que prevenga enfermedades infecciosas.

La meta: Poner fin a la mortalidad infantil en 2030

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas (año 2015) recogen en el punto 3.2.1 el objetivo de «poner fin a las muertes evitables de recién nacidos y niños menores de cinco años de aquí a 2030». E incluye dos metas:

1. Reducir la mortalidad neonatal al menos a 12 por cada 1000 nacidos vivos en cada país.
2. Reducir la mortalidad de los niños menores de cinco años al menos a 25 por cada 1.000 nacidos vivos en cada país.

Al menos 122 países (entre ellos España) lograron esa meta de los menores de cinco años en 2019 y, «si se mantienen las tendencias actuales», otros 20 se sumarán a estos países. Sin embargo, se requieren «esfuerzos específicos» en África subsahariana y en Asia Sudoriental.