Enseñar a identificar y gestionar las emociones es un ejercicio de práctica y paciencia que debe comenzar a hacerse en la primera infancia. Los niños y niñas pequeños aprenden jugando. En la actualidad, hay multitud…
En los últimos tiempos escuchamos hablar con frecuencia de la importancia de la educación o regulación emocional. Enseñar a nuestros hijos e hijas a conocer sus emociones, a identificarlas y a gestionarlas de forma saludable es una tarea que puede resultar muy compleja para una generación de madres y padres que recibimos una educación emocional escasa, por no decir nula.
Durante años, las emociones consideradas como negativas han sido silenciadas. No llores, no te pongas así, no es para tanto, déjate de numeritos, no ha pasado nada… son solo algunas de las frases que hemos escuchado de manera casi sistemática a lo largo de nuestra vida.
Empecemos por el principio. En la Tribu CSC siempre decimos que las emociones no son buenas ni malas en sí mismas. Todas las emociones tienen una función y una utilidad si sabemos interpretarlas y acompañarlas del pensamiento y la acción adecuada. Existen emociones que nos resultan desagradables, como la tristeza, el asco o la ira, pero eso no las convierte en emociones negativas. Son emociones necesarias y útiles en determinadas situaciones.
El problema es que al carecer de esa educación emocional propia no sabemos cómo acompañar esas emociones en las demás personas, menos aún en nuestras hijas e hijos, y por eso tendemos a negarlas o minimizarlas.
Qué es la regulación emocional
Las emociones, además de ser muy diversas, también pueden presentarse en distintos grados de intensidad. Cuando se mantienen dentro de determinados márgenes podemos desenvolvernos con normalidad, pero si las emociones son demasiado intensas podemos sufrir lo que se conoce como un secuestro emocional.
En esas ocasiones la parte más evolucionada de nuestro cerebro se “desactiva” y perdemos el control de la situación. Podemos perder el control de impulsos, con lo que podemos presentar conductas agresivas y/o dañinas o bien bloquearnos y ser incapaces de actuar en ningún sentido.
Regulación emocional en niños
En condiciones normales, las personas adultas deberíamos ser capaces de identificar esta pérdida de control y tener estrategias para volver a la zona segura, ya sea con ayuda de otra persona o por nosotras mismas.
Sin embargo, las niñas y los niños aún no tienen esta capacidad. Por una parte, su cerebro aún está en construcción por lo que en la primera infancia el control de impulsos va a ser inviable.
Durante la infancia esta capacidad comienza a desarrollarse, pero este proceso no culmina hasta la vida adulta, por lo que es lógico que durante la infancia y la adolescencia necesiten de nuestro acompañamiento para poder entrenar esta habilidad que conocemos como autorregulación emocional. Es lo que también suele denominarse autocontrol.
El hecho de que aún no tengan esa capacidad no quiere decir que no debamos hacer nada cuando sufran este secuestro emocional. Lo que van a necesitar es que les ayudemos y les enseñemos estrategias para ir entrenando esta capacidad.
Técnicas de regulación emocional para niños y niñas
Si queremos facilitarles a nuestros hijos e hijas una educación emocional adecuada debemos abordar distintos aspectos: conocer las distintas emociones, validación emocional, autorregulación emocional… y, para ello, podemos usar distintas herramientas como cuentos, juegos, actividades…
Veamos algunas de las técnicas que podemos enseñar a nuestros hijos e hijas para aprender a regular sus emociones y algunos de los recursos que podemos emplear.
Tiempo fuera positivo
En Disciplina Positiva hablamos de tiempo fuera positivo para referirnos a esa pausa necesaria que debemos hacer para conseguir volver a integrar nuestro cerebro y recuperar el control antes de actuar en caliente. Es lo que de toda la vida se ha dicho contar hasta 10 antes de actuar. Con peques podemos usar la técnica de la tortuga que se encierra en su caparazón y hace 10 respiraciones profundas antes de actuar cuando está enfadada.
Rincón de la calma
Esta es una herramienta fabulosa para entrenar la autorregulación emocional de la que ya hemos hablado en otras ocasiones. La idea es tomar conciencia de que estamos a punto de sobrepasar ese nivel de intensidad de las emociones que nos llevan a perder el control y realizar actividades que nos ayuden a mantenernos dentro de los límites seguros antes de llegar a descarrilar.
Opciones para la ira
Una vez que la intensidad de una emoción como la ira ha sobrepasado el límite de la zona segura, muchas personas necesitan dejar salir esa rabia con actividad física intensa. Podemos ofrecer a nuestras hijas e hijos distintas opciones como golpear un cojín, usar un saco de boxeo, patalear en la cama o salir a correr para poder transitar esa emoción de forma respetuosa y segura.
Meditación o relajación
Existen guías de meditación o relajación para niños y niñas que podemos practicar en sesiones cortas para ir iniciando a nuestros hijos e hijas en estas técnicas.
Cuentos
Los cuentos siempre son una opción maravillosa para trabajar prácticamente cualquier temática que queramos abordar con niños y niñas; y las emociones no son una excepción. Desde el famosísimo “El monstruo de colores” hasta el “Emocionario”, pasando por “El emocionómetro del Inspector Drilo”, son numerosísimos los cuentos que pueden servirnos como base para iniciar la educación emocional desde la más tierna infancia. En este otro post puedes encontrar un buen recopilatorio.
1 responses on "Regulación emocional: Cómo y cuándo trabajar las emociones con los peques y qué tipo de materiales pueden servirnos de apoyo"