5 Consejos para cuidar la salud de tus hijos en verano

Es importante cuidar la salud de los niños en verano para evitar problemas y disgustos innecesarios

El verano suele ser sinónimo de diversión para los más peques de la casa. Sin embargo, es importante cuidar la salud de los niños en verano para evitar problemas y disgustos innecesarios.

Así, si siempre es importante cuidar la alimentación, en verano más. Especialmente con los alimentos que pueden verse afectados por las altas temperaturas y que requieren refrigeración. Por ello, si decidimos pasar el día en la piscina o la playa, debemos priorizar aquellos alimentos que resisten bien el calor. Pero, además, hay que tener en cuenta otros factores para cuidar la salud de los niños en verano.  

1.Protección solar

La piel de los peques es muy sensible y, por ello, requiere de unos cuidados especiales. Así, se recomienda evitar la exposición al sol en las horas centrales del día y usar siempre protección solar, incluso si el día está nublado o vamos a pasarlo bajo la sombrilla.

 

¿La crema solar evita la vitamina D?

 

La crema solar debe ser de amplio espectro (cubrir UVB y UVA y si es posible IR), con un FPS 30 o superior, resistente al agua y, preferiblemente, que sea fotoprotector físico debido a su mayor capacidad de absorción. Debe aplicarse varias veces al día o después del baño.

Es importante tener en cuenta que no se debe poner crema solar a los menores de 6 meses ya que su piel absorbe con mucha más facilidad cualquier sustancia o crema que le pongamos. Por tanto, el mejor protector solar de un bebé de menos de 6 meses es la sombra, además de la ropa o los gorros.

2.Hidratación

Durante los meses de más calor es fundamental estar bien hidratados. Sin embargo, los más peques pueden olvidar beber agua con frecuencia cuando están jugando. Por ello, es importante recordarles que beban agua cada poco tiempo. También podemos ofrecer frutas como la sandía, que ayudará no solo a reponer líquidos, sino también a refrescarse.

Entre las principales señales de deshidratación destacan la piel seca y fría, la boca y la lengua pegajosa y dolor de cabeza. Eso sí, es importante no ofrecer agua a los bebés de menos de 6 meses, incluso con altas temperaturas. En estos casos, podemos ofrecer el pecho o el biberón con más frecuencia.

3.Otitis, conjuntivitis y piojos

Las piscinas suelen ser un foco de infecciones importante. Entre las más habituales, se encuentran la otitis y la conjuntivitis. Para evitarlas, es clave secarse muy bien los oídos y los ojos. En caso de que se sospeche de una alergia al cloro o que al peque le piquen muchos los ojos en la piscina, es recomendable usar gafas para bucear.

 

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También hay que prestar atención a los piojos ya que pueden sobrevivir en el agua hasta 2 horas. Por ello, los contagios de piojos en la piscina son frecuentes durante el verano. Para evitarlos, lo mejor es la prevención, peinando a los peques de forma frecuente con una liendrera.

4.Seguridad en la piscina y la playa

Ya sea en la piscina o la playa, siempre debemos tener mil ojos con los peques en el agua. De hecho, lo ideal es mirarlos al menos cada 10 segundos y estar a 20 de ellos para ayudarlos en caso de ser necesario. Pero incluso aunque los peques ya sepan nadar, hay que estar siempre alerta. Si elegimos ir a la playa, debemos optar por zonas que no sean peligrosas y prestar siempre atención a las banderas que indican el estado del mar.

 

Actividades para hacer en la playa con niños

 

En caso de optar por la piscina, debemos comprobar que el agua está bien tratada y limpia. Antes de tirarnos de cabeza es importante comprobar cuánto cubre el agua, prestar especial atención a los bordillos y evitar correr por zonas resbaladizas que pueden provocar caídas y lesiones.

Además, hay que usar siempre calzado, especialmente en las zonas húmedas como las duchas para evitar las infecciones por hongos. También es recomendable no pasar mucho tiempo con el bañador mojado.

5.Picaduras de insectos o medusas

En verano son habituales las picaduras de insectos o medusas. Aunque por norma general las picaduras de insectos, avispas o abejas no suelen revestir más gravedad que el escozor propio de la picadura, en ocasiones sí pueden ser graves en caso de existir alguna alergia. Por ello, si la zona se enrojece o inflama más de lo habitual, es importante acudir al médico cuanto antes.

 

¿Qué se debe hacer en caso de picadura de medusa?

 

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