Últimamente son muchos los papás y las mamás que dudan sobre si el pan es bueno o no para sus bebés (e incluso para ellos mismos). Hace unos días me preguntaba una mamá en la…
Sentarse en W o«w-sitting» para los anglosajones, es una forma de colocarse sentado muy frecuente en bebés y niños de edades tempranas. Consiste en colocarse de rodillas en el suelo, separar los pies dejando las rodillas juntas y apoyar el culete donde antes habían estado los pies, formándose así una especie de «W» con las piernas del infante.
Una postura realmente cómoda para muchas niñas y niños (y adolescentes, y adultos) por la elasticidad que tienen, pero que a algunos de nosotros nos provoca dolor sólo el hecho de pensarlo.
¿Por qué se sientan en «W»?
Esta postura, lejos de los que nos pueda parecer a los adultos, suele ser muy fácil y cómoda para los peques. Les resulta fácil porque anatómicamente están más preparados para colocarse de esta forma. Su fémur, el hueso que va de la cadera a la rodilla, está en rotación interna, es decir, un poco girado hacia dentro, lo que hace que la zona que está en la cadera se coloque un poco hacia delante y las rodillas hacia dentro.
Desde esa posición, es más sencilla la posición en W. A medida que crecemos, el fémur pierde lo que se conoce como anteversión, esa colocación hacia delante, y por eso cuando somos adultos nos cuesta tanto colocarnos así: la posición de nuestro fémur ha cambiado.
Sin embargo, también hay niños y niñas a los que no les gusta o no están especialmente cómodos así sentados, y posiblemente la explicación sea que no tienen tanta rotación interna de los huesos de la pierna, y por tanto, su forma de sentarse se asemeja más a la de un adulto.
La w-sitting les aporta mucha estabilidad y flexibilidad para jugar, sin tener que distraerse para ir adoptando diferentes posturas adaptadas a cada juego. Las piernas les suelen molestar para ver, coger y manipular los juguetes, con lo que optan por ponerlas a los laterales para que no «les molesten».
¿Es bueno o malo?
Mucho se ha discutido sobre esta postura. Existen muchos detractores de esta forma de sentarse, ya que consideran que es muy dañino para el cuerpo y el desarrollo de los niños y niñas. La realidad es que no existe mucha evidencia científica sobre el tema.
Haciendo una revisión de estudios sobre ello, encontramos un estudio de julio de 2020, en el que se valoraba la relación entre esta forma de sentarse y padecer displasia de cadera, en el que se concluyó que no hay evidencia para afirmar que exista tal relación. Es decir, no por sentarse en esa posición hay más riesgo de tener problemas de cadera.
En la misma revisión, otro estudio datado en diciembre de 2010 afirma que sentarse en W puede aumentar notablemente el riesgo de padecer pies planos en niños en edad preescolar, si bien es cierto que a esas edades puede que su forma del pie aún no esté desarrollada del todo y, por lo tanto, quede por formar el arco plantar. En dicho estudio no se ha hallado seguimiento para valorar si en edad adolescente o adulta persiste el pie plano en los mismos niños y niñas.
Ventajas de sentarse en W
Aunque mucha gente no lo crea, esta postura proporciona ciertas ventajas a la persona que la practica:
- Aumenta la capacidad de concentración: la estabilidad les permite concentrarse en el juego o actividad que estén realizando sin preocuparse por la postura o el balanceo del cuerpo hacia los lados.
- Buena colocación de la columna: pensando exclusivamente en la posición anatómica de la columna vertebral, esta posición es la que permite que la colocación sea óptima. Si no me crees, imagina la columna de una niña sentada en W. Alineada. Ahora piensa en cómo se sientan cuando están en «posición de indio» o con las piernas estiradas hacia delante. O incluso sentados en una silla. La columna adquiere más una postura de C, lo cual no resulta muy beneficioso para su espalda.
Inconvenientes de sentarse en W
Sentarse en W también conlleva ciertos inconvenientes:
- Estabilidad: sé que lo he comentado como una ventaja, pero aportar estabilidad también tiene su lado negativo. No les permite desarrollar su equilibrio ni reacciones de enderezamiento ante posiciones inestables.
- No les permite moverse con libertad: al estar tan estáticos, les impide llegar a juguetes que no estén a su alcance, les limita la rotación de tronco, no les permite explorar tan fácilmente… se acomodan a esa postura.
- Posición extrema de rodillas y caderas: de por sí no implica ningún problema, pero si existe patología, no es una posición que la mejore. También podría asociarse, si la postura es prolongada en el tiempo, a un desarrollo no equilibrado del tono muscular, es decir, hay musculatura que está muy estirada (con lo cual no se trabaja) y otra que está muy acortada (con lo cual se mantiene la tensión constantemente).
- Puede provocar pies planos: como ya hemos visto, hay algún estudio que relaciona esta postura mantenida en el tiempo con la posibilidad de padecer pies planos en la infancia.
Todos estos inconvenientes suelen generar problemas solo cuando la postura se mantiene de manera muy prolongada. Además, pueden solventarse en los momentos del día en los que los niños no están sentados de esta manera. Se pueden trabajar las reacciones de enderezamiento, definir la lateralidad, etc. con diversos juegos que vayan encaminados a ello (gatear, caminar hacia los lados, juegos de aros, saltos, etc.), dependiendo de la edad del pequeño.
¿Debo corregirlo?
Como hemos señalado, no estamos hablando de una patología, sino de una variante normal y frecuente entre niños. Si no existe ninguna patología asociada a esta zona corporal, lo habitual es que dejen de hacerlo entre los 10 y los 14 años de edad, con lo que no sería necesario ningún tratamiento ni dispositivo externo. Se resolverá solo con el tiempo.
Entonces, ¿tiene sentido corregirlo cuando se sienta así? Depende. Depende de tu hija, porque para cada caso, hay que buscar la individualidad. Como hemos visto, las ventajas y los inconvenientes de este patrón postural son muchas. Si tu hijo tiene poco tono muscular y no se mueve demasiado, no es conveniente que pase mucho tiempo así. Sin embargo, si es un «culo inquieto» no pasa nada porque esté un rato un poco más largo. Compensa con creces con lo que se mueve después.
Pero podría existir también el caso de que ya haya de base alguna patología, como por ejemplo, una displasia de cadera. ¿Entonces qué hacemos? Pues en ese caso, cualquier postura de la articulación llevada al límite puede empeorar el problema. Como hemos dicho, hay que individualizar y ver cada caso en concreto.
Si tu hijo se sienta mucho en esta postura, si te parece que camina de manera extraña, si coloca los pies hacia dentro o hacia fuera… Es conveniente consultar con un traumatólogo especializado en terapia infantil para que valore las posibles causas.
Si tienes dudas, el equipo de expertos infantiles de Criar con Sentido Común te esperamos en la Tribu CSC. Y, sobre todo, no agobiarse porque veas que tu peque empieza a adoptar esta postura. ¡Yo misma me he sorprendido así colocada en el suelo cuando juego con mi hija!
Os queria comentae mi experiencia con esta postura, mi hijo desde q empezo a moverse x si solo (8 meses) esta postura era la mas comun para el, yo no sabia si era bueno o mala para el. El caso que cuando a los 13 meses comenzo andar lo pies los metia hacia dentro, lo llevamos a varios traumas y lo primero q me dijeron todos es q esa postura habia teniamos q corregirla ya q mi hija tenia una torcion. Pues asi lo hicimos estabamos todo el dia corregiendo esta postura, y poco a pco se le fue corrigiendo aunke tiene una rotacion muy pronunciada aun con 5 años anda perfectamente. No lo dejo q nunca se ponga en esta posicion. Me sorprende q digais q es buena, una cosa es q el trascurso de un movimiento se pongan asi a q juguen en esta postura
Hola María!
En ningún momento ponemos que la postura de sentarse en W sea buena. Nombramos las ventajas y los inconvenientes (y en este caso como puedes ver, hay más inconvenientes que ventajas). Además, no es algo que diga yo, es la evidencia científica, los artículos científicos que hemos encontrado al respecto. Dicho sea de paso, son pocos y habría que investigar más sobre ello. También como puedes leer, pone que hay que individualizar cada caso, es decir, si hay una niña con una patología habrá que ver si sentarse así le afecta o no.
Por otra parte, a los 13 meses hay muchos bebés que caminen con los pies metidos hacia dentro, sin que esto suponga una patología, simplemente por el hecho de que su cuerpo está en desarrollo y están comenzando a caminar. La pisada definitiva se establece entre los 4 y los 7 años de edad, y hasta entonces va cambiando porque músculos, tendones, ligamentos, etc…se están desarrollando. Y por tanto, por sí misma va cambiando esa forma de pisar.
Yo no promuevo que se sienten así, pero si no tienen patología previa y se sientan así un rato, no hay evidencia de que vaya a ser dañino para ellos. A veces los médicos, fisios, etc…corregimos más por precaución que por evidencia científica.
Hola Marta, mi niña se sienta así siempre…intento corregirla, o hacerle cambiar de vez en cuando de postura, pero es complicado. Tiene dos años y medio y lo que observo hace mucho es que sus tobillos quedan bastante separados. ¿Debo preocuparme? Gracias.
Hola Bea!
Habría que analizar el caso concreto de tu hija. Tiene alguna patología, de pies, rodillas, caderas, columna…? Cuanto es todo el rato? Sí está así una hora seguida sin moverse yo sí que se lo corregiría (así o en cualquier otra postura, en general no es habitual que las niñas estén quietas mucho tiempo en una postura estática). Sí va variando de postura y a veces está sobre ella, no me preocuparía.
Le has comentado a su pediatra esta observación?
Buenas Marta es un post muy interesante, y como bien dices cada peque un mundo y eso es lo importante, observar y trabajar en función de las necesidades, las rotaciones femorales están relacionadas con la marcha en adducción, o «pie para dentro». Al igual que traumatólogos especialistas los podólogos que tratamos tanto la patología del pie sin dejar a un lado la postura del niño. En nuestro caso, las exploraciones se hacen de forma global, siendo exploraciones posturales, contando en muchos casos con la ayuda de un fisioterapueta.
Gracias.
Hola Belinda!
Completamente de acuerdo contigo. Individualizar y ver al niño de forma global para ser capaz de dar con el origen de diversas patologías o formas de pisar/sentarse, etc…son clave. No tenéis un trabajo fácil! Gracias por tu comentario
Hola Marta, que interesante tu artículo.
Tengo 33 años y sigo encontrando en esta postura mucha comodidad, pero tengo una pequeña rotación en la cadera y la inercia de mis pies es a caminar «calcetando»,
Ahora tengo una niña de casi tres años y la presión familiar para que le corrija esta postura es mucha. Yo también lo hago sin brusquedad ni pánicos, pero siento que le pasa exactamente eso que describes, está más concentrada en la actividad y con la espalda muy recta.
Nos han dicho que es demasiado pronto y yo creo que lo hace por imitación, ¿pero crees que debería estudiar si hay alguna anomalía?
Muchas gracias,
Hola Laura!
Habría que saber el tiempo que pasa tu hija en esta postura. Si es un tiempo considerable, sí que es conveniente cambiarlo (realizar una actividad corta en esa posición y luego cambiar) porque la tensión que se puede producir sea excesiva. Pero sin echarle la bronca, simplemente cambiando tú la postura o directamente hacéis un juego que sea de moveros, correr, etc.
También habría que ver cómo camina ella, pero los primeros años muchas niñas tienen una rotación interna de cadera, sin ser patológico y que se corrige solo con el tiempo.
Si valorando todo eso ves que pueda haber algún problema, sería conveniente acudir a un traumatólogo infantil para que lo valore.
Un saludo!