¿Que cómo es tener hijos? Tener hijos es comprender que en el embarazo y el parto todos están muy emocionados, pero pronto empiezan a desaparecer. Es darte cuenta de que, al parecer, todos saben criar…
Hay una creencia predominante en muchas partes del mundo según la cual tener hijos es clave para la felicidad y que las personas que no tienen hijos se sienten insatisfechos en sus vidas. ¿Pero es realmente cierto?
Las profesoras del Centro de Psicología y Salud de la Universidad de Medicina y Ciencias de la Salud RCSI en Dublín, Irlanda, Trudy Meehan y Jolanta Burke, opinan que la respuesta a esta pregunta es simple y compleja a la vez, ya que «la satisfacción que sientes en tu vida, ya sea que decidas tener hijos o no, depende de muchos factores complejos».
No, no es necesario tener hijos para ser feliz
Según las investigadoras, la respuesta simple que da la ciencia es que no es necesario tener hijos para sentirse realizado/a y ser feliz.
Los estudios en mujeres que no tienen hijos por elección muestran que la mayoría siente que tiene sentido de identidad e individualidad. Además, no se sienten definidas por su papel dentro de la familia y sienten que tienen más libertad y control sobre sus cuerpos, su vida y su futuro. Asimismo, las mujeres que no tienen hijos también reportan una mayor estabilidad financiera y un mayor nivel socioeconómico.
Y ¿qué pasa con las parejas que no tienen hijos? Las mujeres y los hombres que no tienen hijos, por lo general, también están menos estresados y reportan mayor satisfacción en sus matrimonios.
Los hombres también deciden
Las autoras apuntan que «hay investigaciones limitadas sobre los hombres solteros y su experiencia de no tener hijos, y menos aún sobre la experiencia transgénero o queer de no tener hijos» sobre todo respecto a la supuesta necesidad de dejar un legado.
Según la publicación «Las vidas elegidas de los hombres sin hijos», de Patricia W. Lunneborg, profesora de psicología y profesora adjunta de estudios de la mujer en la Universidad de Washington,
«Cada vez son más las parejas que optan por no tener hijos. Si bien se ha prestado mucha atención a esta tendencia desde el punto de vista de la mujer, a menudo se considera que los hombres desempeñan un papel secundario en esta elección, dispuestos a aceptar lo que decidan sus parejas.
En una época en la que se espera que los hombres sean cuidadores además de sostén de la familia y se los alienta a asumir más responsabilidades parentales, este volumen sostiene que deben ser participantes activos en esta decisión crucial que cambia la vida«.
Su obra, basada en entrevistas en profundidad a 30 hombres estadounidenses y británicos sin hijos, es el primer libro que explora los motivos y consecuencias de la falta voluntaria de hijos desde la perspectiva de un hombre.
«Hablan de sus sentimientos encontrados, sus antecedentes familiares y su preocupación por la población mundial en constante crecimiento. El panorama que surge desafía el estereotipo de que los hombres que deciden no ser padres son inmaduros, egoístas e irresponsables«.
Aunque cada hombre entrevistado proporciona varias razones, la autora identifica 9 tipos principales de hombres sin hijos, incluidos los adictos al trabajo, los estudiantes permanentes, los jubilados anticipados, los que reducen el estrés y los hombres que no quieren repetir los errores de sus padres.
La paradoja de la p[m]aternidad
Según las investigadoras, «las cosas se complican un poco más cuando analizamos la decisión de tener hijos», ya que si bien los padres ciertamente pueden ser felices y sentirse satisfechos en la vida, la satisfacción que sienten con la decisión de tener hijos «generalmente se desarrolla con el tiempo» y puede depender también de muchos factores «que no pueden controlar».
¿Cómo cambia la vida de una persona al tener un hijo?
Al principio, muchos padres experimentan una disminución temporal del bienestar después de tener un hijo. Esto, según las autoras, «se debe a que un nuevo bebé puede obstaculizar muchas necesidades básicas, como dormir, comer bien y ver a los amigos». Esta puede ser para muchos padres que querían tener hijos, paradójicamente «una receta para el descontento». Es lo que algunos estudios denominan la «paradoja de la paternidad».
Las mujeres heterosexuales también reportan más infelicidad cuando se convierten en madres en comparación con los hombres. «Esto puede deberse a que la carga de la atención tiende a recaer de manera desproporcionada en las mujeres«, señalan las investigadoras.
Pero Meehan y Burke señalan que tener un buen apoyo familiar y social, y un compañero de crianza activo e igualmente involucrado que ayude a sobrellevar las tensiones y costes de la crianza de los hijos son factores que pueden compensar la m[p]aternidad, así como vivir en un área que tenga políticas de apoyo para conciliar el trabajo y la familia.
«Esto probablemente explica por qué las mujeres en Noruega no informan una pérdida de felicidad aunque crien a sus hijos y tengan carreras cuando tienen hijos, ya que Noruega tiene muchas políticas favorables a la familia que hacen posible que ambos padres puedan conciliar».
¿Cuál es la felicidad de tener hijos?
¿Qué es lo bueno de tener hijos? Tener hijos, según ambas investigadoras, complica la vida de los progenitores al principio, pero puede dar lugar a un tipo de plenitud muy trascendental a largo plazo.
«Si bien la crianza de los hijos puede ser difícil, eso no significa que no pueda conducir a la felicidad, la alegría y un mayor significado a la vida. La experiencia de ser padre puede incluso conducir a una forma profunda de bienestar llamado bienestar eudaimónico.
Este es el sentimiento de haber vivido una vida que vale la pena vivir, lo cual es distinto de la felicidad a corto plazo», señalan Meehan y Burke.
Según las investigadoras, tanto hombres como mujeres pueden experimentar bienestar eudaimónico positivo cuando se convierten en padres y el bienestar eudaimónico que experimentan también depende de qué los deberes de crianza estén equilibrados con su pareja.
Enfrentando el arrepentimiento por no querer tener hijos o la insatisfacción por no poder tenerlos
Meehan y Burke señalan otra cosa importante que preocupa a la gente: si se arrepentirán de no haber tenido hijos. Según las autoras «es tranquilizador que una investigación en adultos mayores sin niños muestre que muchos reportan alta satisfacción con la vida frente a la mala salud mental y la resiliencia«.
«Parece que la clave más importante para ser feliz con tu decisión de tener o no hijos depende de si se sintió en control de esa decisión. Cuando sentimos que hemos elegido nuestro camino, tendemos a aceptar nuestras decisiones y a ser más felices con ellas«, añaden.
Sin embargo, ¿qué pasa si te han quitado esa opción y querías tener un hijo pero no pudiste tenerlo? ¿Podrás ser feliz entonces? «Nuestra investigación muestra que la respuesta es un rotundo sí», responden las investigadoras.
«Investigamos el impacto de la falta de hijos en 161 mujeres del Reino Unido que querían tener hijos pero no podían por diversas razones: como no poder encontrar pareja o infertilidad. Los participantes tenían entre 25 y 75 años.
Descubrimos que, en promedio, el bienestar de las participantes no era diferente al del público en general. Mientras que el 12% languidecía (lo que significa que sentían que sus vidas no tenían rumbo), el 24% estaba prosperando psicológicamente, lo que significa que reportaban el nivel más alto de salud mental. El resto experimentó niveles moderados de bienestar.
Curiosamente, para algunos, la lucha por tener un hijo resultó en crecimiento postraumático. Esto se refiere a los cambios psicológicos positivos que ocurren después de un evento traumático. Las mujeres con los niveles más altos de bienestar dijeron que poder centrarse en nuevas posibilidades en sus vidas, además de ser madres, les ayudó a mejorar su bienestar«.
Por otra parte, los estudios en hombres que no han podido tener hijos debido a la infertilidad muestran que muchos experimentaron tristeza como resultado, aunque esta tristeza se redujo a medida que se hicieron mayores.
Pero, al igual que las mujeres que involuntariamente no tienen hijos, encontrar formas de replantear su identidad y su papel en la sociedad fuera de la paternidad, ayudó a muchos a encontrar significado y satisfacción en su vida.
La felicidad depende de muchos factores y no todos están en nuestras manos
«Entonces, ¿la paternidad nos hace más felices? ¿La falta de hijos nos hace miserables? La respuesta a estas preguntas no es tan sencilla como parece. La felicidad o la satisfacción que experimentamos depende de muchos factores, muchos de los cuales están fuera de nuestro control.
Si bien la forma en que eliges darle sentido a tu vida es de hecho un factor clave, también lo es el apoyo social que tienes para convertirte en padre, y el clima político en el que vives», concluyen ambas autoras.
Si quieres más información o necesitas asesoramiento profesional, en la Tribu CSC puedes consultar online a nuestro equipo de expertos/as en salud materno-infantil y crianza respetuosa.
Podéis descargar gratis la app de Criar con Sentido Común tanto para plataformas Apple como para plataformas Android, y tenéis una semana gratis para probar todas las ventajas de la membresía a la Tribu, y consultar a nuestros/as especialistas.
0 responses on "¿Tener hijos te hace más feliz? Esto es lo que sugiere la investigación"