Convivir con un animal en casa aporta múltiples y diversos beneficios emocionales, reconocidos por la ciencia, pero las ventajas psicológicas no son las únicas. Hablamos de salud y de cuáles son los beneficios para los…
Según varios estudios actuales, una quinta parte de los lugares públicos del mundo están contaminados con huevos de Toxocara, con tasas de prevalencia media que oscilan entre el 13 y el 35 %, según la zona geográfica.
Aunque está muy extendida en todo el mundo, la prevalencia es mayor en los países en vías de desarrollo tanto en animales como en personas. En Europa la tasa de prevalencia media ronda el 18%, pero en la Península Ibérica, la prevalencia en los parques públicos varía entre el 16% en Madrid o el 37% en Tenerife, hasta alcanzar el 50% en Lisboa y el 67% en Murcia. Las zoonosis más prevalentes a nivel global, relacionadas con geohelmintos, son Toxocara spp., Ancylostoma spp. y Strongyloides spp., que son responsables de más de dos mil millones de infecciones en personas.
La convivencia con animales, nuestros queridos compañeros peludos, aporta múltiples beneficios para la salud. Por ejemplo, sabemos que los peques que conviven con gatos y perros durante los primeros años de vida tienen menos riesgos de alergias respiratorias y alimentarias, por ejemplo. Pero los animales también pueden transmitir enfermedades si no les atendemos adecuadamente y descuidamos su salud. Por tanto, es importante conocerlas para poder prevenirlas o detectarlas a tiempo y ponerles tratamiento cuanto antes.
Las zoonosis son enfermedades propias de los animales pero que ocasionalmente pueden transmitirse a los humanos. La infección en el humano es algo accidental y se produce cuando hay un contacto estrecho con un animal infectado que puede estar enfermo o infectado pero asintomático. La ingestión humana de huevos embrionados a través de suelo contaminado, malas prácticas de higiene o verduras sin limpiar puede provocar toxocariasis.
¿Cómo se transmite el parasito de Toxocara?
Los mecanismos de transmisión más frecuentes son los mordiscos y arañazos. También existe la transmisión por aerosoles, en infecciones que se transmiten por vía respiratoria o por picaduras de pulgas y garrapatas si el animal es portador de estos parásitos. Cuando se produce la infección en el humano puede ocasionar lo que se conoce como larva migrans o larvas migratorias. Los huevos del parásito se expulsan en las heces del animal infectado. Cuando los huevos eclosionan y las larvas alcanzan la piel, la perforan y la larva se desplaza debajo de la piel dejando un surco característico. Esta es la forma habitual de la larva migrans cutánea.
En general, los animales adultos suponen menos riesgo para los niños ya que tienen menos tendencia a jugar, incluyendo mordiscos y arañazos. Ya se sabe que los niños adoran jugar con los animales y es más probable que se expongan a un contacto más cercano, corriendo el riesgo de sufrir una mordedura o un arañazo.
Asimismo, los huevos pueden ser ingeridos por contaminación de las manos con deposiciones o superficies que hayan estado en contacto con las heces del gato. Cuando los huevos entran por vía digestiva, las larvas penetran en el intestino y produce lo que se conoce como larva migrans visceral o toxocariasis. Esta forma visceral a veces puede ser escasamente sintomática o puede presentarse inicialmente como una larva migrans ocular.
En las heces de perros y gatos
Los mecanismos de transmisión más comunes son los mordiscos y arañazos, en el caso de los parques infantiles se produce la transmisión fecal oral por llevarse las manos a la boca después de haber tocado las heces del animal o las superficies con las que estas hayan estado en contacto.
La mayor parte de los riesgos asociados a las mascotas se reducen significativamente con una tenencia y cuidado responsable del animal, es decir, unos cuidados adecuados y una buena higiene.
¿Qué es toxocariasis y sus síntomas?
¿Qué produce el parásito Toxocara? La larva migrans visceral afecta a menores entre 1 y 4 años y puede producir fiebre, exantemas, tos, pérdida de peso, alteraciones hepáticas, pulmonares o neurológicas con convulsiones o problemas de conducta. En la analítica destaca un aumento de eosinófilos, los glóbulos blancos propios de los parásitos. La larva migrans ocular afecta a niños y niñas de más edad que presentan una reducción de la visión de un ojo o estrabismo de aparición más o menos brusca.
Aunque el mayor foco de transmisión son perros infectados. La infestación por Toxocara cati es también bastante prevalente en los felinos, tanto en gatos domésticos como silvestres o callejeros. Un estudio en EEUU encuentra un porcentaje de aproximadamente un 20% de gatos afectados.
Pero, aunque es una zoonosis que puede transmitirse a los humanos, el riesgo de transmisión por contacto con gatos o perros es bajo y puede ser reducido mediante unas sencillas precauciones.
- El animal debe ser revisado por el veterinario regularmente, pero sobre todo cuando presente diarrea o enfermedades cutáneas.
- Los animales que no salen a la calle tienen muy bajo riesgo de contraer el parásito.
- Es importante el control de las pulgas.
- Si salen a la calle, revisar y extraer garrapatas regularmente.
- La alimentación debe ser adecuada.
- La comida seca del animal no debe manipularse en zonas donde se prepara comida para los humanos para evitar riesgos de contaminación. Los animales que comen carne cruda o tienen la oportunidad de cazar deben ser desparasitados regularmente siguiendo los consejos de su veterinario. Hay que evitar que coman basura o heces y que beban agua no potable de charcos o del váter.
- Las uñas deben estar bien limadas para evitar los arañazos. Si el gato sale al exterior normalmente no precisará cuidados especiales ya que ellos mismos las controlan rascando contra superficies rugosas, pero si solo está en interiores tendría que tener un rascador para que puedan ejercitar esta función.
- El lavado de manos es muy importante después de manipular el arenero felino.
Concienciación pública y tenencia responsable de animales
Los lugares públicos (como playas, areneros y parques infantiles, etc.), que son espacios de esparcimiento humano y, a la par, sirven de tránsito para animales callejeros o domésticos, son un foco importante en la transmisión de la infección por Toxocara. Por ello, la concienciación pública y el civismo individual es fundamental para mantener unas normas básicas de higiene que impidan el contagio.
Los parques públicos y los areneros son una gran fuente de infección por parásitos para los niños, ya que a menudo perros y gatos comparten áreas con ellos. Por este motivo es importante no entrar con el perro en la zona de juegos infantil, desparasitar regularmente a los gatos domésticos (especialmente si no viven confinados en el hogar), ya que los areneros de los parques son muy atractivos para ellos.
En un estudio de la Universidad de Málaga, por ejemplo, en el que dieron positivo un tercio de los 120 parques analizados en toda la provincia, se aboga por una mayor vigilancia y más controles a las mascotas.
«Hemos detectado datos preocupantes sobre la presencia de los parásitos intestinales más habituales de perros y gatos en los parques infantiles, por lo que son un foco de fuente zoonótica relacionada con la convivencia en ámbitos urbanos de animales domésticos con las personas y, especialmente, con los más sensibles que son los niños«, señalan sus autores.
Por ello, en el estudio se aboga por una mayor vigilancia. De esta forma se podría controlar este tipo de enfermedades que tienen la consideración de «amenaza para la salud pública» y que puede tener «graves consecuencias en los niños».
En cuanto a los gatos que viven en libertad, la Nueva Ley de Bienestar Animal señala que es responsabilidad de los ayuntamientos preservar su salud y realizar controles periódicos para atender a los animales enfermos, así como vacunar y desparasitar a los gatos (callejeros o ferales) convivientes en colonias felinas.
Concienciar contra el abandono y la tenencia responsable de animales también disminuye los problemas de salud pública que pudieran darse como consecuencia del contagio de infecciones de animales a humanos. La convivencia responsable con los animales aporta muchos beneficios a nuestra salud y la de nuestros hijos.
También es sumamente importante que las familias supervisen el juego en arena de los más peques, para evitar que estos se lleven arena a la boca o las manos a la cara o la boca después de haber estado jugando en el arenero. Es importante que los niños y niñas se laven con agua y jabón las manos después del juego con arena.
Según los investigadores, estas enfermedades suelen «subestimarse» debido a la escasa vigilancia de estos casos y a la falta de análisis de rutina de muestras de heces de personas con enfermedades diarreicas, por lo que recomiendan prestar atención a los síntomas y a su permanencia en el tiempo: «Si tienes vómitos o diarrea no se hace nada porque lo normal es que se trate de un virus o una bacteria, pero cuando se prolonga en el tiempo hay que buscar parásitos en las heces«.
Si quieres más información o necesitas asesoramiento profesional, estaré encantada de atenderte en la Tribu CSC, donde además puedes consultar al resto de miembros de nuestro equipo de expertos en salud materno-infantil.
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