Un estudio realizado en Suecia halla una asociación entre la falta de horas de sueño o el sueño de mala calidad durante la adolescencia y un mayor riesgo de desarrollar esclerosis múltiple en la edad…
Investigadores de EEUU han encontrado vínculos entre los trastornos del sueño y las ideas suicidas en la adolescencia. Los menores con problemas de sueño tienen más riesgos de tener ideas suicidas.
Es decir, que no dormir bien les afecta a nivel físico, pero también mental. Hoy ofrecemos algunas recomendaciones para ayudarles a dormir mejor.
¿Qué son los trastornos del sueño?
Los trastornos del sueño son aquellas condiciones que afectan a la calidad, cantidad total y el tiempo continuado de sueño de una persona. Es decir, cómo de bien duerme (calidad); cuándo se duerme y si puede permanecer dormido; y cuánto sueño y vigilia tiene.
Uno de los problemas de sueño o desorden más común es el insomnio (dificultad para conciliar el sueño y permanecer dormido). Pero hay más categorías:
- Trastornos respiratorios relacionados con el sueño (como la apnea del sueño).
- Hipersomnolencia, que se produce cuando tienes problemas para sentirte alerta durante el día.
- Trastornos del ritmo circadiano-vigilia (el reloj interno dificulta conciliar el sueño y despertarse a tiempo).
- Parasomnias (sonambulismo, terrores nocturnos y pesadillas).
- Trastornos del movimiento relacionados con el sueño (como el síndrome de piernas inquietas, por ejemplo).
¿Qué problemas de sueño puede tener un adolescente?
El sueño en la adolescencia puede ser caótico. La experta en sueño infantil de Criar Con Sentido Común, Rafi López, explica que «el ritmo circadiano, en general, se desplaza a esta edad. Los adolescentes tienden a acostarse más tarde y, por ende, a levantarse más tarde«.
A ello se une el horario escolar. Los institutos suelen tener jornada intensiva, por lo que los adolescentes deben estar a las 8 de la mañana en clase. «Y teniendo en cuenta que se han acostado más tarde, debido al retraso natural del ritmo circadiano, pues esto les resta descanso».
Ese cambio natural también se ve afectado por el uso de pantallas, como el móvil, la tablet o los videojuegos.
«Entre que no tienen mucho sueño y tiene cerca las redes sociales, los amigos, etc., pierden mucho más tiempo a unas horas en las que están más despejados. Además, la luz que emiten los dispositivos hacen que su núcleo supraquiasmático (reloj biológico) crea que aún es de día y eso inhibe todavía más la secreción de melatonina«.
La secreción de la melatonina es la «señal química» que nos avisa de que es hora de dormir. «Y ese retraso en ir a la cama, debido al retraso de la señal química de esta hormona es una pescadilla que se muerde la cola, en plan espiral y todo se va complicando». Así que es posible que aparezca en los adolescentes hipersomnolencia, que haya trastornos en el ritmo circadiano, parasomnias o incluso insomnio.
Trastornos del sueño e ideas suicidas en la adolescencia
Ahora, una investigación desarrollada en Estados Unidos (Universidad del Estado de Wayne, en Detroit, y la de Oregón) enlaza los problemas de sueño con ideas suicidas en la adolescencia y también en adultos jóvenes. La investigación, publicada en junio en la revista Sleep Health, se centró en evaluar el riesgo de ideación e intento de suicidio en jóvenes de entre 6 y 24 años que acudieron a emergencias en Estados Unidos entre 2015 y 2017.
Los resultados mostraron que los jóvenes con al menos un trastorno del sueño tenían 3 veces más probabilidades de acudir a urgencias con ideación suicida en comparación con aquellos sin problemas de sueño.
Además, la probabilidad de pensar en el suicidio era un 46% mayor en aquellos adolescentes con un trastorno del ánimo (depresión, trastorno bipolar, trastorno disfórico premenstrual, etc.) y un trastorno del sueño. Y del 47% en el caso de tener problemas para dormir y un trastorno psicótico (casos más graves).
Curiosamente, solo un 0,3% de los participantes habían sido diagnosticados con un trastorno del sueño; lo que, a juicio de los investigadores, demuestra que este tipo de problemas está «infradiagnosticado» en niños y adolescentes. Los autores creen que, frente al estigma del suicidio, existe poca concienciación sobre la importancia de una buena higiene de sueño.
De hecho, la investigación propone que dentro de las políticas contra el suicidio en la adolescencia debería incluirse la evaluación e intervención de los trastornos del sueño.
La privación del sueño sostenida en el tiempo afecta al bienestar físico y mental de los adolescentes
Nuestra experta Rafi López explica que la falta de descanso afecta tanto al bienestar físico como psicológico de los adolescentes. «Dormir es básico para rendir y para estar bien. Y para que la mente funcione bien«.
Los problemas de sueño hacen que los menores lleguen en peores condiciones al colegio, donde pueden llegar a dormirse. Además, «se aburren, no se concentran y pueden bajar obviamente el rendimiento escolar«. La privación de sueño «sostenida» tiene consecuencias.
Para Rafi López es posible que los trastornos del sueño y las ideas suicidas en la adolescencia estén conectados. Dormir mal puede provocar «problemas metabólicos como obesidad» desde el principio. Pero las consecuencias pueden ir a más. El cansancio afecta a la actividad mental. «No solo podría provocar ideas suicidas. Es que es muy habitual estar enfadado o de mal humor cuando no se ha descansado», explica la especialista.
Existen estudios que ahondan en la necesidad de implementar reglas y rutinas para mejorar el sueño de los adolescentes. Rafi López también aporta algunas recomendaciones, que son similares a las que se pueden aplicar desde la infancia.
Recomendaciones para mejorar el sueño en la adolescencia
Algunos de los consejos de nuestra experta para mejorar el sueño en la adolescencia son los siguientes:
- Actividad física a primera hora de la mañana y bajo luz natural.
- Evitar el uso de pantallas 2 horas antes de dormir.
- Uso de filtros para las pantallas.
- Horarios regulares que les permitan descansar, «tanto entre semana como los fines de semana».
Sobre este último punto, Rafi López subraya que algunas veces «dejamos» a nuestros hijos dormir más porque se han acostado tarde, pero eso puede contribuir a que los horarios de sueño se trastoquen.
«Mantener unos horarios regulares, que les den la posibilidad de irse a la cama a una hora apropiada (y descansar las horas que necesitan); evitando las actividades con pantallas al final del día serían las claves para el cuidado del descanso en una etapa tan demandante para ellos».
¿Qué hacer cuando un adolescente no puede dormir? ¿Cómo conciliar el sueño en adolescentes? Si tienes dudas, quieres información sobre cuál es el mejor tratamiento para el insomnio en adolescentes o saber cómo instaurar una buena higiene del sueño en adolescentes, la especialista Rafi López, está disponible a través de la Tribu CSC.
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