El daltonismo es una anomalía visual difícil de detectar en una revisión rutinaria a profesional de oftalmología porque se necesitan pruebas específicas para hacerlo. De hecho, solo si el peque tiene antecedentes familiares de daltonismo…
El útero irritable en el embarazo se caracteriza por contracciones frecuentes e intensas antes de tiempo. Es una urgencia médica que debe ser atendida de inmediato.
¿Cómo saber si tengo irritabilidad uterina?
El síntoma más característico del útero irritable en el embarazo es sufrir contracciones antes de tiempo. Y es que cuando la embarazada sufre irritabilidad uterina, nota contracciones antes de la 37ª semana de gestación sin estar de parto.
Las contracciones pueden ser aisladas o débiles (un dolor semejante al de la menstruación), pero también pueden ser frecuentes y dolorosas (y no las de preparación o contracciones de Braxton Hicks). Si este es el caso, hay que acudir de inmediato al especialista para que pueda valorar el caso, ya que una de las consecuencias del útero irritable durante el embarazo es correr el riesgo de tener un parto prematuro.
De hecho, un estudio de la Universidad de Mississippi (Estados Unidos) publicado en American Journal of Obstetrics and Gynecology, concluye que la tasa de parto pretérmino en las mujeres con irritabilidad uterina es mayor que la de la población en general.
Causas del útero irritable
Las contracciones prematuras empiezan cuando existe un relajación activa del útero (quescencia uterina) a destiempo. Entonces se comienzan a producir una serie de hormonas que provocan la aparición de las contracciones uterinas, con los consiguientes cambios en el cuello uterino (que se ablanda, acorta y dilata).
En muchas ocasiones no se llega a saber con seguridad qué provoca que el útero empiece a contraerse, pero sí existen algunos factores que pueden predisponer la irritabilidad del útero de la futura mamá:
- Deshidratación materna. Suele ser la causa más común. «Ante una gastroenteritis, aunque sea leve, hay que rehidratarse con suero y acudir a urgencias si se notan contracciones», matiza la matrona de CSC, Esther Esteban.
- Estrés materno o actividad excesiva. Vivir situaciones estresantes o practicar ejercicio de intensidad elevada son dos de las causas que pueden actuar como desencadenantes. Esther Esteban incluye en este apartado el estrés laboral: «en el tercer trimestre hay que reducir el estrés materno y muchas veces este está relacionado con el trabajo, que no tiene por qué ser físicamente activo, sino estresante a nivel emocional». Por este motivo nuestra profesional recomienda valorar la baja laboral llegado este periodo del embarazo: «puede influir en tener una mayor irritabilidad uterina, y no solo eso, sino también contracciones y rotura de bolsa. Son factores que afectan, aunque también depende de si existe mucha actividad física – o intensa – y de si la mujer tiene una mayor predisposición».
- Padecer una infección. La más común en el embarazo es la del tracto urinario (habitualmente causada por la bacteria escherichia coli) que se trata con antibióticos.
- Infección de las membranas amnióticas. Una infección que afecta a la bolsa amniótica, al líquido amniótico e incluso a la placenta es una complicación grave y difícil de tratar. Aunque las contracciones no desencadenen el parto, este se tiene que adelantar, ya que la vida del bebé podría correr peligro.
- Embarazo múltiple. Cuando el útero materno acoge a dos o más bebés, la irritabilidad es más habitual.
- Alta sensibilidad. Por último, la irritabilidad uterina puede ser simplemente una consecuencia de tener el útero un poco más sensible y quizás predispuesto, por tanto, a generar contracciones por causa de, por ejemplo, los movimientos del bebé.
¿Cómo tratar el útero irritable?
El útero irritable en el embarazo es una urgencia médica. Si la mujer embarazada experimenta contracciones dolorosas antes de la 37ª semana de embarazo ha de acudir a las urgencias de un hospital maternal para que un especialista lo confirme, ya que esas contracciones pueden suponer una amenaza de parto.
Una vez en el centro hospitalario, se harán una serie de pruebas médicas a la embarazada que confirmarán si las contracciones son de parto o por útero irritable:
- Monitorización fetal para valorar el tipo de contracciones, su regularidad e intensidad.
- Ecografía vaginal para ver la longitud del cuello del útero.
Si el monitor fetal indica que las contracciones son regulares y en la ecografía el cuello del útero se percibe corto (con menos de 25 mm o 15 mm) se recomienda el ingreso hospitalario porque el parto ya se ha iniciado. Pero si, por el contrario, ambas pruebas confirman que el bebé aún no va a nacer, se tratará de detener las contracciones tratando las causas que provocan la irritabilidad uterina:
- Hidratación. Se puede recurrir a la hidratación intravenosa, un tratamiento muy sencillo con el que a menudo las contracciones disminuyen. También se recomienda a la embarazada hidratarse con líquidos isotónicos.
- Medicamentos específicos. Se utilizan para controlar las contracciones. Generalmente se opta por un tratamiento tocolítico intravenoso para frenar la amenaza de parto prematuro. Nuestra especialista recuerda en este caso, que los tratamientos requieren ingreso hospitalario de dos o tres días.
- Progesterona vaginal. Sirve para disminuir esa actividad del útero, otro tratamiento sencillo que la mujer puede aplicarse en casa para disminuir su irritabilidad uterina. De hecho, un estudio internacional publicado en Ultrasound Obstetrics and Gynecology, en el que participó el IVI de Valencia, señala que la progesterona vaginal ayuda a reducir los partos prematuros en los embarazos gemelares.
- Corrección quirúrgica. Solo en el caso de detectar anomalías estructurales del útero, la corrección quirúrgica podría prevenir futuros partos prematuros.
- Aumentar el flujo sanguíneo hacia el bebé. Para ello, se coloca a la madre recostada sobre el lado izquierdo. Esta postura ayuda a que se libere la vena cava inferior y aumente la cantidad de sangre que llega a la placenta y al feto. Esto puede disminuir en ocasiones las contracciones por irritabilidad uterina.
- Reposo. Muchos médicos consideran que se debe controlar la situación mandando reposo a la embarazada, ya que el descanso es bueno para liberar situaciones de estrés. Además, los médicos pueden recomendar limitar o abstenerse de mantener relaciones sexuales. Esther Esteban vuelve a resaltar la necesidad de solicitar la baja laboral en el tercer trimestre: «hay que procurar que la madre pueda cuidarse, dormir, descansar… Y no madrugar, conducir hasta el trabajo, hacer jornadas de 8 horas….».
En cualquier caso, una vez que se dé el alta a la embarazada, se sigue manteniendo un control muy estrecho para verificar que las contracciones han desaparecido.
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Decís que si el cuello uterino esta por debajo de 25 mm se recomienda ingreso porque se considera que el parto está iniciado…. Mi duda es, a mi con 28/30 mm en semana 34,a causa de infección urinaria me han dicho que el cuello está bien, largo.( es mi 4 embarazo y el 2 fue prematuro a las 35+5 por fuenelling). Ahora me he quedado dudosa… 25 mm es poco pero 28 mm es largo?