La muerte de 3 bebés en Aotearoa por tos ferina probablemente fue causada por una brecha en la inmunidad de la madre y el bebé, según un grupo de expertos en enfermedades infecciosas e inmunización.…
La tos ferina no es una enfermedad del pasado y sabemos por investigaciones anteriores que la vacuna de la tos ferina durante el embarazo protege al bebé de tener la infección reduciendo en un alto porcentaje las probabilidades de que la contraiga.
Ahora, los hallazgos de un nuevo estudio publicado en Pediatrics comprueban que los bebés de madres vacunadas contra la tos ferina durante el embarazo tienen un 70% menos de probabilidades de padecer la infección en la infancia.
La tos ferina es una infección respiratoria altamente contagiosa y potencialmente mortal, más grave en los bebés durante sus primeras semanas de vida. Es una enfermedad de declaración obligatoria a nivel nacional en Australia y en el estudio colaborativo ha participado la Escuela de Investigación en Salud Menzies y se han analizado 4 años de datos de vacunación de casi 280.000 nacimientos en todo el Territorio del Norte, Queensland y Australia Occidental.
Estos hallazgos, respaldados por datos de la población australiana, respaldan la recomendación de vacunarse contra la tos ferina durante el embarazo entre las semanas 20 y 32 para ayudar a detener las infecciones por tos ferina en bebés menores de 6 meses.
La investigación también desacreditó que los bebés nacidos de madres vacunadas pueden no responder tan bien a su primera vacuna contra la tos ferina, programada en el calendario de vacunación infantil a los 2 meses de edad. Es decir, la posterior vacuna infantil contra la tos ferina sigue siendo eficaz si la madre es vacunada durante el embarazo.
La lucha contra la reticencia a recibir la vacuna de la tos ferina durante el embarazo
La Dra. Annette Regan, epidemióloga de enfermedades infecciosas perinatales y pediátricas, manifiesta que la investigación «proporciona una mayor tranquilidad sobre los beneficios de la vacunación materna contra la tos ferina» en Australia.
«La vacunación materna contra la tos ferina es vital para ayudar a proteger a los bebés de la tos ferina en sus primeros meses de vida, particularmente antes de recibir su primera vacuna contra la tos ferina a los dos meses de edad», sostiene la experta.
El coautor del estudio e investigador principal de Menzies, el Dr. Michael Binks, incide en que estos hallazgos «respaldan la necesidad de crear conciencia sobre la importancia de vacunarse durante el embarazo«.
«El estudio encontró que la aceptación materna de la vacuna contra la tos ferina fue más baja en el Territorio del Norte y Australia Occidental. Dados los esfuerzos recientes para mejorar la aceptación en estas regiones, ahora se justifica una evaluación más contemporánea», explica el especialista.
Mientras en algunas regiones los médicos luchan contra el resurgimiento de la tos ferina debido a una brecha en la inmunidad, los científicos inciden en la necesidad de concienciar a las mujeres en edad fértil sobre la importancia de recibir la vacuna de la tos ferina durante el embarazo.
Según la evidencia existente, en el 80% de los casos el contagio del bebé proviene de un adulto que convive con él. Además, según la AEP, más del 40% de los casos de tosferina se producían en menores de un año hasta que se implantó la vacunación en embarazadas. Como el calendario de vacunación infantil comienza a partir de los dos meses, la medida más efectiva para prevenir la tosferina en bebés lactantes es mediante la vacunación de la madre.
¿Cuándo se pone la vacuna de la tos ferina en el embarazo?
La mujer embarazada puede vacunarse de la tosferina entre la semana 27 y la 36 (antes si hay amenaza de parto prematuro), aunque la vacunación suele realizarse entre la 27 y la 28, necesitando 15 días para ser eficaz. La recomendación es hacerlo antes de la semana 32 de gestación por si el parto se adelanta.
Es importante que la mujer se vacune en esta etapa de su vida aunque ya lo hiciera en si infancia dado que los anticuerpos van disminuyendo con el tiempo y no son suficientes para proteger al bebé. Tampoco el hecho de haber pasado la enfermedad en algún momento garantiza inmunidad permanente.
Es decir, esta vacuna esta destinada al bebé (aunque el pinchazo se lo lleva la madre), ya que la tos ferina en los niños puede tener consecuencias muy graves, especialmente si son menores de 6 meses. Al inocularla, el sistema inmunitario de la madre vuelve a generar anticuerpos que pasen a través de la placenta y protegen al bebé.
De hecho, los expertos recomiendan que la mujer se vacune en cada nuevo embarazo, sin que esto suponga ningún riesgo ni para ella ni para el feto.
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