Vacaciones con un recién nacido: Cómo viajar en coche, avión, barco o tren

La llegada de las vacaciones lleva relacionado muchas veces los viajes. Pero con un recién nacido surgen las dudas: ¿puedo viajar con un bebé recién nacido de apenas unas semanas en coche o en avión? ¿Cómo es viajar con un bebé?

¿Cuándo se puede viajar con un bebé recién nacido en coche?

Si has dado a luz recientemente, es probable que estés deseando coger el coche para viajar a tu zona de vacaciones habitual. ¿Puedes? La realidad es que no hay nada que te impida montar a tu recién nacido en un coche para viajar, pero sí debes tener en cuenta una serie de recomendaciones básicas, especialmente si tu bebé es de bajo peso.

Lo principal que debes tener en mente al viajar con un bebé recién nacido es que tendrás que adaptarte a él y a la nueva situación y no al revés. Sus necesidades son lo primero que hay que tener en cuenta y no los kilómetros que nos quedan por delante o fijarnos una hora concreta para llegar a nuestro destino. Así que ante todo debemos ser flexibles, siguiendo siempre sus ritmos.

Una vez concienciados de ello, es fundamental usar un sistema de retención a contramarcha en tu coche y asegurarte de que está correctamente instalado. Debe proporcionar una buena posición al bebé para evitar el riesgo de asfixia postural.

Además, es importante hacer paradas frecuentes, no solo para que la persona que conduce mantenga la concentración y los reflejos (que disminuyen a partir de las dos horas), sino también para que tu bebé pueda moverse, hidratarse o comer si así lo necesita. Si está bien posicionado y va dormido, no es necesario despertarlo ya que puede ser peor luego volver a dormirlo. Sin embargo, sí hay que hacer caso a sus necesidades si pide moverse y salir de la silla antes de esas dos horas. Las paradas también son buenas para la mamá ya que durante el puerperio se incrementa el riesgo de trombos, así que puedes aprovechar para estirar las piernas y refrescarte.

Además, las ventanas deben estar cubiertas con parasoles para proteger a los pequeños de los rayos ultravioleta. Si es un bebé recién nacido de pocas semanas, es bastante probable que pase horas durmiendo en el coche. Sin embargo, si es algo más mayor tendrás que tener a mano una serie de recursos para entretenerlos en el coche. Así, puedes adelantarte para evitar las temidas rabietas. Y en lugar de comer por el riesgo de atragantamientos, puedes optar por coger sus peluches favoritos o jugar al veo veo.

Consejos para viajar con un bebé en avión, barco o tren

Más allá del vehículo propio, puedes optar también por otros medios de transporte como el avión, el barco o el tren. En el caso del avión, el riesgo se centra en las posibles infecciones ya que se trata de un espacio completamente cerrado durante horas. Por ello, la recomendación antes del COVID era esperar al menos 4 meses para que el recién nacido tuviera las dos dosis de las primeras vacunas puestas. Sin embargo, desde la pandemia no hay un criterio único sobre los riesgos de viajar con un bebé recién nacido en avión.

Más allá de las posibles infecciones, deberás tener en cuenta los cambios de presión que pueden afectar a sus oídos, especialmente durante el aterrizaje y el despegue. Por ello, es un buen momento para colocarlos en el pecho o bien ofrecerles el biberón. También puedes darles algo para chupar o entretenerlos con sus juguetes favoritos. En caso de un vuelo de larga distancia, puedes solicitar una cuna. Además, te proporcionarán agua o calentarán los biberones o la comida de tu pequeño en caso de que lo necesites.

Eso sí, deberás leer con atención las políticas de las líneas aéreas ya que hay quien permite volar con niños con solo dos días, mientras que otras lo alargan hasta la primera o segunda semana. Revisa también las políticas sobre el equipaje, ya que la mayoría de las veces la silla de paseo no se considera equipaje de mano. Además, recuerda que si vas a viajar por España, te bastará con el Libro de Familia. En caso de salir al extranjero, sí tendrás que solicitar el DNI al recién nacido. 

En el tren o el barco, es un poco más fácil evitar contagios. El primero realiza paradas con apertura de puertas, por lo que el aire se renueva, mientras que en el segundo siempre puedes salir a cubierta y estar al aire libre. En el tren podrás viajar con bebés recién nacidos sin problemas, mientras que la mayoría de las compañías marítimas no permite viajar en barco a menores de 6 meses.

Y ya sea en avión, tren o barco, es importante que llegues al aeropuerto, la estación o el puerto con tiempo suficiente. Además, recuerda vestir a tu bebé con varias capas. En este tipo de transporte el aire acondicionado suele estar bastante fuerte, por lo que al vestir al pequeño como una cebolla, podremos poner y quitar la ropa para adaptarlo a las diferentes temperaturas. Prepara bien la bolsa de viaje con todo lo que necesites: pañales, toallitas, cambiador, y agua, leche y biberón en caso de lactancia artificial.

En todos los medios de transporte podrás llevar la comida de tu bebé sin problema. Lo más probable es que la revisen para asegurarse de que todo está en orden, pero no temas por subir al avión biberones de cristal o líquidos, ya que no te pondrán impedimento.

En caso de que llore, no te apures. Es normal sentir algo de agobio si no conseguimos calmar al bebé y pensamos que estamos molestando al resto de viajeros, pero esa ansiedad se la transmites al pequeño. Así que mantén la calma y camina con él en brazos.

El destino: ¿Playa o montaña?

Tanto la playa como la montaña son destinos perfectos para viajar con un recién nacido. Eso sí, en ambos casos deberás prestar especial atención al sol, ya que no puedes usar cremas solares en menores de 6 meses. Por ello, debes evitar exponerlo en las horas centrales del día y usar siempre una sombrilla con filtro UV, además de gorros o viseras.

Aunque hay algunos pediatras que recomiendan esperar hasta los seis meses para bañar a tu bebé en la playa o la piscina, la pediatra del equipo de Criar con Sentido Común, Gloria Colli, asegura que no hay ningún problema en hacerlo antes, siempre que sea un baño breve. Elige playas de fácil acceso y de arena en lugar de rocas.

En el caso de la montaña, el mal de altura se presenta a más de 2.500-3.500 metros respecto al lugar de origen. Por ello, en niños sanos menores de seis semanas o menores de un año que hayan necesitado oxígeno al nacer o con alguna enfermedad respiratoria o cardíaca, se recomienda un ascenso gradual, con una parada intermedia en los 1.600-2.200 metros.

Los viajes de aventura, las rutas de senderismo a gran altura y los viajes a zonas con climas extremos, exóticos o con condiciones sanitarias que puedan generar ciertas dudas sí deben quedar pospuestos para cuando el pequeño sea algo más mayor. ¡Pero tienes muchos lugares a los que sí puedes ir con tu recién nacido!

¿Tienes más dudas sobre los cuidados del recién nacido? Puedes resolverlas en la Tribu CSC, donde encontrarás a  nuestro equipo de expertos a los que podrás consultar online.

También puedes descargar gratis la app de Criar con Sentido Común tanto para plataformas Apple como para plataformas Android, y tenéis una semana gratis para probar todas las ventajas de la membresía a la Tribu, realizar todos los cursos online disponibles y consultar a nuestros/as especialistas.